– ?Ay, senor Darcy! -exclamo la senora Witcher, poniendose una mano en el corazon, cuando ella lo sorprendio en la entrada de servicio dirigiendose a la cocina-. ?Nunca voy a entender por que el dueno de la casa no puede entrar por la puerta principal!
Cuando Darcy llamo de nuevo a la puerta de los Gardiner a la manana siguiente, la pequena fregona habia sido reemplazada por una mujer mayor que conocia perfectamente sus obligaciones. Lo hicieron pasar al vestibulo en medio de murmullos corteses y reverencias y lo dejaron esperando unos minutos, hasta que el dueno de casa aparecio en la puerta de su estudio, mirandolo con asombro.
– ?Senor Darcy! -Se adelanto para saludarlo-. ?Me siento muy honrado, senor!
– Senor Gardiner. -Darcy inclino la cabeza para responder al saludo del hombre-. Espero que se encuentre usted bien.
– Vaya, si… tan bien como es posible, dadas las circunstancias -tartamudeo-. Pero, sea bienvenido, y entre, por favor. -Senalo su estudio-. ?Puedo ofrecerle algo? ?Un poco de te…?
– No, gracias. Por favor, no se moleste ni moleste a sus criados.
El senor Gardiner hizo otra inclinacion y se sento en un sillon frente a el.
– ?Que puedo hacer por usted, senor Darcy? -comenzo-. Debo confesar que estoy realmente asombrado de verlo en mi casa, pero -se apresuro a decir, con los ojos le brillando de curiosidad- eso no significa que no este encantado de poder devolverle la excelente hospitalidad que usted nos brindo durante nuestra visita a Derbyshire. ?En que puedo servirle, senor?
A pesar de la naturaleza tan delicada del asunto en que estaba a punto de embarcarse, Darcy habia pensado que estaba bien preparado para aquella entrevista; sin embargo, la franqueza y afabilidad del hombre que tenia delante lo hicieron dudar. Se dio cuenta de repente de que le caia bien el tio de Elizabeth y no le gustaria que su rostro honesto y amable se endureciera con un gesto de irritacion e incomodidad. Pero no habia nada que hacer. Lo que Elizabeth le habia revelado en medio de la desesperacion, Darcy lo habia convertido en algo bueno para el hombre que tenia delante de el y para su familia, y el senor Gardiner tenia que conocer todos los detalles para completar lo que el habia conseguido hasta ahora.
– Su sobrina, la senorita Elizabeth Bennet, le debe de haber comentado que, casualmente, yo fui a visitarla minutos despues de que ella recibiera una noticia muy perturbadora que acababa de enviarle su hermana - comenzo a decir Darcy.
Los ojos del senor Gardiner se ensombrecieron, pero luego puso una expresion afable.
– Si… si, lo hizo, y le agradezco mucho su comprension… y tambien la de la senorita Darcy, estoy seguro. Lizzy estaba ansiosa por reunirse con su familia y ?que puede hacer un hombre frente a semejante suplica, excepto satisfacerla? -dijo el senor Gardiner con una sonrisa.
Darcy respiro hondo.
– Entonces, al parecer ella no le conto que, en medio de su turbacion, me revelo el contenido de esa carta.
– Ah… -El senor Gardiner se recosto contra el respaldo de sillon, como si le acabaran de dar un golpe y cerro los ojos. Darcy quiso respetar aquellos momentos de silencio, pero el hombre reacciono con asombrosa rapidez-. Lamento que usted haya tenido que enterarse de nuestros problemas, senor -repuso con voz firme-. Por favor, disculpe a mi sobrina por haber sido tan impulsiva.
Darcy le resto importancia al asunto haciendo un gesto con la mano.
– No hay nada que disculpar.
El tio de Elizabeth suspiro.
– Gracias, senor. Usted nos honra. -Se incorporo y siguio hablando, con una sensacion de incomodidad-. Se que apenas nos conocemos, senor Darcy, pero siento que yo, que mi familia, puede contar con su discrecion con respecto a este lamentable asunto. -Aunque era una afirmacion, no habia duda de que el senor Gardiner deseaba tener plena seguridad.
– Le aseguro que mi silencio esta garantizado -respondio Darcy, para alivio del senor Gardiner-. Pero, impulsado por importantes razones personales, me ha sido imposible pasar por alto la situacion en la que se encuentra su familia. Francamente, senor, creo que soy en gran parte responsable de ella.
El senor Gardiner no podia estar mas desconcertado.
– ?Usted, responsable? Estoy confundido, senor, ?como puede ser posible?
– Conozco a George Wickham desde hace mucho tiempo. El es el hijo del administrador de mi fallecido padre; en consecuencia, nuestra relacion se remonta a la infancia. Desgraciadamente, Wickham ha sido desde el principio un hombre taimado y calculador. Despues de la muerte de mi padre, nuestra relacion llego a su fin cuando le entregue una suma de dinero que mi padre le dejo en su testamento. Despues de eso, perdi la pista acerca de su paradero y sus actividades, hasta que…
– Mi querido senor -protesto el senor Gardiner-, ?yo no veo ninguna culpa ahi! ?Como podria usted haber evitado que ese hombre llegara a Meryton, o como habria podido prever que seduciria a mi sobrina en Brighton? ?Perdoneme, es usted muy amable, pero se esta atribuyendo demasiadas responsabilidades!
– Desearia que eso fuera cierto -contesto Darcy-. Que hubiese venido aqui solo para tranquilizar algo mi conciencia. Pero, para mi deshonra, no es asi. -Tomo aire profundamente, ansioso por la confesion que tenia que hacer-. Wickham desaparecio de mi vida durante varios anos, hasta que se introdujo nuevamente en ella de una manera que amenazo a mi familia y mi apellido. Senor Gardiner, -Darcy lo miro a los ojos-, ?puedo retribuirle su gratitud por mi discrecion confiando yo, a mi vez, en la suya?
– ?Desde luego, senor! -contesto con firmeza Gardiner-. ?Total discrecion!
– El ano pasado, cuando regresaba de visitar a unos amigos, llegue justo a tiempo para impedir que Wickham lograra completar sus planes de seducir a la senorita Darcy.
– ?Santo cielo! -El senor Gardiner se paso una mano por el cabello cada vez mas ralo-. ?Oh, ese despreciable sinverguenza! Entonces, no me sorprende que Lydia… ?Si es un seductor experimentado!
– Asi es. Puede ser muy convincente y enganar a todo el mundo hasta que es demasiado tarde.
– ?Que hizo usted entonces, despues de descubrirlos?
– Yo no sabia que hacer, excepto salvar la reputacion de mi hermana y evitar la desgracia familiar. Decidi expulsarlo y no decir nada, con la esperanza de que ese fuera el final de esta historia. ?Una falsa y absurda esperanza! -Darcy hablaba con gran resentimiento al describir su error-. ?Tenia que haberlo imaginado! Solo lo deje libre para que se abalanzara sobre los demas.
– Pero eso es comprensible, senor. ?Que otra cosa podria haber hecho usted que no le causara mas dolor a la senorita Darcy?
– Tal vez, si no hubiese sido demasiado orgulloso para pedir el consejo de personas mas sabias que yo, podria haber hecho algo. Pero no lo hice, pues aborrecia la idea de que mis asuntos privados se convirtieran en comidilla publica. -Darcy desvio la mirada de su interlocutor y suspiro-. Pero me temo que ya me he extendido mucho tratando de justificarme, y esa no es la razon por la cual estoy aqui. -Se puso en pie y comenzo a pasearse por la habitacion-. Asi que, podra imaginarse usted la fuerte impresion que senti cuando, al llegar a Hertfordshire con mi amigo durante el otono pasado, descubri que Wickham era uno de los favoritos de la sociedad de Meryton. Como acabo de decirle, el puede ser encantador y bastante convincente, especialmente con las mujeres. Yo, por mi parte, no me esforce mucho por agradar, en una comunidad que no conocia. Ese es un defecto que la senorita Elizabeth tuvo la bondad de senalarme.
– Ay, por Dios. -El senor Gardiner sacudio la cabeza-. Lamentablemente, la inteligencia de Lizzy no cuenta con el freno de la discrecion tanto como yo quisiera, pero ella sera la primera en admitir su falta… una vez se convenza de que hizo algo mal.
– No, lo que ella me hizo fue un favor; eso y mucho mas. Pero dejeme continuar con mi relato, que llega al punto culminante… -Darcy se quedo quieto de repente y se detuvo frente a su interlocutor con gesto de humildad-. Porque debido a mi reserva y mi erroneo sentido del orgullo, no revele su caracter. Si esto se hubiese sabido, Wickham no habria sido aceptado en Meryton. Las jovencitas como su sobrina habrian rehuido su compania y los padres habrian protegido a sus hijas. Pero, en lugar de eso, elegi el camino de mi propia conveniencia, y su sobrina y su familia han tenido que pagar un alto precio por ello. Creo que soy totalmente culpable y siento que tengo la responsabilidad absoluta de hacer todo lo posible para arreglar este asunto.
El senor Gardiner lo habia escuchado pacientemente. Reflexiono sobre todo lo que habia oido sin pronunciar ni una palabra de indignacion, a pesar de que el caballero las merecia. Darcy espero.