esa gente?
La mire; con el viento agitandole los rubios cabellos, que caian en rizos bajo su gorro de montar, estaba muy bonita. Ademas, hablaba en serio.
—Dime, ?que te hace sentir, Kerensa? —insistio.
—Que no hay mucho tiempo.
—?Mucho tiempo para que?
—Para vivir… para hacer lo que una quiere… para obtener lo que una desea.
—Dices cosas extranas, Kerensa. Me alegra que lo hagas. No soporto saber lo que van a decir las personas. Eso me ocurre con la senorita Kellow, y hasta con papa. Contigo nunca lo se con certeza.
—?Y con Justin Saint Larston? Apartandose, repuso con tristeza:
—Casi nunca me habla ni se fija en mi. Tu dices que no hay mucho tiempo, pero mira lo que se tarda en crecer.
—Piensas eso porque tienes quince anos, y cada ano que pasa parece largo cuando se han vivido solamente quince y se tienen solo quince con los cuales comparar. Cuando se tienen cuarenta o cincuenta… un ano parece menos, porque se los compara con los cuarenta o cincuenta que se han vivido.
—?Quien te lo dijo?
—Mi abuelita, que es muy sabia.
—He oido hablar de ella. Bess y Kit la mencionan. Dicen que tiene 'poderes', que puede ayudar a la gente… —Quedo pensativa; luego agrego—: Esto se denomina un quoit. Me dijo papa que fueron construidos por los celtas, los de Cornualles, que han estado aqui mucho mas tiempo que los ingleses.
Atamos un rato nuestras jacas y nos sentamos apoyadas en las piedras, mientras ellas mordisqueaban el pasto y Mellyora me hablaba de las conversaciones que habia tenido con su padre acerca de las antiguedades de Cornualles. Yo la escuchaba con suma atencion, orgullosa de pertenecer a un pueblo que habia habitado esta isla mas tiempo que los ingleses, y que habia dejado esos monumentos peculiarmente inquietantes a sus muertos.
—No podemos estar lejos del territorio de los Derrise —dijo por fin Mellyora, levantandose para indicar que deseaba montar—. No me digas que nunca oiste hablar de los Derrise. Son la gente mas adinerada de los alrededores; poseen acres y acres de terreno,
—?Mas que los Saint Larston?
—Mucho mas. Vamos; perdamonos. Siempre es tan divertido perderse y encontrar Juego el camino.
Monto en su jaca y partimos; ella iba adelante.
—Es un tanto peligroso —me grito por sobre el hombro, mas preocupada por mi, que no era tan experta, que por si misma, y sofreno su jaca. Llegue a su lado e hicimos que nuestros caballitos fueran al paso sobre la hierba—. Es facil perderse en el paramo, porque hay muchas cosas que se parecen. Hay que encontrar un punto de referencia… como ese tormo de alli. Creo que es el Tormo de Derrise, y si lo es, ya se donde estamos.
—?Como puedes saber donde estas si no tienes la certeza de que es el Tormo de Derrise?
Riendose de mi contesto:
—Ven.
Ascendiamos al encaminarnos hacia el tormo; estabamos ahora en terreno pedregoso y el mismo tormo se encontraba sobre un montecillo; una extrana forma retorcida de piedra gris que, desde cierta distancia, podia confundirse con un nombre de proporciones gigantescas.
Volvimos a desmontar, atamos las jacas a un grueso arbusto y, juntas, trepamos al tormo por el montecillo. Era mas empinado de lo que habiamos pensado, y cuando llegamos a la cima… Mellyora, que semejaba una enana junto a un gigante, se apoyo en la piedra y anuncio, entusiasmada, que estaba en lo cierto. Aquel era el territorio de los Derrise.
—?Mira! —exclamo, y yo, siguiendo su mirada, vi la gran mansion.
Grises muros de piedra, torres almenadas, una imponente fortaleza que semejaba un oasis en el desierto, pues la casa estaba rodeada de jardines. Entrevi arboles cargados de capullos frutales, y verde cesped.
—Es la Finca Derrise —me informo ella.
—Parece un castillo.
—Lo es; y aunque se dice que los Derrise son la gente mas rica del este de Cornualles, algunos afirman que estan sentenciados.
—?Sentenciados, con una casa como esa y tanta riqueza?
—Ah, Kerensa. Tu siempre piensas en terminos de posesiones mundanas. ?Nunca escuchas los sermones de papa?
—No, ?y tu?
—Tampoco, pero sin escuchar se lo de los tesoros en la Tierra y todo eso. Como quiera que sea, pese a todo su dinero, los Derrise estan sentenciados.
—?Sentenciados a que?
—A la locura. En la familia hay locura y se manifiesta de vez en cuando. Dice la gente que por suerte no hay ningun hijo que continue el linaje, y que con esta generacion terminaran los Derrise y su maldicion.
—Vaya, eso es bueno.
—Ellos no piensan lo mismo. Quieren que su nombre se perpetue y todo eso. La gente siempre desea eso, no se por que.
—Es una especie de orgullo —repuse—. Es como no morir nunca, porque siempre hay una parte de uno que sigue viviendo a traves de los hijos.
—?Por que no valen las hijas tanto como los hijos? —Porque ellas no tienen el mismo apellido. Cuando se casan pertenecen a otra familia y el linaje se pierde.
Mellyora quedo pensativa. Luego dijo:
—Los Martin moriran conmigo. Piensalo… Al menos los Carlee tienen a tu hermano… el que se lastimo una pierna cayendose de un arbol.
Como ahora nos habiamos hecho amigas y yo sabia que podia confiar en ella, le conte la verdad de aquel incidente. Ella me escucho con atencion; luego dijo:
—Me alegro de que lo hayan salvado. Me alegro de que Kim ayudara.
—?No se lo diras a nadie?
—Por supuesto que no. Pero en todo caso, nadie podria hacer gran cosa al respecto ahora. ?No te parece extrano, Kerensa? Vivimos aqui, en este tranquilo paraje rural, y en torno a nosotras suceden cosas tremendas, tal como si vivieramos en una gran ciudad…i tal vez mas aun. Piensa en los Derrise.
—Jamas habia oido hablar de ellos hasta hoy.
—?Nunca oiste la historia? Pues te la contare. Hace doscientos anos, una Derrise dio a luz un monstruo… fue algo espantoso. Lo encerraron en un cuarto secreto, emplearon a un hombre vigoroso para que lo cuidase y ante el mundo fingieron que el pequeno habia nacido muerto. Introdujeron en la casa un pequenuelo muerto, que fue sepultado en la boveda de los Derrise; mientras tanto el monstruo seguia viviendo. Le tenian terror porque era no solo deforme, sino maligno. Algunos decian que el demonio habia sido el amante de su madre. Tuvieron otros hijos; con el tiempo Uno de estos se caso y llevo a la casa a su reciente esposa. La noche de bodas jugaron al escondite y la novia fue a esconderse. Como era Navidad, el carcelero fue a participar en la francachela. Bueno, bebio tanto que se durmio, ebrio, pero habia dejado la llave en la puerta del cuarto del monstruo, y cuando la recien casada, que no conocia la casa ni sabia que nadie entraba jamas en el sector al que se decia hechizado porque el monstruo emitia ruidos extranos de noche, vio la llave en la cerradura, la hizo girar y el monstruo se le abalanzo. Viendola tan bella, no le hizo dano, pero ella quedo encerrada con el y grito, grito tanto, que quienes la buscaban supieron donde estaba. Conjeturando lo sucedido, su marido echo mano de un arma, irrumpio en el cuarto y mato de un tiro al monstruo. Pero la joven esposa enloquecio, y el monstruo al morir maldijo a todos los Derrise, diciendo que lo sucedido a la mujer reapareceria de vez en cuando en la familia.
Yo escuchaba el relato fascinada. Mellyora continuo: —Dicen que la actual Lady Derrise esta medio loca. Cuando hay luna llena sale al paramo y baila alrededor del tormo. Tiene una acompanante que es una especie de guardiana. Eso es muy cierto, y se trata de la maldicion. Ellos estan sentenciados, te repito, asi que no podrias envidiarles su hermosa casa y sus riquezas. Pero ahora la maldicion se extinguira, porque este sera el final del linaje. Solo queda Judith.
—?La hija de la dama que baila alrededor del tormo bajo la luna llena?