Peter y la dejo en el suelo. La vomitona aun seguia ahi.
El cubrio con la colcha la mano izquierda y prosiguio con sus intentos por mover la argolla.
Se sento en el sillon y se sirvio un vaso de vino. Se lo bebio de un trago.
Ninguno de ellos dijo nada.
Ella continuo bebiendo a un ritmo constante y el se pregunto si eso seria bueno o malo.
Finalmente Peter se decidio.
– ?Puedo ver la fotografia de Erik Frid? -pregunto.
Ella se puso de pie sin responder y se tambaleo algo cuando desaparecio por el vano de la puerta. Regreso inmediatamente y sostenia la fotografia entre el pulgar y el indice. Le recordo a Olof cuando solto la rosa seca del paquete.
Dejo caer la fotografia sobre el y que revoloteara sobre su pecho. La levanto lentamente y miro.
– Sabes que este no soy yo, ?verdad? -pregunto.
Ella se carcajeo.
– ?Crees que soy tonta, mierdecilla? -contesto ella inmediatamente.
Si, quiza un poco, penso Peter.
– ?Quien es entonces? -continuo el.
Ella aparto la vista del vaso de vino y le miro con los ojos entrecerrados.
– Ese, pequeno Peter, es tu padre.
Se levanto, se acerco a el y le arranco la fotografia. Cogio un boligrafo del suelo y comenzo a acuchillar el rostro de la imagen.
– Cabron, cabron, cabron… -aullaba al ritmo de las cuchilladas.
La observo. Estaba claro que no estaba en sus cabales. Finalmente se dejo caer sobre el sillon y gimoteo violentamente. Toda ella temblaba. Intento servirse mas vino pero no acerto en el vaso y dio un trago directamente de la botella.
Su repentina debilidad le hizo sentirse valiente.
– ?Como era? -pregunto cautelosamente.
Ella se sereno y lo miro. El dejo de mover la argolla bajo la colcha.
– Te gustaria saberlo, ?verdad? -espeto ella-. Te gustaria saber como es tener un padre que viene a escondidas a tu cuarto cada noche, ano tras ano, desde que tienes uso de razon, y hace cosas prohibidas contigo. Te gustaria, ?verdad?
El se sonrojo.
Ella volvio a beber de la botella. El vino le corria por la barbilla. Comenzaba a estar realmente borracha.
– Y luego, cuando finalmente muere, comprendes que ha dejado un recuerdo que esta como pegado a tu cuerpo, como un castigo perpetuo que no se puede lavar, que provoca grandes heridas abiertas por todo el cuerpo que nunca quieren sanar. Para que todos vean tu verguenza, como si el demonio mismo estuviera saliendo a traves de tu piel. Te gustaria saber como se siente uno, ?verdad?
El estaba en silencio. Era el hombre de la foto quien le habia contagiado la sifilis. Su propio padre.
– ?Por que no fuiste al medico? -pregunto en voz baja.
– Cierra el pico -grito ella. Se puso de pie. Bebio las ultimas gotas de vino y luego tiro la botella al suelo. Se tambaleo y parecio no saber que iba a hacer. Finalmente se sento de nuevo. Peter comprendio que era mejor guardar silencio.
Ella se sumio en sus pensamientos. Peter se asusto de que sus ganas de hablar se hubieran apagado y tosio para intentar romper su silencio. Ella lo miro con ojos ebrios. Habia funcionado.
– Y tu, mierdecilla, te libraste de todo. Tu simplemente desapareciste y me dejaste sola en aquel infierno. Primero te llevaste a mama de mi lado y a ti ni siquiera llegue a verte. Luego me quede sola con el demonio. Ya casi era adulta cuando comprendi que tu nunca regresarias y me salvarias.
El no comprendia. ?Con quien lo confundia?
– Despues, el por fin murio y fui libre. O eso creia. Pero se habia metido debajo de mi piel y me habia envenenado. Nunca he sido libre.
Se recosto y cerro los ojos.
– Luego recibi la carta y finalmente comence a buscarte. Y fue entonces cuando vi que tu eras el. He esperado durante
cuatro anos para hacerte pagar tu traicion. ?Y ha valido la pena esperar!
Se puso de pie, se acerco a la libreria y cogio algo. Volvio a sentarse en el sillon.
– Esta carta, pequeno Peter, la he leido por lo menos mil veces. Es para ti.
Rio.
– ?Y sabes que es lo mas divertido? ?Lo sabes? ?Que tu nunca la leeras!
Se tambaleo hacia el y sostuvo la carta para que pudiese leer la direccion. Pudo ver que estaba dirigida a ella, pero al ver la letra casi se le corto la respiracion. Hizo un rapido movimiento con su mano derecha libre para intentar alcanzarla, pero ella fue mas rapida que una flecha y retrocedio.
El corazon comenzo a latir desbocado en su pecho. Empezaba a costarle respirar.
Algo iba realmente mal.
– No, querido hermano -dijo ella con odio en la mirada-. ?Mi ultima labor en la vida es que nunca puedas leer esta carta!
El cerro los ojos e intento convencerse de que habia visto mal, pero sabia que era cierto.
La letra del sobre era la de su madre.
32
Finalmente ella se durmio en el sillon. A Peter le embargo un desanimo que puso en marcha todas las voces de alarma de un inminente ataque de ansiedad.
Intento respirar con tranquilidad. Intento defenderse con todo lo que su cuerpo era capaz de utilizar.
Todo el tiempo la habia considerado una loca.
Una loca que le habia involucrado en todo esto sin ninguna razon; eso le habia tranquilizado y le habia quitado toda responsabilidad, pero cuando le enseno la carta con la letra de su madre comprendio que habia algo mas.
Algo de lo que el no tenia ni idea.
La carta se habia resbalado de su mano y habia caido al suelo. Miro a su alrededor buscando algun objeto largo con el que acercarsela, pero no encontro ninguno.
Antes de que le ensenara la carta se habia sentido sorprendentemente indiferente sobre la situacion, como si no fuese con el, pero ahora se desperto el terror de no haber tenido nunca claro que habia querido decirle su madre. En su borrachera la mujer habia conseguido encontrar su punto debil y desde ese momento el se habia convertido en su victima, estaba en sus manos. Antes solo le habia amenazado con matarlo, y eso no le habia importado mucho, pero ahora amenazaba toda su existencia.
?Que quiso decir al llamarle hermano? ?Era simplemente parte de su complicado juego? ?Para desconcertarlo aun mas?
Comprendio que seria un peligro ensenarle los sentimientos que habia despertado. Entonces ella habria conseguido su objetivo; no se atrevia siquiera a imaginar que pensaba hacer con el mas tarde.
Le parecio que comenzaban a llegar efluvios de mal olor del armario, pero aun eran tan debiles que podian ser imaginaciones suyas. Seguramente habia otras cosas en el piso que olian mal.
El incluido.
Habia trabajado concienzudamente la argolla de la pared. Aun no se habia movido y ahora empezaban a dolerle los dedos. Si se soltaba, ?que haria? No podia abrir la puerta de la calle sin la llave. Habia dos telefonos en el suelo junto a la ventana pero ya habia visto que los cables estaban cortados. Quiza pudiera pedir auxilio por la rendija del buzon, pero para tener tanto tiempo primero tenia que dejarla fuera de combate y sabia que eso, probablemente, no lo conseguiria.
Tenia que pensar en algo que, en el menor tiempo posible, pudiera llamar la atencion lo suficiente para que