Examiner, el sargento W. D. Sternthall, del DPSF y jefe de la unidad que respondio a la llamada de «problemas desconocidos», dijo: «Supe que alli dentro habria personas muertas, por lo que me puse un panuelo en la nariz antes de entrar. Cuando vi los cuerpos, lo primero en lo que pense fue en los asesinatos de Sharon Tate y sus amigos, ocurridos hace cuatro o cinco anos. La escena era increible. La cocina estaba cubierta de sangre seca y en el suelo habia un hombre muerto con el craneo aplastado, pero eso no era lo peor. En el umbral de la puerta de la cocina habia una mujer muerta. La habian decapitado y la cabeza estaba en la alfombra de la sala. Vi el arma homicida, un cuchillo de cocina, en el suelo de la cocina, cerca del cadaver del hombre, y mande a mi companero a la patrulla para que avisara por radio a los detectives y al forense.»

Pronto el tranquilo barrio de Richmond se vio inundado por las luces giratorias de los coches policiales. Ocho equipos de patrulleros empezaron a peinar la zona casa por casa y Willard Willarsohn, forense adjunto, examino los cuerpos y atribuyo la causa a «un trauma masivo causado por repetidos cuchillazos y la posterior hemorragia». Willarsohn anadio que la pareja llevaba muerta cuarenta y ocho horas como minimo, tal vez incluso cincuenta y dos.

Mientras se realizaba un amplio interrogatorio de los vecinos, se contacto con los amigos, familiares y jefes de los fallecidos. Cuando las expresiones de conmocion, dolor y rabia remitieron, los agentes encargados de la investigacion se enteraron de lo siguiente:

Uno: Sifakis y la senorita Eversall eran amantes desde hacia mucho tiempo y fueron vistos con vida por ultima vez en el Molinari Delicatessen, en North Beach, el lunes 2 de septiembre a las 19.30, cincuenta y una horas antes de que se descubrieran sus cadaveres. Dos: ambas victimas eran conocidas por sus inexplicadas ausencias laborales. Por eso, ninguna de las personas que trabajaba con ellas penso en denunciar su desaparicion. Un amigo de la pareja que quiere mantener el anonimato dijo a nuestros reporteros: «Stevie y Jill eran unos fiesteros. Les gustaba colocarse y pasarlo bien, y eran muy descuidados a la hora de escoger compania. Recogian autoestopistas y, bueno, a Jill le gustaba cambiar de pareja. Stevie solia beber con los moteros de Oakland y creo que va a ser un caso dificil de resolver, porque los dos conocian a mucha gente de paso.»

Mientras, sin ninguna pista clara, la policia esta ampliando sus esfuerzos y un portavoz del DPSF ha anunciado: «Este es un crimen importante y se le prestara mucha atencion. Llamamos a los ciudadanos de San Francisco para que aporten informacion que pueda resultar de ayuda en nuestras investigaciones y no cejaremos hasta que el asesino o asesinos esten entre rejas.»

De la portada del San Francisco Chronicle, 6 de septiembre de 1974:

SIN PISTAS EN LOS ASESINATOS DE RICHMOND

SE INTERROGA A LOS AMIGOS DE LAS VICTIMAS

A pesar de haber realizado una amplia investigacion, la policia apenas ha hecho progresos en la resolucion de los brutales asesinatos de Jill Eversall y Stephen Sifakis, que el miercoles por la noche fueron hallados muertos a cuchilladas en el apartamento de Sifakis, sito en la calle Veintiseis. Segun el jefe de detectives Douglas Lindsay, del DPSF, las cincuenta horas transcurridas entre el crimen y el hallazgo de los cadaveres juega a favor del asesino o asesinos, y el estilo de vida de las victimas plantea importantes problemas en la investigacion. En unas declaraciones oficiales hechas esta manana a los medios en el ayuntamiento, Lindsay ha dicho:

«Con los elementos basicos corroborados, puedo decirles lo siguiente: el senor Sifakis y la senorita Eversall fueron vistos solos por ultima vez el lunes por la noche en North Beach y se encontraron con el asesino o asesinos en algun lugar entre el restaurante y el apartamento del senor Sifakis. Pese a los amplios llamamientos publicos y al interrogatorio de practicamente todos los habitantes en un radio de ocho manzanas alrededor del apartamento, no hemos encontrado testigos. Nadie vio a las victimas en compania de otra persona o personas. Las unicas huellas que se han hallado en el apartamento pertenecen a las propias victimas o a conocidos suyos que ya han sido descartados como sospechosos. Hemos encontrado el arma asesina -un cuchillo de cocina con filo de sierra- en el escenario del crimen y creemos que fue lo que utilizo el asesino para decapitar a la senorita Eversall. Al senor Sifakis, que murio de varios golpes en la cabeza, le mutilaron el craneo con el cuchillo una vez muerto, pero creemos que, en su caso, el arma asesina fue un mazo de acero para la carne, tambien de la cocina de la casa. Los tecnicos forenses han examinado concienzudamente el apartamento sin obtener informacion de importancia y hemos descartado el movil del robo ya que, tras hacer un inventario de los objetos de la casa con amigos del senor Sifakis, se ha llegado a la conclusion de que no falta nada. Ningun vecino oyo los hechos, que debieron de ocurrir de manera repentina para que nadie oyera la carniceria.

»Existen pruebas circunstanciales que nos llevan a creer que el asesino o asesinos se marcharon de la casa durante la madrugada, vestidos con ropa del senor Sifakis y llevandose sus propias prendas manchadas de sangre en bolsas de basura que cogieron de debajo del fregadero. Nadie presencio la salida del apartamento del asesino o asesinos y ahora estamos cotejando datos sobre los vehiculos sospechosos vistos aquella noche en la zona.

»Nuestras investigaciones se centran ahora en el estilo de vida de las victimas. Jill Eversall trabajaba en una agencia de colocacion de los barrios bajos que contrataba a individuos de paso con antecedentes delictivos y, a lo largo de los anos en que trabajo alli, trabo amistad con hombres de dudoso historial. Tal vez debido a ello, recibia llamadas obscenas y conto a sus amigos que algunos de los hombres que habia conocido en el trabajo la aterrorizaban. Se estan comprobando los antecedentes de los trabajadores que han tenido contacto con la agencia Myghty-Man, asi como los de otros habituales de los barrios bajos.

»Steven Sifakis tenia dos condenas por venta de marihuana y contactos con bandas de moteros de Oakland. De momento, existe la hipotesis de que los crimenes pueden estar relacionados con la droga. Por ello, en la investigacion participan agentes de la brigada de Narcoticos, mientras que los agentes de la brigada de Delitos Sexuales estan comprobando el paradero de delincuentes sexuales fichados, conocidos por su uso de la violencia. Aunque las victimas no sufrieron abusos sexuales, los psiquiatras forenses que trabajan en la investigacion han llegado a la conclusion de que el asesino o asesinos actuaron por rabia sexualmente motivada. Tanto la senorita Eversall como el senor Sifakis habian tenido otras parejas en tiempos recientes y se cree que el desencadenante mas probable ha sido los celos. Esas ex parejas estan siendo interrogadas por nuestros agentes.

»En resumen: hacemos cuanto esta en nuestras manos para encontrar al asesino o asesinos y estamos convencidos de que la respuesta se halla en el estilo de vida despreocupado de las victimas. Las pruebas con las que contamos y los perfiles psicologicos indican que el asesino o asesinos solo han cometido este crimen y que no es obra de un psicopata que haya actuado otras veces.»

Del Berkeley Barb, 11 de septiembre de 1974:

PRESION POLICIAL EXTREMA TRAS CRIMENES

EXAGERADOS POR LA PRENSA SENSACIONALISTA

El mes pasado dimitio el presidente, Dicky el Tramposo, lo que nos llevo a pensar que las cosas mejorarian. Teniamos razon, pero ahora viene la de arena. El 2 de septiembre, alguien se cargo a Jill Eversall y a su pareja habitual, Steve Sifakis, en el piso que este poseia en el distrito de Richmond. Lamentablemente, el asesino aun no ha sido detenido, aunque la policia sigue con la investigacion. En algunos aspectos, siguen investigando con demasiada dureza.

El tema es que Steve y Jill tenian una relacion abierta y les molaba ponerse ciegos de hierba y no eran unos estrechos a la hora de elegir con quien se juntaban. Jill curraba en una agencia del mercado de esclavos de South Mission y -?estais bien sentados?- le gustaba ayudar a los tirados y colgados de los barrios bajos a encontrar trabajo. Conque…

Asi, la pasma de San Francisco ha llegado a la conclusion de que «el estilo de vida despreocupado» de Steve y de Jill ha sido la causa de su muerte y, aunque deploran tal estilo de vida, se han lanzado a la busqueda del artista/artistas de los descuartizamientos pertinaces como perros de presa. (Al fin y al cabo, Steve y Jill vivian en el bonito y seguro barrio de Richmond… ?Caramba, podria haberle sucedido a cualquier vecino decente!) En el transcurso de la investigacion, se estan pisoteando los derechos civiles de cientos de personas pacificas con «estilos de vida despreocupados».

Ejemplo: En una batida a primera hora de la manana, la pasma registro a un grupo de melenudos que dormia en el parque del Golden Gate y, cuando encontraron la navaja de bolsillo que tenia uno de los chicos, se pusieron

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