– ?No, Georgiana! ?Mi nina querida! -protesto Darcy, abrazandola-. ?Que posibilidades tenias tu frente a el? - Acaricio los rizos que caian sobre su hombro-. ?Tu has sido demasiado generosa conmigo, porque todo el mundo puede ver que yo tuve la culpa! Tu no tenias posibilidad de defenderte, porque yo no estaba contigo para protegerte ni tengo ninguna razon valida para justificar mi ausencia. ?Yo mismo tenia que haberte acompanado a Ramsgate o a donde quisieras ir! -Darcy solto a su hermana, se levanto y camino ciegamente hacia la chimenea. Apoyo la cabeza contra el frio marmol y respiro hondo-. Fui negligente contigo. No me ocupe de ti. ?Y por que? ?Por nada! Nada que se pueda comparar con tu bienestar. ?Dios y tu me teneis que perdonar!

– No, Fitzwilliam. -La protesta de Georgiana vibro delicadamente en el aire-. Yo tenia todo lo que necesitaba para defenderme de los halagos de Wickham. ?Concedeme por lo menos la sensatez de saber que era lo correcto y conocer mis deberes para con mi familia! -Se levanto, se acerco a su hermano y le puso una mano en la espalda-. Lo que me hacia falta era caracter para rechazar sus propuestas. El se aprovecho de mi simpatia y mis suenos romanticos, si, pero tambien estimulo mi vanidad y alimento mi descontento con innumerables insinuaciones intencionadas. -Darcy nego con la cabeza y dio media vuelta-. Hermano, siempre me han animado a tener una opinion excelente de mi misma. Al no tener que demostrar la entereza de mi caracter, gracias a la proteccion de la riqueza y la posicion social, yo no sabia realmente cuanto valia. Desde entonces he aprendido que en esas cosas mas importantes soy pobre y debil y tengo muchas carencias. Era la leccion mas importante que tenia que aprender en la vida. Asi que ya ves, Fitzwilliam. -Georgiana lo agarro del brazo-. No puedes echarte toda la culpa. Pero en aquello relacionado con la parte de culpa que te corresponde, querido hermano, te perdono con todo mi corazon.

Darcy miro a su joven hermana, cuyo rostro parecia ansioso de que el aceptara por fin su absolucion. Habia obtenido lo que deseaba en esa parte de la confesion, pero parecia demasiado facil.

– ?Fui imperdonablemente egoista, Georgiana!

– Hermano. -Georgiana trato de detener la confesion de Darcy.

– Yo he debido…

– ?Fitzwilliam! ?Yo se que eres egoista! -exclamo y luego se rio al ver la expresion ofendida de Darcy-. Normalmente eres el mas amable y generoso de los hermanos, pero con los demas, y a veces tambien conmigo, piensas primero en tus propios intereses. ?Ay! -exclamo-. ?Por favor, no me pongas esa cara cuando solo me estoy mostrando de acuerdo con lo que acabas de confesar! ?Acaso no te he perdonado ya? Si sigues hablando, ?voy a creer que te sientes orgulloso de tu confesion!

Darcy hubiera querido que el rubor que encendio su rostro fuera producto del arrepentimiento y no de la verguenza y mortificacion que sintio. Parecia que no podia ni confesar sus faltas sin hacer un despliegue de orgullo.

– Bueno… Hummm… Entonces, gracias -repuso, desviando la mirada, sintiendose incapaz de observar a su hermana-. Eres muy amable.

– No, no soy «muy» amable, porque ahora -dijo Georgiana, al tiempo que volvia a sentarse en el divan y senalaba el sitio junto a ella- es tu turno, tal como prometiste.

?Su turno! ?Por donde iba a comenzar? Ignorando la invitacion de Georgiana para sentarse, Darcy paso por detras de ella y atraveso el salon. El rumor del vestido de su hermana le indico que lo estaba siguiendo con la mirada. Sintiendose vigilado y sin tiempo para recuperar la compostura, dio media vuelta y se sento junto a ella, soltando un suspiro.

Cerro los ojos y se recosto.

– Tal vez recuerdes una carta que te envie desde Hertfordshire acerca de una joven. Creo que en Navidad hablamos sobre ella.

– Si, la senorita Elizabeth Bennet.

Darcy abrio un ojo para mirar a su hermana.

– ?Recuerdas su nombre?

– Ah, claro. -Georgiana tenia los ojos muy abiertos, con actitud expectante-. No podria olvidar el nombre de una mujer que capto de tal manera tu interes y tu aprobacion.

– Si, bueno. -Darcy suspiro. Luego comenzo a contarle a su hermana todo lo que habia ocurrido, pero los recuerdos le llegaban con tanta rapidez e intensidad que era dificil seguir una cronologia muy precisa.

– En Rosings descubri que mi atraccion por ella crecia dia a dia. Llegue al punto de decidir que, a pesar de los innumerables obstaculos, no podia vivir sin ella. Comence a cortejarla, ansioso por llevar el asunto a feliz termino y al mismo tiempo avergonzado por lo que suponia eran consecuencias inevitables de mi eleccion. Mi ambivalencia era tan absoluta que el objeto de mis atenciones no tenia la minima sospecha de que habia sido elegida. Cuando finalmente ya no pude negarme mas a mis deseos, acudi a ella y ella recibio mi propuesta de matrimonio con un frio rechazo, al tiempo que se mostraba sorprendida de saber que yo la tenia en tan alta estima.

– ?Te rechazo! -Georgiana lo miro con incredulidad-. ?No puede ser! Con seguridad hubo un error, algun malentendido…

Darcy tomo la mano de Georgiana entre las suyas y le pidio que guardara silencio.

– Si, hubo un error y un malentendido -respondio el, sacudiendo negativamente la cabeza para extinguir la esperanza que habia aparecido en los ojos de Georgiana-. Lo que se interpuso entre la hermana de Elizabeth y Charles fue mi equivocada vanidad. Precisamente esa manana, Elizabeth habia descubierto mi participacion en la desgracia de su hermana y me culpo de ello con toda justicia. El malentendido… -Darcy hizo una pausa. ?Deberia rebelarle a su hermana la reaparicion de Wickham?-. El malentendido tenia que ver con un malicioso rumor sobre mi que llego a oidos de Elizabeth y que ella no tenia motivos para no creer, teniendo en cuenta la manera vil de portarme antes con ella. Desde luego, tan pronto como tuvo conocimiento de mi intervencion en el primer asunto, ya no tenia motivos para no creerme capaz de la peor injusticia.

– ?Pero seguramente se lo explicaste! -protesto Georgiana-. ?Se que debes de haberte sentido apenado por lo que habias hecho!

Darcy le apreto la mano.

– Lamento decir que no me senti apenado. Su rechazo me resulto tan doloroso y humillante que justifique mi comportamiento todo lo que pude. -Suspiro-. Nos dijimos cosas que voy a lamentar hasta el dia mi muerte. Mas tarde le escribi una carta explicando mis acciones con respecto a su hermana, por lo cual creo que nunca me perdonara. En cuanto al malentendido, tengo la esperanza de haberla convencido de mi inocencia en ese asunto, pero no creo que eso pueda llevar a una reconciliacion. Ella dejo muy claro cual era la opinion que tenia de mi y de mis defectos. No, ella no puede ni nunca podra amarme, querida. -Darcy bajo la voz.

– ?Querido hermano! -La compasion de Georgiana le resulto mas dulce de lo que se habia imaginado.

– Me rebele contra el dolor de mi corazon y la perspectiva de un futuro lleno de infelicidad. La culpe a ella por enganarme, al destino por jugar conmigo y a todo y a todos excepto a mi mismo. Como dijiste, fuimos educados para tener una buena opinion de nosotros mismos, tal vez demasiado buena. Desde que regrese de Kent, no he hecho mas que arrastrar mi dolor de manera mezquina, sin pensar en los que se preocupan por mi bienestar. Anoche, a pesar de que me lo desaconsejaron, fui a caer en compania de gente peligrosa, impulsado solamente por mi orgullo y mi presuncion. Fue necesaria la intervencion de lord Brougham para hacerme entrar en razon y luego recompense sus esfuerzos emborrachandome. Me he portado de manera abominable y estupida, a causa de mi orgullo y mi vanidad. Me siento avergonzado. -Trago saliva-. No soy el hombre en el que queria convertirme para honrar la memoria de nuestro padre. Ademas, te he hecho sufrir, Georgiana, por culpa de mi egoismo - concluyo-, y me siento muy avergonzado por eso. -Darcy le solto la mano y espero, mientras se preparaba para oir el juicio de su hermana.

– Hermano -suspiro Georgiana, llevandose los dedos a los labios para reprimir un sollozo-. ?Has sufrido tanto, Fitzwilliam! ?Yo sabia que tu rabia y tu aislamiento tenian su origen en alguna pena, pero no fui capaz de imaginar esto! Amar y recibir… -La emocion la embargo y le impidio continuar.

– Mi dolor… -Darcy busco en el bolsillo de su chaqueta y saco su panuelo para secar las mejillas de su hermana-. El dolor que he padecido no justifica mis acciones, aunque no hubiese sido yo mismo el que lo ha causado.

– ?Somos una pareja patetica! -Georgiana miro a Darcy mientras el le secaba las lagrimas-. Nos dieron la oportunidad de cuidarnos solos y hemos respondido como ninos, rechazando las ensenanzas y evitando la disciplina.

– Pero creo que tu estas reconciliada contigo misma. -Darcy la miro atentamente-.

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