cuidadosamente, la ropa de su marido. Una y otra vez. Cuando Peter se hizo adulto comprendio lo muchisimo que ella debio de sufrir y se pregunto si, realmente, llego a recuperarse.
Recordaba su infancia como si siempre hubiera sido mejor mantenerse tan apartado de ella como fuera posible, como si la fuerza de su madre nunca alcanzara cuando era mas necesaria. Mas tarde aprendio que lo mejor era no contar con ella para nada pues nunca se sabia con antelacion cuando se cansaria.
Sus ganas de vivir se habian quemado y apagado al mismo tiempo que el amor de su vida; cuando veintiseis anos despues ella murio nadie pudo determinar las causas de su muerte.
A medida que pasaba el tiempo ella comprendio que Eva y el nunca podrian llenar el vacio que su padre habia dejado, sin embargo lo intento hasta el dia de su muerte.
13
Se desperto porque sonaba el telefono; al principio no pudo recordar donde se encontraba. Las cortinas blancas dejaban pasar tanta luz que la habitacion estaba completamente iluminada; no obstante, tardo algunos segundos en situarse. Se levanto y asomo la cabeza por la puerta para llamar a Lundberg, pero dudo sobre el nombre que debia utilizar. Finalmente fue un simple:
– ?Hola!
Ninguna respuesta.
Se acerco al escritorio y descolgo el auricular. Antes de que pudiera decir nada oyo la voz de Lundberg:
– ?Soy yo! Venga inmediatamente a la oficina. Esta noche han entrado a robar. Se lo contare cuando llegue.
Antes de colgar Lundberg le explico como conectar y desconectar la alarma.
Se vistio tan rapidamente como pudo, busco apresuradamente el cepillo de dientes y se los lavo. Pidio un taxi y entro en la cocina. Habia una nota de Lundberg sobre la mesa en la que le informaba de que habia ido a la oficina y le invitaba a arrasar la nevera.
No tenia hambre. Sintio instintivamente la necesidad de salir de la casa.
Cuando entro la oficina estaba vacia. El reloj digital del vestibulo marcaba las 8.13.12. La puerta del despacho de Lundberg estaba abierta y el estaba sentado en uno de los sillones de las visitas enfrente de su escritorio.
Peter miro a su alrededor. No habia ninguna duda de que la habitacion habia recibido una visita inesperada. Las cortinas blancas frente a la pared de cristal estaban arrancadas y colgaban del techo como trapos. El suelo estaba lleno de papeles y de cosas sacadas de los cajones. Un traje rojo estaba extendido sobre la silla del escritorio; las mangas del traje estaban atadas con una cuerda a los reposabrazos.
Lundberg senalo la mesa. Peter se acerco y vio unas letras grabadas sobre la superficie de la mesa. Dio la vuelta a la mesa para ver lo que decia:
EL OJO – LA LENGUA DEL AMOR
Lundberg agito la cabeza y cogio un papel del suelo. Lo estiro con la mano sobre la rodilla.
– Esto me esta volviendo loco.
Parecia totalmente sincero.
En ese mismo instante sono el telefono. Lundberg miro a su alrededor y lo encontro en el alfeizar de la ventana. Apreto la tecla de manos libres y contesto:
– Agencia de publicidad Lundberg. Lundberg al habla.
– Hola, me llamo Bodil Andersson, y soy la inspectora de policia del distrito de Norrmalm.
Un sonoro sueco-finlandes lleno la habitacion.
– Hemos recibido del distrito de Nacka una denuncia por allanamiento de morada y amenazas y desearia hacerle algunas preguntas. Por lo que se, esta siendo acosado por un desconocido y me han dado el caso pues tengo experiencia en asuntos similares.
Lundberg cogio el auricular.
– Estaba a punto de hacer otra denuncia -dijo con su autoritaria voz de oficina-. Estoy en mi despacho; esta noche ha sido saqueado. ?Le agradeceria que viniera tan pronto como le fuera
posible para acabar con esto de una vez! Hasta ahora la policia no se ha matado precisamente trabajando.
Peter no podia oir lo que ella respondia pero supuso que pedia disculpas. Nunca le habian gustado los sueco- finlandeses. Despues de haber escuchado de pequeno a los
Lundberg finalizo la conversacion con la direccion de la oficina y colgo el auricular.
– Llegaran dentro de media hora. Al parecer son especialistas en este tipo de asuntos.
Peter no sabia si estaba agradecido o preocupado por la informacion.
?Que sucederia con su acuerdo?
Como un globo que se deshincha, toda la confianza en si mismo que habia acumulado durante estos ultimos dias desaparecio.
– ?Quiere que me quede? -pregunto.
Lundberg parecio mas bien sorprendido.
– Por supuesto -contesto-. Sigue siendo el unico que la ha visto. Ademas, esta noche he dormido mucho mejor. Joder, uno sigue siendo un crio!
Peter se sintio algo mas tranquilo.
Solo pasaron veinte minutos antes de que la inspectora Bodil Andersson entrara por la puerta. A esa hora Lotta ya habia llegado pero Lundberg no le habia mostrado su despacho devastado.
Andersson los miro a ambos y, despues de unos segundos de duda, decidio quien de ellos era Olof Lundberg. Se acerco a el y le dio la mano.
– Bodil Andersson. Mi colega se retrasa un poco pero no tardara en llegar.
Miro a su alrededor y prosiguio:
– Esto no tiene muy buena pinta.
– Este es Peter Brolin -dijo Lundberg-. Me esta ayudando a encontrar a la mujer para poner fin a todo esto. El es el unico que ha hablado con ella.
Hablar y hablar, penso Peter.
Ella se le acerco y le tendio la mano para saludarlo. El se paso discretamente la mano derecha sobre la pernera. Ella cogio su mano y saludo pero luego no la solto.
– Yo le conozco. ?No nos han presentado?
Peter se sintio incomodo y aun mas incomodo al notar que lo estaba. Deseo retirar la mano instintivamente pero se contuvo.
– No lo se. Quiza -contesto el.
Ella lo escudrino un rato mas y luego solto la mano.
– ?Trabaja siempre como detective privado o es una aficion temporal?
Sonaba sarcastica.
El deseaba sobre todo desaparecer, que la tierra se lo tragara. No pudo pronunciar ni una sola palabra.
Lundberg lo rescato.
– Oiga -dijo con su voz de oficina mas autoritaria-. No puede aparecer por aqui y comportarse con esa arrogancia, como si todo el cuerpo de policia se hubiera dejado el culo trabajando para ayudarme. ?Deberia estar agradecida de que Peter haya echado una mano y haya hecho su trabajo! Hace seis meses que les llame por primera vez y desde entonces he puesto dos denuncias mas. ?Y que ha pasado mientras tanto? ?Ni una puta mierda! ?Si la gente se corta los dedos de los pies quiza solo sea de su incumbencia, pero cuando los envuelven en asquerosos pequenos paquetes y los envian junto con desagradables cartas de amor, entran en mi casa y