sucedido unos instantes antes-. Si, Bellingham. -Darcy miro a sir John y, cuando este comenzo a inspeccionar el salon con la mirada, le dijo-: Ya se ha ido, pero tal vez usted pueda explicarme algo que el ha dicho.

– ?Algo que ha dicho ahora? -El tono de O'Reilly parecio enfriarse-. Me parece que Bellingham dice demasiadas cosas.

– En realidad fue una pregunta, que aparentemente yo no entendi, pues se ofendio mucho al oir mi respuesta.

– ?Que tiene usted en la mano? ?Seria esa la pregunta? -Al ver el gesto de sorpresa y confirmacion de Darcy, O'Reilly desvio la mirada y maldijo en voz baja-. ?Y usted que le contesto?

– Que tenia una copa de vino… -O'Reilly casi se ahoga al oir su respuesta-. Lo cual era cierto. Pero el estaba esperando algo mas, ?no es asi?

– ?Ah, claro! -O'Reilly levanto los ojos al cielo y luego sacudio la cabeza-. Siendo un hombre inteligente, usted habra observado que la mayor parte de los asistentes a esta reunion son de origen o inclinacion irlandesa. El estaba poniendo a prueba sus simpatias, para ver hacia donde se dirigian, y «una copa de vino» ?no era la respuesta correcta!

– Si, eso lo dejo bien en claro -repuso Darcy-. Pero…

– Ah, ahi esta nuestra querida Sylvanie con Moore -interrumpio sir John, llamando la atencion de Darcy hacia la puerta. En efecto, alli estaba Sylvanie, encantadora con su arpa en los brazos y el gran Moore a su lado. La multitud se separo para permitirles colocarse en el centro del salon, mientras los aplaudian-. Venga, Darcy. -Sir John deposito su vaso, agarro otro par de vasos de una bandeja y le paso uno a el. Cuando el caballero miro a su alrededor, vio que los camareros estaban entregandole vasos identicos a todos los presentes y que todo el mundo se ponia en pie-. ?Ahora espere a oir el brindis! -Sir John le dio un codazo e hizo un gesto con la cabeza para senalar a su anfitriona y al famoso invitado, mientras el salon quedaba en silencio.

Sylvanie se acomodo el arpa en un brazo, se echo hacia atras los tirabuzones que caian seductoramente sobre el hombro y acepto, al igual que Moore, el vaso que le ofrecia un camarero. La expectacion que se apodero del salon desperto la curiosidad de Darcy, mientras toda la atencion se centraba sobre ellos. De repente Sylvanie levanto su vaso.

– ?Que tienes en la mano? -pregunto.

– ?Una rama verde! -respondieron atronadoramente todos los presentes en el salon, levantando a su vez el vaso.

– ?Donde nacio? -dijo Moore, que dio un paso al frente y levanto tambien el vaso.

– ?En America! -fue la respuesta al unisono. Darcy bajo la mirada hacia su vaso con consternacion, sin saber exactamente que debia hacer. Sintio que deberia saberlo, deberia tomar una decision y luego ponerla en practica; pero no sabia por donde empezar.

– ?Donde florecio? -grito sir John, parado al lado de Darcy.

– ?En Francia! -La respuesta corto el aire. Luego todo volvio a quedar en silencio y todos los ojos se volvieron hacia la anfitriona.

Sylvanie recorrio lentamente el salon con sus ojos grises. Todos estaban con ella, de eso Darcy no tenia duda. Ella los tenia en la palma de la mano, con delicadeza pero con firmeza, mientras se erguia con salvaje belleza delante de todos. Una expresion de exaltacion cruzo lentamente por la cara de la dama, haciendo que Darcy recordara imagenes de su conversacion en el castillo de Norwycke. Poder, habia dicho ella la ultima vez que Darcy habia visto esa expresion, el poder que se siente al subirse en la cima de la pasion, esa es la vida que merece la pena vivir. ?Acaso ella lo habia probado con su propia experiencia? Cuando Sylvanie volvio a levantar el vaso, su voz trono como un rayo subito en medio del silencio.

– ?Donde la vas a sembrar?

– ?En la corona de Gran Bretana! -El rugido recorrio el salon y un centenar de vasos llenos de whisky irlandes se vaciaron al instante.

– ?Ahora, muchacho, ahora! -O'Reilly invito a Darcy a beber, mientras se secaba los labios con el dorso de la mano-. ?Ah, una vision magnifica! ?No?

Darcy asintio con la cabeza.

– Si, asi es. -Darcy levanto el vaso y brindo con ella. Por ti, Sylvanie, dijo para sus adentros, y tu pasion por la vida. En ese momento, un camarero se acerco a sir John con una bandeja sobre la cual el hombre deposito su vaso vacio. Al verlo, Darcy se llevo su bebida a los labios, pero el criado se volvio bruscamente hacia el y le tiro el vaso de la mano. Los tres hombres soltaron una exclamacion mientras el pesado vaso caia al suelo con un golpe seco.

– ?Perdon, senor! -El criado bajo la cabeza mientras se disculpaba y luego se agachaba para recoger el vaso. Darcy fruncio el ceno al ver la espalda ancha del hombre mientras secaba la alfombra y reconocio que era el mismo criado que le habia llamado la atencion hacia un rato. El hombre estaba mirando hacia abajo, como le correspondia cuando estaba en presencia de sus superiores, pero Darcy seguia percibiendo algo en el, tal vez sus movimientos, que le resultaba muy familiar. En ese instante, el criado se levanto y, dandole la espalda a Darcy, procedio a atender a sir John, que se estaba limpiando las gotas de whisky que le habian saltado al chaleco.

– ?Tenga cuidado, hombre! -exclamo sir John furioso, contrariado por los inutiles intentos del hombre por remediar la situacion.

– Si, senor -respondio el criado y luego anadio en voz mas fuerte-: ?Excelente consejo, senor!

– ?Que? -pregunto sir John, anonadado por la impertinencia del hombre, pero el criado ya estaba haciendo una reverencia y luego se perdio con la bandeja entre la multitud-. ?Sinverguenza descarado! -le comento O'Reilly a Darcy, que se quedo inmovil un momento, mirando al hombre con incredulidad. ?Esa voz! ?No podia ser… Darcy se puso de puntillas, tratando de seguir el rastro del hombre a traves del salon, pero ni siquiera su estatura le permitio ver con claridad a su presa.

– ?Tendra usted que disculparme, O'Reilly! ?Perdon! -balbuceo y dio media vuelta, pero sir John lo agarro del brazo.

– ?Adonde va, muchacho? Sylvanie querra saberlo -le pregunto.

– No lo se. -Darcy se giro a buscar al criado con desesperacion-. ?Tendra que excusarme! -Se zafo y salio corriendo en la misma direccion que habia tomado el camarero, esquivando a los otros criados e invitados que se movian por el salon. Por fin alcanzo la puerta y se deslizo al corredor, que tambien estaba lleno de gente. Mirando por encima de las cabezas de la concurrencia, alcanzo a ver al hombre cuando se metia por un pasadizo que habia al fondo del pasillo. El hombre vacilo y luego, como si hubiera tomado una decision, se dio la vuelta para mirarlo directamente. ?Confirmado! Darcy no sabia si entregarse a la sensacion de triunfo, de rabia o de curiosidad, pues las tres luchaban por apoderarse de el mientras avanzaba hasta la ultima puerta del corredor. Cuando por fin se libro de la multitud, apresuro el paso, no solo para alcanzar su objetivo sino tambien porque el hombre parecia pedirle que lo hiciera.

– ?Que demo…? -comenzo a decir, pero el supuesto criado lo miro con severidad y tiro de el para que cruzara el umbral; luego cerro la puerta con sigilo. Darcy dio varios pasos dentro de la habitacion y se giro bruscamente para mirar al camarero-?Por Dios! ?Que diablos estas haciendo aqui fingiendo que eres un criado, Dy?

– ?Te molestaria hablar en voz baja? ?Estas gritando como un animal! -Brougham volvio a mirarlo con aire de censura, lo cual hizo que Darcy cruzara los brazos sobre el pecho y le respondiera con una mirada similar. Lord Brougham ignoro aquel gesto y reviso nuevamente la puerta, para asegurarse de que nadie los oyera o los molestara.

– ?Tu me estas siguiendo! -lo acuso Darcy-. De todos…

– No, yo no te estoy siguiendo -replico Dy rapidamente, luego se retracto y anadio-: No exactamente. Lo que pasa es que ya me habia comprometido a venir aqui esta noche, antes de que tu permitieras que Monmouth te obligara a aceptar su invitacion; ?aunque la idea de ponerte un vigilante no es tan mala! ?Por Dios, Darcy, te adverti que te mantuvieras alejado y tu vas y te metes precisamente en la boca del lobo!

– ?Meterme en que? ?Estas diciendo estupideces, Brougham! -repuso Darcy, cada vez mas molesto-. Y si tu estabas invitado, ?por que querias evitar que yo viniera? ?Lo que dices no tiene sentido! -Dejo caer los brazos y, senalando el disfraz de Brougham, miro a su amigo con ojos escrutadores-. ?Y por que estas vestido de

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