– He notado el extraordinario afecto que sentis el uno por el otro, y Bella tambien lo ha notado.

– ?Cuando…?

– Os vimos juntos en el teatro el lunes pasado, en el recital de lady Lavinia el jueves, aunque llegasteis tarde y os fuisteis pronto, y en la opera el sabado -dijo Manning, contando con los dedos las ocasiones-. En resumen, el asunto es este: Bella os admira mucho a ti y a la senorita Darcy. -El rencor del baron resultaba innegable-. Y para ser franco, aunque tu eres insufriblemente correcto en todas las cosas, es obvio que haces algo mas que soportar la compania de tu hermana. Un hombre de tu inteligencia… -Darcy enarco las cejas, fingiendo algo mas de asombro del que realmente sentia al recibir el primer cumplido autentico que Manning le hacia en la vida-. Si, reconozco todos tus talentos y virtudes -acepto Manning-. Un hombre de tu inteligencia y caracter no seria tan atento con su hermana menor si ella fuera una jovencita bulliciosa y discola, por un lado, o una condenada sabihonda, por el otro. A Bella le sentaria muy bien adquirir algo de la moderacion e inteligencia de tu hermana. -Manning guardo silencio cuando un criado se acerco con una bandeja-. Camarero, ?que lleva usted ahi?

– Brandy, milord. -El hombre se inclino y les acerco la bandeja.

– ?Excelente! ?Estoy seco despues de toda esta parrafada! -Manning agarro un vaso-. ?Darcy?

– No, gracias -rechazo Darcy, mirando al baron que intentaba aliviar la incomodidad que le producia la desagradable posicion en que se encontraba.

– A pesar de nuestra larga relacion antagonica, ?permitirias que la senorita Darcy conociera a Bella, propiciarias una amistad entre ellas? -La mirada orgullosa del baron, que habia abandonado solo por un instante, regreso en ese momento y desafio a Darcy a adoptar una actitud compasiva o triunfante.

Darcy se quedo inmovil, mientras trataba de recuperarse de la sorpresa que le habia causado la solicitud de Manning. ?Como podia responderle? Habia muchas cosas en juego: anos de lo que Manning habia descrito con tanta precision como una «relacion antagonica», durante los cuales Darcy habia soportado la peor parte; el hecho de imponerle a Georgiana una «amiga» que ella no habia elegido y el mayor contacto con Manning que implicaria dicha relacion. ?Eso sin mencionar que los parientes del baron de la familia Sayre habian caido en total desgracia social y financiera, y que una de las damas de la familia estaba metida hasta su adorable cuello en un caso de sedicion! Entrecerrando los ojos para estudiar al hombre que tenia al otro lado de la mesa, Darcy trato de buscar en el algo que indicara que albergaba algun sentimiento por las dificultades de su hermana, que no fuese la irritacion y el deseo de deshacerse de sus responsabilidades hacia ella. El hecho de que aquel hombre hubiese recurrido a el en busca de ayuda era extraordinario en si mismo y hablaba en favor de algo mas que la preocupacion por el efecto que tenia su hermana sobre su fortuna, pero la dureza de la mirada y la arrogancia de la actitud de Manning mientras esperaba la respuesta de Darcy reducia la posibilidad de que existiera un sentimiento mas profundo o delicado. Si aceptaba, pareceria que ignoraba el desprecio que Manning sentia por el, un desprecio que Darcy nunca habia entendido, ni tampoco la razon que lo habia provocado. Si hubiese un poco de justicia en el mundo, deberia aprovechar esta oportunidad para…

Aunque pidas justicia… rogamos para solicitar clemencia. Cuando Darcy apreto la mandibula para expresar su negativa, recordo de repente la delicada promesa de Georgiana de ser su Porcia, su abogada. Para ser justos, ?que otra cosa podria exigir Darcy en este caso que vengarse por las afrentas contra su orgullo herido? Pero en su propia lucha, ?lo que le habia permitido salir adelante no habia sido precisamente la clemencia de Georgiana y la manera en que Dy lo habia ayudado a recuperarse?

– ?Y bien? -le ladro Manning, preparandose para torcer la boca en una risita sarcastica al escuchar la negativa.

– ?Le vendria bien a la senorita Avery un encuentro el jueves por la manana? -pregunto Darcy-. ?Tal vez a las once? -Al decir esto, descubrio que la cara de asombro que puso Manning compensaba totalmente el esfuerzo de rendirse a los angeles de la clemencia.

– ?Estas de acuerdo? ?Que el diablo me lleve! -Manning se dejo caer sobre el respaldo de la silla, perplejo-. ?Eso es muy amable por tu parte, Darcy! -logro decir, despues de varios minutos sin conseguir articular palabra-. No esperaba que… Bueno, eso no tiene importancia. Si, a las once el jueves; Bella estara encantada. -Se levanto y le tendio la mano de manera torpe-. Gr-gracias.

– De nada. -Darcy estrecho la mano del baron. Habia hecho lo correcto; ahora estaba seguro. Pero esa conviccion no implicaba pasar mas tiempo con Manning del que fuera estrictamente necesario-. Ahora, me voy a casa. ?Puedo dejarte en algun lado, Manning?

– No, no -respondio rapidamente el baron, que evidentemente se sentia tan incomodo como Darcy con aquel nuevo giro que habia dado su relacion-. Pasare un rato por White's y luego mi bailarina me estara esperando… - Dejo la frase en el aire y se encogio de hombros-. Hasta el jueves.

– Hasta el jueves. -Darcy asintio, luego se alejo de Manning y salio del club. Cuando llego a la acera a grandes zancadas, sonrio al ver como Harry saltaba del coche y se apresuraba a abrir la portezuela y bajar la escalerilla.

– Buenas noches, senor Darcy. -El hombre hizo una respetuosa inclinacion.

– Buenas noches, Harry -le respondio el caballero, subiendo la escalerilla-. Digale a James que nos lleve a casa. Ya he tenido suficiente por esta noche.

– Espero que haya tenido una buena velada, senor.

– ?Ah, ha sido una velada extraordinaria, Harry! Incluso se puede decir que he obtenido una prueba de su afirmacion.

– ?A que afirmacion se refiere, senor?

– Que, a veces, la alta sociedad tiene unas extranas costumbres. -Darcy le recito a Harry la aguda observacion que le habia hecho una vez.

– Hummm -resoplo Harry-. ?No se necesita prueba de eso! -El hombre hizo ademan de cerrar la portezuela, pero luego se detuvo en seco y bajo la cabeza, aparentemente escandalizado por la libertad con que habia hablado-. ?Espero que me disculpe, senor Darcy!

– Cierre la puerta, Harry.

– Si, senor.

La puerta se cerro enseguida, pero Darcy espero a que Harry se subiera al pescante para reirse de la acertada filosofia del sirviente. El calificativo de «extrano» ciertamente describia con precision el hecho de que Manning lo hubiese buscado esa noche y el curioso giro que habia dado su relacion.

– No tengo palabras para describirle el alivio que supone para mi estar de regreso en Londres. -La senorita Bingley acepto una taza de te de manos de Georgiana y se acomodo en su asiento-. Las tiendas y los teatros de Scarborough son insignificantes, ?a pesar de lo que diga mi tia! Usted no se puede ni imaginar, Georgiana, cuanto anhelaba volver a la civilizacion.

Darcy observo como su hermana respondia con una sonrisa cortes, antes de llenar la taza de Bingley.

– No ha sido tan espantoso. -Bingley levanto la vista y miro a Darcy-. Aunque tengo que admitir que me siento mas a gusto aqui, en Londres, que entre nuestros parientes y los antiguos conocidos de nuestros padres en Scarborough. Me temo que nos hemos alejado demasiado de ellos. Parece que llevamos una vida completamente distinta -concluyo con un tono pensativo, pero luego volvio a animarse-. ?Han pasado varias semanas desde la ultima vez que estuvimos aqui! ?Como fue tu viaje a Kent, Darcy? Me imagino que mas caluroso que el nuestro al norte.

– Si… mas caluroso -respondio Darcy con una voz ligeramente ahogada. Georgiana lo miro a los ojos, dirigiendole una sonrisa de apoyo. Su hermano asintio con la cabeza en senal de gratitud-. Pero no fue muy largo. Tanto Fitzwilliam como yo nos alegramos de volver a la ciudad.

– Y su retrato, Georgiana. -La voz de la senorita Bingley lleno el silencio que amenazo con instalarse entre ellos-. Me mortifica tanto pensar que hemos regresado demasiado tarde para verlo. ?Fue muy concurrida la ceremonia de presentacion? -Hizo una pausa y luego solto una risa ronca-. Seguramente que asi fue, asi que mejor deberia haber preguntado quien asistio. ?Vamos, puede usted hacer alarde de su triunfo ante nosotros!

?Vaya invitacion! Darcy miro a la hermana de Bingley con un gesto de reprobacion, mientras se preguntaba otra vez como era posible que entendiera tan poco a Georgiana. Malinterpretando la mirada de Darcy, la senorita Bingley le dirigio una sonrisa que sugeria una conspiracion secreta, en la cual Darcy se nego a participar.

– Se equivoca usted, senorita Bingley. Accedi a los deseos de mi hermana y no enviamos invitaciones. El retrato fue exhibido solo ante la familia y ahora mismo va camino a Pemberley.

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