trabajar.

– No, ahora tengo que ir a casa o mi marido se preocupara.

Me sente como un rayo. Ella se echo a reir y se levanto de la cama. Comenzo a vestirse.

– No ha tenido gracia -dije.

– Creo que si -insistio.

Baje de la cama y comence a vestirme yo tambien. Ella siguio riendose como si estuviera borracha. Finalmente, yo tambien. Primero me puse los pantalones y la camisa y luego empece a buscar mis zapatos y los calcetines alrededor de la cama. Lo encontre todo menos un calcetin. Finalmente me arrodille y lo busque debajo de la cama.

Y fue entonces cuando la risa se detuvo.

Los ojos sin vida de Angela Cook me miraron desde debajo de la cama. Involuntariamente, me impulse hacia atras en la alfombra y me golpee la espalda en la mesa. La lampara se tambaleo y por fin cayo al suelo con estrepito.

– ?Jack! -grito Rachel.

Senale.

– ?Angela esta debajo de la cama!

Rachel se acerco enseguida. Solo llevaba su ropa interior negra y una blusa blanca. Se agacho a mirar.

– ?Oh, Dios mio!

– ?Crei que habias mirado debajo de la cama! -dije con nerviosismo-. Cuando he entrado en la habitacion pense que ya habias mirado.

– Yo crei que lo habias hecho tu mientras me ocupaba del armario.

Se puso a gatas y examino ambos lados de la cama durante un buen rato antes de volverse a mirarme.

– Tiene aspecto de llevar un dia muerta. Asfixiada con una bolsa de plastico. Esta completamente desnuda y envuelta en una hoja de plastico transparente, como si estuviera lista para ser transportada. O tal vez era para contener el olor de descomposicion. La escena es bastante dife…

– Rachel, por favor, yo la conocia. ?Puedes hacer el favor de no analizarlo todo en este momento?

Volvi a apoyar la cabeza en la mesa y mire al techo.

– Lo siento, Jack. Por ella y por ti.

– ?Sabes si la torturo o simplemente…?

– No lo se, pero tenemos que llamar a la policia de Los Angeles.

– Claro.

– Esto es lo que diremos: te traje aqui, registramos la casa y la encontramos. De lo otro ni hablar. ?De acuerdo?

– Muy bien, muy bien. Lo que tu digas.

– Tengo que vestirme.

Se levanto y me di cuenta de que la mujer con la que acababa de hacer el amor habia desaparecido por completo. Ahora era al cien por cien agente del FBI. Termino de vestirse y se inclino para estudiar la parte superior de la cama en un angulo lateral. Vi que empezaba a recoger pelos de la almohada para que no los encontrara el equipo de la escena del crimen que pronto se abatiria sobre mi casa. Yo no me movi en ningun momento. Veia el rostro de Angela desde donde estaba sentado y no lograba acostumbrarme a la realidad de la situacion.

Apenas conocia a Angela y probablemente ni siquiera me caia muy bien, pero era demasiado joven y tenia demasiada vida por delante para estar muerta de repente. Habia visto un monton de cadaveres en mi profesion y habia escrito sobre una gran cantidad de asesinatos, incluido el de mi propio hermano. Pero creo que nada de lo que habia visto o sobre lo que habia escrito antes me afecto tanto como ver la cara de Angela Cook detras de esa bolsa de plastico. Tenia la cabeza inclinada hacia atras, de modo que si hubiera estado de pie habria estado mirandome. Sus ojos abiertos y asustados parecian observarme desde la oscuridad de debajo de la cama. Daba la impresion de que estuviera desapareciendo en esa oscuridad, siendo arrastrada por ella y mirando la ultima luz. Y fue entonces cuando debio de hacer un ultimo esfuerzo desesperado por la vida. Tenia la boca abierta en un grito final aterrador.

Me sentia como si estuviera inmiscuyendome en algo sagrado solo por mirarla.

– Esto no va a funcionar -dijo Rachel-. Tenemos que deshacernos de las sabanas y las almohadas.

La mire. Rachel comenzo a tirar de las sabanas de la cama y a recogerlas en una bola.

– ?No podemos simplemente decirles lo que ha pasado? Que no la encontramos hasta despues de…

– Piensa, Jack. Si reconozco algo asi, sere el blanco de todas las bromas en la sala de la brigada durante los proximos diez anos. No solo eso, perdere mi trabajo. Lo siento, pero no quiero. Si lo hacemos de esta manera, simplemente creeran que el asesino se llevo las sabanas.

Junto todo en una bola.

– Bueno, tal vez haya pruebas del tipo en ellas.

– Eso es poco probable. Es muy cuidadoso y no ha dejado nada antes. Si existiera algun indicio en estas sabanas se las habria llevado el. Dudo de que la matara en esta cama. La envolvio y la escondio ahi debajo para que tu la encontraras.

Lo dijo como si tal cosa. Probablemente ya no habia nada en este mundo que pudiera sorprenderla u horrorizarla.

– Vamos, Jack. Hemos de movernos.

Salio de la habitacion cargada con las sabanas y las fundas de las almohadas. Yo me levante muy despacio, encontre el calcetin que me faltaba detras de una silla y me lleve calcetines y zapatos a la sala de estar. Me los estaba poniendo cuando oi que se cerraba la puerta de atras. Rachel volvio con las manos vacias y supuse que habia escondido almohadas y sabanas en el maletero de su coche.

Recogio su telefono del suelo, pero en lugar de hacer una llamada empezo a pasear con la cabeza gacha y sumida en sus pensamientos.

– ?Que estas haciendo? -dije por fin-. ?Vas a llamar?

– Si, si. Pero antes de que empiece la locura, estoy tratando de averiguar lo que estaba haciendo. ?Cual era el plan de este tipo aqui?

– Es obvio. Iba a colgarme a mi el asesinato de Angela, pero era un plan estupido porque no podia funcionar. Fui a Las Vegas y puedo probarlo. La hora de la muerte demostrara que no podria haberle hecho esto a Angela y que fue una trampa.

Rachel nego con la cabeza.

– Con la asfixia es muy dificil determinar la hora exacta de la muerte. Solo con que la horquilla fuera de dos horas te dejaria sin coartada.

– ?Estas diciendo que estar en un avion o en Las Vegas no es una coartada?

– No, si no pueden ajustar la hora de la muerte a cuando estabas en ese avion o en Las Vegas. Creo que nuestro hombre es lo bastante inteligente para darse cuenta de eso. Formaba parte de su plan.

Poco a poco asenti con la cabeza y note que empezaba a inundarme un miedo terrible. Me di cuenta de que podia terminar como Alonzo Winslow y Brian Oglevy.

– Pero no te preocupes, Jack. No dejare que te metan en la carcel.

Finalmente, Rachel levanto el telefono e hizo una llamada. Oi que hablaba brevemente con alguien que probablemente era un superior. No dijo nada sobre mi ni sobre el caso o Nevada. Solo dijo que habia estado involucrada en el descubrimiento de un homicidio y que iba a ponerse en contacto con la policia de Los Angeles.

A continuacion, llamo a la policia de Los Angeles, se identifico, dio mi direccion y pidio un equipo de Homicidios. Dio su numero de telefono movil y colgo. Me miro.

– ?Y tu? Si tienes que llamar a alguien, sera mejor que lo hagas ahora. Una vez que lleguen los detectives no creo que te dejen usar el telefono.

– Vale.

Saque mi movil prepago y llame a Local en el Times. Mire el reloj y vi que eran mas de la una. El periodico se habia ido a dormir hacia rato, pero tenia que informar a alguien de lo que estaba sucediendo.

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