– Gracias.

Me volvi para mirarla de frente.

– Entonces, ?que esta pasando ahora? ?Que me cuentas de esos otros lugares que ha mencionado Bantam?

– Tambien tenemos agentes en Western Data y en la casa de Declan Mc Ginnis en Scottsdale.

– ?Y que tiene que decir Mc Ginnis?

– Hasta ahora, nada. Todavia no lo hemos encontrado.

– ?Ha desaparecido?

Rachel se encogio de hombros.

– No estamos seguros de si se ha ocultado voluntaria o involuntariamente, pero ha desaparecido. Y su perro lo mismo. Es posible que investigara algo por su cuenta tras la visita que los agentes le hicieron el viernes. Pudo haberse acercado demasiado a Stone, y este puede que reaccionase. Y hay otra posibilidad.

– ?Que estuvieran juntos en el asunto?

Rachel asintio.

– Si, en equipo. Mc Ginnis y Stone. Que dondequiera que esten, esten juntos.

Reflexione sobre ello. Sabia que existian precedentes. El Estrangulador de Hillside resulto que eran dos primos. Y antes y despues de eso hubo equipos de asesinos en serie. Me vinieron a la memoria Bittakker y Norris; dos de los mas execrables asesinos que hayan pisado el planeta se encontraron de algun modo y formaron un equipo en California. Filmaban sus sesiones de tortura. Un policia me paso una vez la cinta de una de esas sesiones, que tenian lugar en la parte trasera de una furgoneta. Tras el primer grito de panico y dolor, lo apague.

– ?Lo ves, Jack? Por eso necesitamos tiempo antes de la tormenta mediatica. Los dos tienen ordenadores portatiles y los dos se los llevaron. Pero tambien tenian ordenadores en Western Data y ahora los tenemos nosotros. Tenemos un equipo de RPE que viene de Quantico. Aterrizaran dentro…

– ?RPE?

– Recuperacion de Pruebas Electronicas. Estan volando justo ahora. Los pondremos a estudiar el sistema de Western Data y ya veremos que sacan. Y recuerda lo que ya hemos averiguado hoy: ese lugar esta vigilado por audio y video. Las grabaciones que hayan archivado tambien pueden ayudarnos.

Asenti. Seguia pensando en Mc Ginnis y Stone trabajando juntos como un equipo compenetrado de asesinos.

– ?Tu que piensas? -le pregunte a Rachel-. ?Crees que el Sudes es uno, o que son dos?

– Todavia no puedo decirlo con seguridad. Pero me parece que en este caso podemos hablar de un equipo.

– ?Por que?

– ?Recuerdas el escenario que perfilamos la otra noche? ?Donde el Sudes llega a Los Angeles, atrae a Angela a tu casa, luego la mata y vuela a Las Vegas para seguirte?

– Si.

– Bueno, pues el FBI reviso todos los vuelos que salian del LAX y de Burbank hacia Las Vegas esa noche. Solamente cuatro pasajeros de los vuelos nocturnos compraron los billetes esa noche. El resto eran todo reservas. Los agentes siguieron la pista a tres, los interrogaron y quedaron descartados. El cuarto, naturalmente, eras tu.

– Pudo ir en coche.

Ella sacudio la cabeza.

– Pudo haber ido en coche, pero entonces, ?por que enviar el paquete por GO! en tarifa nocturna si vas en coche a Las Vegas? El envio nocturno solamente tiene sentido si fue a coger un vuelo y luego recogerlo, o si se lo hubiese enviado a alguien.

– A su companero.

Asenti y empece a caminar en un circulo mientras iba interiorizando el nuevo escenario. Todo parecia tener sentido.

– Asi que Angela va a la pagina web trampa y los alerta. Ellos leen su correo electronico y el mio. Y su respuesta es que uno va a Los Angeles a encargarse de ella y otro va a Las Vegas a encargarse de mi.

– Asi es como yo lo veo.

– Espera. ?Que hay del telefono de Angela? Dijiste que el FBI localizo la llamada y que el asesino me llamo desde el aeropuerto en Las Vegas. ?Como pudo ese telefono llegar a…?

– Con el paquete de GO! Envio tu pistola y su telefono. Sabian que seria una manera de implicarte mas en su asesinato. Despues de tu suicidio los policias habrian encontrado su telefono en tu habitacion. Luego, cuando no funciono como estaba planeado, Stone te llamo desde el aeropuerto. Quiza solamente queria charlar, o quiza sabia que eso contribuiria a sustentar la idea de que habia un asesino suelto que habia ido desde Los Angeles a Las Vegas.

– ?Stone? Asi que me estas diciendo que Mc Ginnis fue a Los Angeles a por Angela y que Stone fue a Las Vegas a por mi.

Rachel asintio con la cabeza.

– Dijiste que el hombre de las patillas no tenia mas de treinta anos. Stone tiene veintiseis y Mc Ginnis cuarenta y seis. Puedes disfrazar la apariencia, pero lo mas dificil es disfrazar la edad. Y es mucho mas dificil parecer mas joven que parecer mas viejo. Apuesto a que tu hombre de las patillas era Stone.

Tenia sentido.

– Hay otra cosa que indica que nos enfrentamos a un equipo -dijo Rachel-. Es algo que hemos tenido delante todo el tiempo.

– ?Que?

– Un cabo suelto del asesinato de Denise Babbit. Estaba en el maletero de su propio coche y este fue abandonado en South L. A., donde Alonzo Winslow se lo encontro.

– Si, ?y?

– Pues que si el asesino trabajaba solo, ?como salio de South L. A. despues de dejar el coche? Estamos hablando de altas horas de la noche en un barrio predominantemente negro. ?Cogio un autobus o llamo a un taxi y espero en la acera? Rodia Gardens queda a casi dos kilometros de la parada de metro mas cercana. ?Los hizo caminando, un hombre blanco en un barrio negro en plena noche? No creo. Uno no acaba un asesinato tan bien planeado con una huida asi. Ninguno de estos escenarios tiene demasiado sentido.

– Asi que quien dejo el coche de la chica alli tenia a alguien que lo recogio.

– Eso es.

Asenti y me quede en silencio mientras pensaba en toda la informacion nueva. Rachel finalmente interrumpio mis reflexiones.

– Voy a tener que ponerme a trabajar, Jack -dijo-. Y tu tienes que subir a un avion.

– ?Cual es tu mision? Aparte de mi, quiero decir.

– Voy a trabajar con el equipo RPE en Western Data. Tengo que ir alli ahora mismo para prepararlo todo.

– ?Han cerrado el complejo?

– Mas o menos. Han enviado a todo el mundo a casa excepto a un equipo basico que mantendra los sistemas en funcionamiento y podra ayudar al equipo RPE. Creo que Carver esta en el bunker y O’Connor en superficie, y quizas algunos mas.

– Esto los va a arruinar.

– No podemos hacer nada por evitarlo. Ademas, si el director ejecutivo de esa compania y su joven adlatere se sumergian en las informaciones archivadas para encontrar a victimas de sus suenos homicidas compartidos, creo que los clientes tienen derecho a saberlo. Lo que pase despues no es cosa nuestra.

Asenti.

– Supongo que tienes razon.

– Jack, debes irte. Le dije a Bantam que podia manejar esto. Ojala pudiera abrazarte, pero ahora no es el momento. Pero quiero que tengas mucho cuidado. Vuelve a Los Angeles y se prudente. Llamame para lo que quieras y, desde luego, hazlo si alguno de ellos vuelve a ponerse en contacto contigo.

Asenti.

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