Brougham lo habia impulsado a buscarla, a pesar de haber estado ausente la mayor parte del dia. Georgiana contesto con inocencia que si, lord Brougham habia venido a buscarlo, pero solo habian hablado breves momentos antes de informarle de que el habia salido.

– ?Y de que hablasteis en esos «breves» momentos, Georgiana? -habia preguntado Darcy de manera despreocupada, mientras admiraba uno de sus bordados, que estaba colocado en el bastidor. Como todo lo que su hermana hacia, el trabajo era exquisito y preciso. Los hilos de seda representaban una escena del Eden, el jardin invernadero que tenia su madre en Pemberley. Una serie de hilos de diferentes colores que colgaban del bastidor atrajo su atencion y, sin pensarlo, Darcy los agarro delicadamente.

– Quiso saber como estabas desde tu regreso de Kent, pues no te habia visto desde que nos habia traido a Trafalgar. Luego pregunto amablemente por la ceremonia para descubrir el retrato.

– ?Nada mas? -pregunto Darcy, jugueteando con los hilos, deslizandolos con enorme familiaridad entre sus dedos.

– Hablamos un poco de un libro que el me envio y que me animo a leer. No recuerdo nada mas; aunque, por un momento… -Georgiana vacilo y luego lo miro a con curiosidad. El siguio la mirada de su hermana hasta su propia mano y se sonrojo al ver que se habia enredado los hilos en los dedos sin darse cuenta. Rapidamente los desenrollo y los volvio a poner sobre la mesa, con la mayor indiferencia que pudo-. Ah, puedes tomarlos para ponerlos con los otros, si quieres -le aseguro su hermana con una sonrisa rapida.

– Por un momento… ?que? -insistio Darcy, dandole la espalda a esa terrible tentacion.

– Por un momento… -Georgiana arrugo la frente con perplejidad-. Parecio sentirse mal… pero no exactamente enfermo. No sabria decir que paso; sucedio muy rapido. Pero tu lo conoces muy bien. -Georgiana levanto la vista para mirar a su hermano-. ?Que pudo haber sucedido?

– Hummm -resoplo Darcy-. Sucedio que tomo la decision de embarcarse en una mision que sabia que era una intromision y una impertinencia. -Darcy desvio la mirada con un poco de exasperacion, confundido por la inexplicable actuacion de Dyfed Brougham. ?Realmente «lo conocia tan bien»? Se inclino hacia delante y le dio un beso a su hermana en la frente-. Buenas noches, preciosa.

– Lo mismo te deseo, hermano -respondio ella, con una sonrisa matizada por un aire de desconcierto.

Darcy dejo a su hermana para pasar otra noche aciaga en su habitacion, sin dormir y desconfiando al mismo tiempo de los suenos que le podria traer la noche. Habia desperdiciado la manana, porque a pesar de lo mucho que se habia esforzado en revisar el monton de documentos que Hinchcliffe le habia preparado, no pudo avanzar mucho antes de caer en una ensonacion o en un estado de adormecimiento. Despues de renunciar a concentrarse, se habia estirado sobre el divan de su estudio y habia dormido una hora incomodo pero sin suenos, antes de que lo despertara el timido golpe de Witcher en la puerta para traerle la tarjeta de Bingley.

La mirada de alivio que percibio en la cara de Georgiana cuando aparecio en el salon llamo su atencion y, mientras le tomaba la mano para besarsela, pudo sentir una tension inusual en su actitud.

– ?Georgiana? -murmuro, mientras vigilaba la puerta que se abriria en segundos para dejar entrar a sus visitantes.

– No es nada, hermano -dijo Georgiana, sonrojandose, y retiro la mano.

– ?Tonterias! -replico Darcy y anadio con voz suave-: Dime que sucede.

Georgiana se puso todavia mas colorada.

– La senorita Bingley -confeso avergonzada-. Yo… -En ese momento se abrio la puerta del salon, dando paso a la causa de la confusion de su hermana. No hubo tiempo para decir nada mas.

Darcy avanzo hacia el frente.

– Senorita Bingley. -Le hizo una reverencia y luego se volvio hacia su hermano y le tendio la mano-. ?Charles! Asi que ya habeis vuelto.

– ?Darcy! ?Si! -Bingley le estrecho la mano con fuerza-. Londres, o mejor dicho, la temporada social, ya nos estaba llamando, y Yorkshire no es lugar para nosotros, ?puedes creerlo? Senorita Darcy. -Bingley dio media vuelta y le hizo una inclinacion a Georgiana-. Sera un gran placer para nosotros asistir a la ceremonia de descubrimiento la proxima semana.

– ?Charles! La ceremonia durante la cual se descubrira el retrato de la senorita Darcy, por favor. -La senorita Bingley entorno los ojos-. Esperamos muy ilusionados, senorita Darcy. -Le dirigio una indulgente sonrisa a su interlocutora-. Sera la ceremonia mas esplendida de la temporada. Segun entiendo, el mismo Lawrence va a asistir, ?no es asi? -Sin esperar a recibir una respuesta, miro a Darcy-. Vaya, es el colmo de la buena suerte, ?verdad, senor Darcy? La presentacion en sociedad de su hermana ya se ha convertido en un gran tema de conversacion; la presencia de Lawrence garantizara el exito de la ceremonia. ?Me imagino que Erewile House se vera inundada de gente que querra saludarla!

Mas que ver, Darcy percibio como Georgiana se estremecia ante el exagerado elogio de la senorita Bingley. ?Era increible que una mujer que decia apreciarla tanto conociera tan poco el verdadero caracter de su hermana! ?La trataba como si fuera una munequita bonita, sin preocuparse lo mas minimo por sus pensamientos o sentimientos! Darcy dejo de prestar atencion a la senorita Bingley y se dirigio a su hermano.

– Desde luego que sereis bienvenidos, pero no sera tan concurrida como estais pensando. Hemos decidido invitar solo a la familia y los amigos mas cercanos.

– ?Ay, eso no puede ser cierto! -exclamo la senorita Bingley, llamando la atencion de todo el mundo con un chillido estridente mientras tomaba asiento-. Senorita Darcy… -dijo, dirigiendose a Georgiana.

– Pero lo es -interrumpio Darcy, mirandola con irritacion. ?Estaba muy equivocada si creia que le iba permitir mortificar a Georgiana con ese asunto!-. Eso es lo que Georgiana desea.

– ?Les gustaria tomar algo, senorita Bingley, senor Bingley? -intervino Georgiana con voz suave pero firme. Despues de mirarla con una sonrisa de asombro y aprobacion, Darcy apoyo la sugerencia.

– Si, seguramente querran una taza de te. Estoy seguro de que la senora Witcher tiene algo preparado. -Le senalo a Bingley una silla, invitandolo a sentarse, y toco la campanilla-. Y ahora, Charles, tienes que contarnos que has hecho todas estas semanas en Yorkshire.

Esa noche, mientras Darcy se abrochaba el chaleco delante del espejo, no sabia si sentirse contento por el hecho de que Brougham no hubiese aparecido durante todo el dia, o molesto con el por haber mantenido las distancias. Dy era como un fuego fatuo, era cierto; pero ?que significaba aquello de acercarse a el como lo habia hecho en el club de esgrima y luego, sin la mas minima consideracion hacia Georgiana, desaparecer? ?Eso ya era el colmo! No obstante, si Brougham hubiese venido, ?que habria ocurrido? Probablemente habrian tenido una discusion desagradable, que provocaria un distanciamiento entre ambos, porque, en ese mismo momento, Darcy se estaba preparando para la selecta reunion de Monmouth y nada de lo que Dy hubiese dicho habria podido disuadirlo de asistir. De hecho, ya estaba teniendo que soportar suficientes criticas con respecto a la velada de esa noche por parte de su ayuda de camara, como para anadirle la desaprobacion de Brougham. Cuando Darcy habia informado a Fletcher la noche anterior de que iba a salir a una reunion formal, su ayuda de camara se habia alegrado mucho y habia comenzado a revisar el guardarropa con su acostumbrado entusiasmo. Pero aquella noche, sin embargo, la idea de presentar a su patron como el maximo exponente de la moda no despertaba en el la misma excitacion.

– ?Ha dicho usted lord y lady Monmouth, senor? -habia repetido con un poco de incredulidad, al descubrir quienes serian los anfitriones de su patron durante la velada-. ?Esta usted seguro, senor? -habia preguntado su ayuda de camara, mientras lo afeitaba por segunda vez ese dia.

– Si, Fletcher. -Darcy lo habia mirado con ironia-. Estoy seguro de quien me ha invitado. -Sabiendo que debia de haber algo mas detras de aquella pregunta, continuo-: ?Por que?

– ?Para abreviar, el castillo de Norwycke, senor! -respondio Fletcher con una mueca de disgusto-. Y desde entonces lord Monmouth y, en especial, lady Monmouth han sido vistos con una compania mas bien variada, senor.

– Eso me dijo Monmouth. «Filosofia y politica» fue la descripcion que hizo. ?Nada parecido a lo que acechaba entre las sombras de Norwycke, Fletcher! -Ante esa observacion, el ayuda de camara solo habia dejado escapar un suspiro de escepticismo.

– Es estupendo saber que podra uno sonreir y sonreir…, senor -habia replicado Fletcher, antes de volver a ocuparse de la navaja.

No dijeron nada mas, pero Fletcher le fue pasando a su patron cada una de las prendas que usaria esa noche

Вы читаете Solo quedan estas tres
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату