estado. Lleva la carta y la entrega en la puerta. Le dejaran pasar.

– Tecnicamente no trabajo para usted. Mi periodico tiene reglas sobre periodistas que suplantan identidades.

Schifino metio la mano en el bolsillo, saco un dolar y me lo dio. Yo me incline sobre las fotos para cogerlo.

– Tenga -dijo-. Acabo de pagarle un dolar. Trabaja para mi.

No era exactamente asi, pero no estaba demasiado preocupado por eso, considerando mi situacion laboral.

– Supongo que funcionara -dije-. ?Ely esta muy lejos?

– Depende de que coche lleve. Esta al norte, a tres o cuatro horas de aqui, en medio de ninguna parte. A la carretera que va hacia alli la llaman la carretera mas solitaria de America. No se si es porque conduce a la prision o por el paisaje que cruza, pero no es por nada bueno. Tienen aeropuerto. Puede tomar un saltaarenas hasta alli.

Supuse que un saltaarenas era lo mismo que un saltacharcos, una avioneta de helices. Negue con la cabeza. Habia leido demasiados articulos de avionetas que se estrellaban: no volaba en ellas a menos que no me quedara mas remedio.

– Conducire. Escriba las cartas. Y necesitare copia de todo lo que haya en sus expedientes.

– Me pondre con las cartas y pedire a Agnes que se ocupe de lo suyo. Yo tambien necesitare copias de lo que ha traido para el habeas corpus. Podemos decir que es lo que compra mi dolar.

Asenti y pense: «Si, pongamos a la eficiente Agnes a trabajar para mi. Eso me gusta».

– Quiero hacerle una pregunta -dije.

– Dispare.

– Antes de que entrara aqui y le ensenara todo esto, ?creia que Brian Oglevy era culpable?

Schifino ladeo la cabeza al pensar en ello.

– ?No es para publicacion?

Me encogi de hombros. No era lo que queria, pero iba a aceptarlo.

– Si es la unica forma de que responda.

– Vale, para la publicacion puedo decir que desde el primer dia sabia que Brian era inocente. No habia manera de que pudiera haber cometido este horrible crimen.

– ?Y para no publicarlo?

– Pensaba que era culpable como Cain. Era la unica forma en que podia soportar haber perdido el caso.

Despues de parar en un 7-Eleven y comprar un telefono prepago con cien minutos de saldo de llamada, me dirigi al norte a traves del desierto por la autopista 93 hacia la prision estatal de Ely.

La autopista 93 pasaba junto a la base aerea de Nelly y luego conectaba con la 50 Norte. No tarde mucho en empezar a entender por que la llamaban la carretera mas solitaria de America. El desierto vacio gobernaba el horizonte en todas direcciones. Montanas duras y cinceladas, exentas de vegetacion, que yo iba subiendo y bajando. Los unicos signos de civilizacion eran los dos carriles de asfalto negro y el tendido electrico que recorria las montanas a hombros de figuras de hierro que parecian gigantes llegados de otro planeta.

Las primeras llamadas que hice desde mi nuevo telefono fueron a las entidades crediticias, preguntando por que no funcionaban mis tarjetas. En cada llamada obtuve la misma respuesta: yo habia denunciado su robo la noche anterior y por tanto habian cancelado temporalmente el uso de la cuenta. Me habia conectado, habia respondido correctamente todas las preguntas de seguridad y habia denunciado el robo de la tarjeta.

No importo que les dijera que no habia denunciado el robo de las tarjetas. Alguien lo habia hecho, y ese alguien conocia mis numeros de cuenta, asi como la direccion de mi casa, mi fecha de nacimiento, el apellido de soltera de mi madre y mi numero de la Seguridad Social. Exigi que reabrieran las cuentas y los empleados del servicio de atencion al cliente no pusieron ninguna pega. El unico inconveniente era que las nuevas tarjetas de credito tenian que ser emitidas y enviadas a mi casa. Pasarian dias y entretanto no tenia credito. Estaba jodido en un nivel que nunca habia experimentado antes.

A continuacion, llame a mi banco en Los Angeles y descubri una variante del mismo tema, pero con un impacto mas profundo. La buena noticia era que mi tarjeta de debito aun funcionaba. La mala noticia era que no tenia dinero ni en la cuenta de ahorro ni en la cuenta corriente. La noche anterior habia usado el servicio de banca en linea para combinar todo mi dinero en la cuenta corriente y luego habia hecho una transferencia de debito a la fundacion Make-a-Wish en forma de donacion general. Estaba en quiebra. Pero seguro que a la fundacion Make- A-Wish le caia bien.

Colgue el telefono y grite lo mas alto que pude en el coche. ?Que estaba pasando? Todos los dias habia articulos en el periodico sobre robos de identidad. Pero esta vez la victima era yo, y me costaba creerlo.

A las once llame a la redaccion de Local y averigue que la intrusion y destruccion habia escalado otro peldano. Localice a Alan Prendergast y su voz era tensa y cargada de energia nerviosa. Sabia por experiencia que eso hacia que repitiera cosas.

– ?Donde estas, donde estas? Tenemos la cuestion de los reverendos y no encuentro a nadie.

– Te lo dije, estoy en Las Vegas. ?Donde…?

– ?Las Vegas! ?Las Vegas? ?Que estas haciendo en Las Vegas?

– ?No recibiste mi mensaje? Te envie un mail ayer antes de irme.

– No lo recibi. Ayer desapareciste sin mas, pero no me importa. Me importa ahora. Dime que estas en el aeropuerto, Jack, y que volveras en una hora.

– La verdad es que no estoy en el aeropuerto y tecnicamente ya no estoy en Las Vegas. Estoy en la carretera mas solitaria de America en medio de ninguna parte. ?Que estan haciendo los reverendos?

– ?Que quieres que hagan? Estan montando una supermanifestacion en Rodia Gardens para protestar contra la policia y la historia va a escala nacional. Pero te tengo en Las Vegas y no tengo noticias de Cook. ?Que estas haciendo ahi, Jack? ?Que estas haciendo?

– Te lo dije en el mail que no leiste. El articulo esta…

– Miro el correo con regularidad -dijo Prendergast, cortante-. No tengo ningun mensaje tuyo. Ninguno.

Estaba a punto de decirle que se equivocaba, pero pense en mis tarjetas de credito. Si alguien podia bloquear mi credito y vaciar mis cuentas bancarias, tambien podia entrar en mi mail.

– Escucha, Prendo, algo esta pasando. Mis tarjetas de credito estan muertas, mi telefono no funciona y ahora me dices que mis mensajes no llegan. Algo va mal y yo…

– Por ultima vez, Jack. ?Que estas haciendo en Nevada?

Solte aire y mire por la ventana. Vi el paisaje desertico que no habia cambiado en todo el tiempo que la humanidad habia regido en el planeta, y que permaneceria inalterado cuando la humanidad desapareciera.

– La historia de Alonzo Winslow ha cambiado -dije-. He descubierto que no lo hizo.

– ?No lo hizo? ?No lo hizo? ?Te refieres a matar a esa chica? ?De que estas hablando, Jack?

– Si, de la chica. No lo hizo. Es inocente, Alan, y puedo demostrarlo.

– Confeso, Jack, lo lei en tu articulo.

– Si, porque eso es lo que dijo la policia. Pero lei su supuesta confesion y lo unico que dice es que robo el coche y su dinero. No sabia que el cadaver estaba en el maletero cuando lo robo.

– Jack…

– Escucha, Prendo, he relacionado el asesinato con otro asesinato en Las Vegas. Es la misma historia: una mujer estrangulada y metida en un maletero. Tambien era bailarina. Hay un tipo en prision aqui por ese crimen, y tampoco lo hizo. Ahora mismo estoy yendo a verlo. Voy a informar y escribir sobre todo el jueves. Hemos de sacarlo el viernes, porque es cuando se va a destapar. -Hubo un largo silencio-. Prendo, ?estas ahi?

– Estoy aqui, Jack. Hemos de hablar de esto.

– Pensaba que lo estabamos haciendo. ?Donde esta Angela? Ella deberia ocuparse de los reverendos. Esta en el puesto hoy.

– Si supiera donde esta Angela, la habria mandado con un fotografo a Rodia Gardens. Aun no ha aparecido. Anoche, antes de irse a casa, me dijo que pasaria por el Parker Center y haria las rondas de la manana antes de venir. Pero no ha venido.

– Probablemente este siguiendo el caso de Denise Babbit. ?La has llamado?

– Por supuesto que la he llamado. La he llamado. Le he dejado mensajes, pero ella no responde.

Вы читаете La oscuridad de los suenos
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату