ocurrido! Para empezar, la muchacha no se habria atrevido a pensar que podia ser posible o, a falta de eso, yo habria obtenido su promesa…

– ?Su promesa! -Darcy se puso en pie como si hubiera sido impulsado por un resorte-. ?Que ha hecho? ?Acaso se ha comunicado con la senorita Elizabeth Bennet?

– No creas, Darcy, que una carta es suficiente para poner fin a asuntos como este. Me enfrente a ella personalmente con su…

Darcy se quedo helado.

– ?Cuando? -pregunto-. ?Cuando ha hablado con ella? ?Que le dijo?

– Esta manana, senor, y fui recibida con obscena impertinencia y una ingratitud tal que espero no volver a ver nunca nada semejante.

Darcy se dirigio lentamente hasta la ventana, intentando sobreponerse al horror que le habian causado las palabras de lady Catherine. Pero aquel sentimiento dio paso de inmediato a un torrente de indignacion por si mismo, pero aun mas por Elizabeth. Cuando volvio a mirar otra vez a su tia, sus emociones se habian fundido en una furia que no podia ocultar.

– ?Me esta diciendo -comenzo en un tono preciso y exigente- que ha ido a Hertfordshire para acusar a la senorita Elizabeth Bennet de ese rumor y exigirle algun tipo de promesa? ?Por Dios, senora! ?Con que proposito y con que derecho interfiere en un asunto que solo a mi me corresponde resolver?

Los ojos de lady Catherine brillaron con una luz marcial. Se enderezo y, agarrando su baston, volvio a golpear el suelo.

– ?Por el derecho que me concede el hecho de ser tu pariente mas cercana y pensando solo en tus intereses! -Lady Catherine se levanto y se dirigio a Darcy con mordacidad-. ?Si, por tu bien! ?Ay, yo capte tu debilidad cuando ella estuvo en Rosings durante la primavera, pero no podia creer que estuvieras tan dominado por las artes y los encantos de esa muchacha -?y bajo mi propio techo!-, como para permitir ningun tipo de presuncion! Si hubiera puesto este asunto en tus manos, ?que habria sucedido? Si ella no se conmueve con los argumentos del deber, el honor y la gratitud, ?como se la puede convencer sino con la verdad de lo que le esperaria a semejante presuncion? ?Y yo estoy en todo mi derecho de decirselo! ?Ella no debe atentar contra el deber que tienes con tu familia, ni puede interponerse en la felicidad de mi hija!

Darcy rodeo la mesa y le devolvio la mirada con toda la rabia que habian generado las palabras y las acciones de su tia.

– Se ha extralimitado, senora. No puede haber excusa suficiente para perdonar su intromision en un asunto tan personal como el que describe, o para importunar a alguien tan absolutamente ajeno a usted, pero que, sin embargo, esta sometido a sus caprichos por la superioridad de su rango.

– ?Si hubiese recurrido a ti, solo lo habrias negado! Entonces, ?donde estariamos? Ella, al menos, no nego…

– ?Negar que? -Darcy sintio el impulso de sacudir a la mujer que tenia delante, aunque se tratase de su tia-. ?Como quedaron las cosas entre ustedes?

– ?Ella no quiso prometerme nada! Aunque le hice un recuento de todas las desventajas que resultarian de semejante matrimonio, ?no quiso oir nada! Se nego a prometer que no aceptaria un compromiso si le fuera ofrecido. ?Criatura tozuda y obstinada! ?Asi se lo dije! ?Ella esta decidida a arruinarte! ?Esta determinada a convertirte en el hazmerreir de todo el mundo!

Algo parecido a la esperanza penetro a traves del hielo que habia rodeado el corazon de Darcy. ?Ella se habia negado a prometer! ?Habia sufrido la mayor invasion de su privacidad y un escandaloso enjuiciamiento de su caracter, y sin embargo se habia negado a prometer! Elizabeth… Una sensacion de calidez broto dentro de su pecho y sintio deseos de alimentarla. Si alguna vez pudiera llegar a convertirse en algo mas, tenia que allanar primero el camino, una tarea que debia comenzar inmediatamente.

– Su senoria -Darcy dio un paso atras y se inclino-, debo ser claro con usted. Nunca podre aprobar o excusar sus acciones con respecto a la senorita Elizabeth Bennet. Sin embargo, tal vez ha sido error mio.

– ?Hummm! -resoplo su tia, cuyo rostro se ilumino con un aire de triunfo-. ?Que yo tenga que recordarle al hijo de George Darcy su deber para con el mismo y con su familia!

– No, senora, mi error reside en algo totalmente distinto. La idea de un compromiso matrimonial entre Anne y yo es algo que ninguno de los dos desea y nunca hemos deseado. -Su senoria intento abrir la boca en senal de protesta, pero Darcy la interrumpio-: Debi aclarar este asunto hace anos, pero en lugar de eso tome el camino mas facil de guardar silencio ante sus insinuaciones y manipulaciones, con la esperanza de que usted misma llegara a ver la imposibilidad de semejante union. Debo rogarle humildemente que me perdone por lo que ahora veo que fue no solo una cobardia sino una crueldad.

– Darcy, tu no puedes… Anne espera…

– Mi prima no espera casarse conmigo. Hemos hablado sobre este asunto y estamos de acuerdo. Mi crueldad reside en el hecho de permitir que usted siguiera albergando una ilusion imposible, en lugar de ser claro con respecto a la verdad de nuestra situacion. Le ruego que me perdone por eso, senora. -Darcy volvio a inclinarse.

Por una vez en la vida, su tia se quedo sin palabras. Contrajo la cara por el esfuerzo que tuvo que hacer para asimilar lo que acababa de oir. Dio media vuelta, se puso de espaldas, y luego volvio a su postura original. Finalmente, con gran esfuerzo, hizo a un lado su decepcion y ataco desde otro flanco.

– Aunque asi sea, sobrino, ?tu nunca le podras imponer esa… esa… mujer a tu familia! ?No puedes pretender hacerlo en contra de todos nuestros deseos y expectativas!

– ?Senora! -le advirtio Darcy.

– ?Semejante alianza va en contra de todos los intereses! ?Ella no sera bien recibida, no lo dudes! ?Quien es su familia? No tienen ninguna influencia o posicion, excepto por el hecho de ser el tema del escandalo mas abominable. La hija mas joven -?seguramente lo habras sabido!- huyo a Londres con un oficial. ?Un matrimonio arreglado y vergonzoso!

– ?Senora, basta ya! -rugio Darcy, y por un momento su tia se estremecio.

Busco apresuradamente su chal y su sombrero. Aferrandose a ellos, se volvio hacia el con una rabia que el nunca habia visto.

– ?No me quedare callada! Soy tu pariente mas proxima y debo actuar en representacion de tus padres. ?Por su bien y por el tuyo, te digo que contraer matrimonio con esa mujer seria una desgracia! -Darcy se quedo mirandola en impasible silencio-. ?Si persistes en esta locura -lo amenazo-, las puertas de Rosings quedaran cerradas para ti, tu nombre nunca volvera a ser pronunciado en mi presencia y te repudiare!

– Que asi sea, senora; como usted quiera. -Darcy le hizo nuevamente una reverencia y avanzo hacia la puerta-. ?El carruaje de lady Catherine! -grito y, dando media vuelta, le sostuvo la puerta abierta-. Su senoria.

– ?No creas que yo sere la unica que rechazara semejante union! -siguio diciendo lady Catherine, mientras pasaba delante de el y comenzaba a bajar las escaleras-. ?Le escribire de inmediato a tu tio, lord Matlock! El te hara entrar en razon. Te hara saber…

Solo cuando la puerta se cerro detras de ella, Darcy pudo soltar la respiracion que habia contenido por la rabia que le producian los innumerables insultos de su tia. Se dirigio a la ventana y la vio salir a la calle como una tromba. Despues de que el ligero carruaje se balanceara por la fuerza de su furia, el cochero arranco rapidamente y arreo a los caballos para que apresuraran el paso. Ojala desapareciera a toda prisa, penso Darcy, mientras tomaba la botella de brandy y se servia un poco. ?Por Dios! ?Nunca habia estado tan cerca de…! Tomo el vaso y le dio un sorbo. Luego lo dejo sobre una mesa y se acerco a la puerta, pero regreso enseguida. ?Esa insoportable mujer! Bebio otro sorbo. ?Que habia hecho! De pie en medio del salon, con la respiracion entrecortada, Darcy se paso una mano por el pelo. ?Elizabeth asediada de semejante forma! Sacudio la cabeza. ?Que podria haber oido su tia que la hiciera ir de inmediato a Hertfordshire? ?Un simple rumor? No, decidio Darcy. Tenia que haber algo mas. Contuvo el aliento, tratando de calmarse para pensar de manera racional. ?Que habia hecho su tia? ?Cual habia sido el resultado final de su absurda pretension?

Se sento en el divan y examino los hechos de aquella terrible entrevista. Elizabeth se habia negado a prometer que no lo aceptaria. Eso era lo que habia enfurecido tanto a su tia. ?Podria el atreverse, entonces, a creer lo contrario? ?Lo aceptaria Elizabeth? La actitud de la muchacha durante su ultima visita nunca lo habria inclinado a creer que podria aceptarlo. Pero, entonces, ?por que no lo habia dicho y se habia

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