idea muy clara de lo que pasaba en ese tipo de fiestas, que la gente bebia bastante y esas cosas, quiero decir. Y, aunque lo sospechaba, no pensaba que eso fuese conmigo o con mi hermano. Tenia una buenisima opinion de nosotros.
Hasta ahora, ningun peligro. Hasta aqui habia podido ir adornando el camino hacia la verdad. Porque, hasta ahi, era posible vivir con esa verdad.
– Algunos tomaron una sauna. Habian bebido mucho y nadie se acordo de apagarla despues.
Guardo silencio. Lo recordaba muy bien. Recordaba incluso la voz de Liselott, pese a que hacia tantos anos y a que nunca jamas volvio a oirla despues. «Monika, ?podrias bajar y apagar la sauna?» Y ella dijo que si, pero la cabeza le daba vueltas de tanta cerveza y el chico del que ella tanto tiempo llevaba enamorada tanto tiempo en secreto se mostro por fin interesado y ella le habia prometido que lo esperaria en la escalera mientras que el iba al bano.
– Al final, los que nos quedabamos a dormir nos fuimos a la cama. Otros tres, ademas de Lasse y yo. Dormimos donde pudimos, un sofa o una cama en cualquier habitacion. Lasse se acosto en la primera planta, en el dormitorio de Liselott, y yo abajo.
Su recien conquistado novio se habia ido a casa. Lasse estaba ya dormido con Liselott mientras que Monika, con la embriaguez del enamorado y mareada por la cerveza, se acosto en el sofa que habia justo al lado de la puerta cerrada del dormitorio de Liselott.
En la primera planta. En el descansillo que quedaba encima del pie de la escalera. Donde nunca jamas, ante nadie, admitio haber dormido aquella noche.
– Me desperte a las cuatro porque no podia respirar y, cuando abri los ojos, la casa estaba en llamas.
El pavor. El miedo atroz. Aquel calor horrendo. Una sola idea: salir de alli. Dos pasos hasta la puerta cerrada, pero no lo dudo un instante. Simplemente, echo a correr escaleras abajo y los abandono a su destino.
– Habia humo por todas partes y aunque uno crea que se orienta bien en una casa, es completamente distinto cuando no ves nada.
Las palabras manaban en un desesperado intento por cumplir y terminar cuanto antes.
– Me arrastre hasta la escalera e intente subir al piso de arriba, pero el fuego era ya demasiado intenso. Quise gritar para despertarlos, pero el ruido era ensordecedor. No se cuanto tiempo pase en la escalera intentando subir. Una y otra vez, me veia obligada a retirarme para volver a probar. Lo ultimo que recuerdo es que un bombero me saco de alli.
No era capaz de continuar. Sintio con horror que se ruborizaba. Sintio el color de la verguenza difundirse por sus mejillas.
Se quedo alli en el cesped viendo como el calor hacia estallar los cristales del dormitorio de Liselott. Como petrificada, fue comprendiendo, lento pero seguro, que su hermano nunca saldria de alli. Que se quedaria en el interior de la trampa que ella habia tendido. Y ella estaba alli, viva, observando las llamas malvadas que consumian la casa y a quienes se quedaron dentro. Su hermano mayor, tan guapo, tan alegre, que habria sido mucho mas valiente que ella. Que en ningun momento habria dudado en dar esos dos pasos para salvarle la vida a ella.
Que deberia haber sobrevivido en su lugar.
Y despues, todas aquellas preguntas. Todas las respuestas que ya entonces empezaban a desvirtuarse en la desesperacion por la verdad. ?Que ella se acosto en la sala de estar de la planta baja! ?Que Liselott prometio que ella misma apagaria la sauna! Semanas de terror ante la posibilidad de que alguno de los que se marcharon a casa la hubiese oido responder que si, que ella la apagaria o que la hubiesen visto dormir arriba, en el sofa del primer piso. Pero su version nunca fue desmentida y, con el tiempo, se convirtio en la verdad oficial de lo sucedido.
– ?Que le paso a tu hermano?
Monika no era capaz de articular palabra. Tampoco pudo entonces, cuando su madre aparecio corriendo por el cesped en camison y con el abrigo puesto. El piso de arriba se derrumbo y los bomberos hicieron lo imposible por aplacar las llamas que se negaban a dejarse domenar. Alguien la llamo para avisarle y ella cogio el coche y salio precipitadamente.
El recuerdo que con mayor nitidez quedo grabado en su memoria fue el de la expresion de su madre al lanzar la pregunta. Sus ojos desorbitados de panico por lo que ya sabia pero aun se negaba a aceptar.
– ?Donde esta Lars?
Imposible responder. Las palabras necesarias, imposibles de utilizar. No podia ser y, mientras nadie lo dijera, no seria realidad.
Sintio las manos sobre sus hombros, los dedos de su madre lastimandole los hombros al zarandearla para arrancarle una respuesta.
– ?Contestame, Monika! ?Donde esta Lars?
Un bombero acudio en su ayuda y en tan solo unos segundos, pronuncio las palabras que lo harian irrevocable. Que hicieron que ya nada nunca volviese a ser como antes.
– No se ha salvado.
Cada silaba se abrio paso concienzudamente clavandose entre el entonces y el ahora. El pasado, tan ingenuo e inocente, quedaba por siempre extirpado del futuro.
Y entonces fue cuando lo vio. Lo intuyo en los ojos de su madre que, en camison, luchaba por defenderse de aquellas palabras inexorables. Vio lo que se convertiria en la mayor pena de su vida, algo que se pasaria la vida intentando cambiar.
Pero que jamas conseguiria.
El dolor de su madre por la muerte de Lasse era mucho mas hondo que la alegria que pudiera sentir por el hecho de que Monika siguiese con vida.
8
«Y
Abrio los ojos. Era la voz de su madre. Se acerco la mano y se asqueo del olor que emanaba. Se levanto tan rapido como pudo y se dirigio al lavabo del bano, se lavo con jabon y dejo que el agua caliente enjuagase la repugnante suciedad.
Todo era culpa de Vanja. Su carta habia abierto pequenos canales que Maj-Britt no podia controlar, pequenos conductos de pensamientos que ella no queria pensar le sobrevenian a hurtadillas y Maj-Britt no estaba en condiciones de mantenerlos apartados. Mientras la amenaza vino de fuera, supo domesticarla con sus viejos trucos, pero ahora nacia de dentro y sus defensas de anos quedaron a ras de suelo dejando el campo libre.
Pensamientos impuros.
Acudieron a su mente muy pronto, jamas comprendio de donde; subitamente, alli estaban, dentro de ella, arrastrandose como gusanos negros que salian de su cerebro y le hacian desear cosas que eran impensables. Pecaminosas. Quiza, despues de todo, fuese Satan mismo quien la tentara, tal y como le decian. Ahora recordaba que eso era lo que le decian.
?Y ella no queria recordar!
De pronto, se veia obligada a aproximarse a la reticula que la protegia y, cuando se acercaba tanto, le era posible distinguir detalles del otro lado, detalles que no debian existir. Reguero tras reguero iban rezumando por los minusculos canales hasta ensamblarse y componer piezas completas. Jirones que, hurgando, hacian emerger a la superficie todo aquello que ella creia haber olvidado y superado de una vez por todas. Paralelos a las letras escritas por Vanja, esos jirones se habian ido abriendo paso a traves de su conciencia. Nadie lucharia a su lado en esta ocasion. Sus padres estaban muertos y el Jesus de sus padres la habia abandonado hacia mucho tiempo.
Rezo y rezo, pero jamas le fue dado compartir su fe, Dios no quiso aceptar sus plegarias. Renuncio a todo por demostrar su obediencia y por ser acogida en el amor de Dios, pero El nunca respondio. Jamas le manifesto, con una palabra, con una senal, que la habia escuchado, que era testigo de su lucha y su sacrificio. Dios la rechazo y