habia sido el consejo de Dy, esperar y tener esperanzas. Podia hacerlo, aunque le resultara doloroso.

Porque jamas he podido leer… Darcy trato de recordar las palabras de Shakespeare, mientras se levantaba para marcharse… en cuento o en historia, que se haya deslizado exenta de borrascas la corriente del amor verdadero. Acababa de recibir su sombrero y su baston de manos de uno de los innumerables sirvientes de Boodle's, cuando otro se dirigio a el y le entrego una nota sobre una bandeja de plata.

Darcy subio los escalones de Erewile House sin mirar casi el carruaje de su tia Catherine, que estaba estacionado en la calle. Ya era bastante singular que no hubiese escrito para comunicar su intencion de hacer una visita, pero debia tratarse de algo urgente si habia venido directamente hasta su casa. No podia imaginar cual podia ser la razon de lady Catherine, excepto que estuviese relacionada con la salud de Anne. La puerta se abrio antes de que el llegara al ultimo escalon y enseguida aparecio Witcher, con una expresion bastante sombria, que recogio el sombrero y el baston.

– ?Donde esta? -pregunto Darcy, quitandose los guantes y cruzando el vestibulo.

– En el salon, senor. -Witcher le hizo una inclinacion al tiempo que recogia los guantes-. Le ruego que me perdone, senor Darcy, pero ella insistio en que lo llamaramos.

– Y estoy seguro de que no le dio muchas opciones -le dijo el caballero a su mayordomo-. Ha hecho bien, Witcher. ?Le han ofrecido algo de beber a lady Catherine?

– Si, senor, pero no quiso nada. Tal vez ahora que usted esta aqui…

– Traiga un poco de te, Witcher, si es usted tan amable. -Darcy subio las escaleras y se dirigio al salon. Fuese cual fuese el motivo de aquella aparicion de su tia, estaba seguro de que pronto sabria mas de lo que queria. ?Ojala no fueran malas noticias sobre su prima!

– ?Darcy! ?Por fin has llegado! -Lady Catherine se habia aduenado del salon. Estaba de pie, tan recta y rigida como el baston con empunadura de plata que tenia a su lado-. ?Ven! -Le tendio la mano con urgencia. Darcy la tomo rapidamente y, ofreciendole el apoyo de su brazo, la acompano a sentarse.

– ?Mi querida tia! -exclamo Darcy, al ver lo agotada que parecia y la manera en que se dejo caer sobre el divan-. ?Que sucede?

– Jamas, jamas en mi vida habia estado sometida a la clase de maltrato e ingratitud que he experimentado hoy. ?No se hacia donde va el mundo! -Su senoria pronuncio aquellas palabras de manera energica-. ?Nunca me habia tomado tantas molestias solo para ser insultada!

– ?Tia! -Darcy la miro con una mezcla de alivio y consternacion. Si no se trataba de noticias sobre Anne, ?que habria podido impulsarla a emprender aquel viaje?

Lady Catherine le clavo la mirada.

– He decidido hacer este tremendo esfuerzo en tu nombre, sobrino. Si -contesto ella al ver la expresion de sorpresa de Darcy-. ?Y en nombre de toda la familia! Alguien debe ocuparse de estas cosas antes de que sea demasiado tarde, y como yo siempre estoy atenta a lo que exigen el honor y el decoro, la desagradable tarea ha recaido sobre mis hombros. Si toda la familia se une, tal vez todavia podamos evitar que esta perversa y escandalosa falsedad se extienda mas.

Un golpe en la puerta interrumpio momentaneamente la asombrosa acusacion de su tia. Cuando Darcy dio permiso, Witcher y un lacayo entraron en el salon con el te. Mientras lo servian, Darcy se levanto de su silla para escapar a la aguda mirada de su tia y tener oportunidad para pensar. ?Una escandalosa falsedad? Al oir esas palabras, habia pensado enseguida en Georgiana, pero luego su tia habia dicho que habia sido por su causa. ?Podria tratarse de algo relacionado con los sucesos de Norwycke o lady Monmouth? Parecia poco probable, pero ?que otra cosa podia ser?

Despues de terminar su tarea, los criados se retiraron y Darcy se volvio hacia su tia.

– No entiendo a que se refiere. ?Que falsedad es esa?

– ?Acaso no la has oido? -Una sonrisita se escapo de los labios fruncidos de lady Catherine, pero desaparecio de inmediato-. Pero, claro, es demasiado increible para que alguien sensato lo repita. -Lady Catherine miro a su sobrino con actitud de reproche-. Sin embargo, sobrino, debe ser energicamente rectificada, en especial por tu parte, y hay que demostrar que quien la difundio es un mentiroso.

Darcy empezo a perder la paciencia ante aquella extrana reticencia de su tia a hablar claro.

– Senora, si yo supiera que es lo que ha despertado tanta inquietud en usted, tal vez pudiera tranquilizarla con mas facilidad.

Lady Catherine abrio los ojos con desaprobacion al oir el tono de Darcy, pero el pudo ver que no estaba intimidada. En lugar de eso, parecia a punto de sufrir un ataque.

– Esa joven… por la que me interese tanto la primavera pasada… la amiga de la esposa de mi parroco…

– ?La senorita Elizabeth Bennet? -Darcy no dio credito. ?Por Dios! ?Acaso se habian conocido sus gestiones a favor de Lydia Bennet?

– ?La misma! Ha mostrado ser totalmente indigna de la atencion que recibio por mi parte. ?Esa mujer ha difundido el rumor de que ella va a convertirse en la senora de Fitzwilliam Darcy! -Al decir esto ultimo, lady Catherine golpeo el suelo con la punta de su baston y se recosto contra el respaldo, con los ojos fijos en su sobrino.

El impacto que le causaron las palabras de su tia no podia excusar, de ninguna manera, la necesidad de mantener el control, pero el corazon comenzo a latirle como loco y sentia que la sangre corria desbocada por sus venas.

– Ya veo -logro responder en un tono neutro y rapidamente se dio media vuelta para dirigirse al divan que estaba enfrente del que ocupaba su tia, al otro lado de la mesita, y se sento.

– ?De verdad lo entiendes, Darcy? El cuento ya se ha difundido por Hertfordshire y ha llegado a mis oidos en Kent, no hace mas de tres dias. He decidido tomar medidas de inmediato, claro, y he hecho lo que se podia hacer.

?Que habia hecho su tia? Elizabeth… ?Oh, Darcy necesitaba saberlo! Sin embargo, si queria obtener de ella toda la informacion que necesitaba sobre este asunto, debia ocultar sus propias emociones y aprovecharse de los prejuicios de lady Catherine con sumo cuidado.

– Lo que veo -le explico a su tia- es que esta bastante contrariada por algo que le contaron sobre la senorita Elizabeth Bennet. ?De donde ha salido esa historia? ?Es fiable la fuente?

Su tia parecio relajar la tension con que tenia agarrado el baston y lo dejo a un lado.

– En los dos casos, proviene de la fuente mas fidedigna. Mi pastor, el senor Collins, lo menciono, y ademas de ser mi parroco, esta emparentado con esa mujer. Y por si fuera poco, ella es la amiga intima de su esposa. No puede haber ningun malentendido, sobrino.

– Tal vez -dijo Darcy lentamente, mientras se inclinaba sobre la mesita, para tomar de una taza de te que le sirviera de escudo. ?Entonces lo habia sabido a traves de Collins? En realidad, debia de haber sido a traves de su esposa. ?Una carta de Elizabeth? ?O una comunicacion de la familia Lucas?-. ?Y de que forma le llego esa informacion?

– ?De que forma? ?Lo oi de los labios del propio Collins, Darcy! -exclamo lady Catherine con tono de protesta, al ver que Darcy enarcaba una ceja, pero luego se suavizo-. Una carta de la familia de su mujer, evidentemente, en la cual le contaban la noticia del compromiso de la hija mayor de los Bennet con tu amigo. -Lady Catherine levanto la voz-. Y se supone que pronto seguira tu boda con la siguiente hija. ?No podemos tolerar ese pernicioso chismorreo! -Lady Catherine volvio a golpear el suelo con el baston, que habia vuelto a agarrar con vehemencia.

Darcy nego con la cabeza.

– Mi querida tia, a lo largo de los anos mi nombre se ha visto unido al de innumerables jovencitas. Todo rumores. Puro cuento. ?Por que deberia preocuparse por este ultimo?

– Porque -replico ella- tu… o mejor, ella… -Lady Catherine cerro la boca y durante un momento se limito a mirar fijamente a Darcy. El le devolvio la mirada con toda la inocencia que pudo reunir, pero la verdad es que era esencial oir la respuesta de la anciana dama. Tenia que haber algo mas que un simple chisme para que su senoria se alterara de esa forma.

– Por favor, continue, senora.

– ?Ah! -estallo ella-. ?Si hubieses permitido que tu compromiso con tu prima se hiciera publico, esto no habria

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