Kurzinski. Tic tic tic tic.

Abril de 1982:

Me procuro disfraz, drogas y armas; trazo una ruta de huida y cuatro alternativas. Tic tic tic tic tic tic tic tic.

15 de mayo de 1982:

Realizo con exito una inspeccion del piso de los Kurzinski. Guardo armas blancas auxiliares bajo las alfombras del dormitorio y del salon. Encuentro una Beretta de calibre 25, cargada, en el cajon superior de la comoda de Paula. Localizo un revolver Smith & Wesson del 32, cargado, bajo el colchon de George. Tic tic tic tic tic.

28 de mayo de 1982:

Segunda inspeccion del piso de los Kurzinski. Cargo cartuchos de fogueo en las dos armas; como seguridad anadida, fuerzo los percutores dos milimetros a un lado para asegurarme de que las armas no disparen como es debido.

Tic

Tic

Tic

Tic

Tic

Tic

Tic

Tic

Tic…

Del Law Enforcement Journal del 30 de mayo de 1982:

UN GRUPO ESPECIAL DEL FBI «ATACARA»

A LOS ASESINOS EN SERIE MEDIANTE

UN PLANTEAMIENTO ESTRATEGICO DIVERSIFICADO

Quantico, Virginia, 15 de mayo:

Los fenomenos delictivos, por antiguos que sean, no quedan realmente certificados hasta que reciben un nombre. Los terminos «asesino en masa» y «asesino aleatorio» forman parte de la jerga policial y del lenguaje corriente y se emplean para designar, respectivamente, a gente que mata a mas de una persona en un unico acceso de violencia y a los que (casi siempre hombres) matan sin razon aparente. A partir de revelaciones recientes, y principalmente del caso Ted Bundy (ver L. E. J. 9/10/81), se ha acunado un nuevo termino, una expresion de moda, que parece haber cautivado la imaginacion humana. El FBI, conocedor del problema desde hace algun tiempo, sera probablemente el medio que populizara dicho termino, pues se dispone a ser la primera agencia de seguridad nacional que «ataque» concertadamente al tipo de criminales al que hace referencia: los Asesinos en Serie.

Segun el inspector del FBI Thomas Dusenberry, el asesino en serie se define como: «Un homicida que mata repetidamente, eligiendo una victima o grupo de victimas cada vez. El prototipo de asesino en serie es un varon, blanco, de inteligencia superior a la media y de entre veinticinco y cuarenta y cinco anos. Lo anterior es una constante, mientras que todo lo demas relacionado con este tipo de homicida difiere, por lo que resulta muy dificil detenerlos.

»Para empezar, los asesinos en serie suelen cambiar su modus operandi para adecuarse a la victima en cada ocasion. Pueden matar a una persona por gratificacion sexual y a otra por dinero. Pueden estrangular a una y matar a tiros a otra. Se sabe de asesinos en serie que han violado a media docena de sus victimas femeninas y, a continuacion, han ignorado sexualmente a otra media docena.

»Ademas, estos hombres tienden a viajar y a deshacerse de sus victimas de modo que no se encuentren los cuerpos. Aparte de la compleja psique del asesino en serie y de los cambios en el modus operandi, su estilo de vida errabundo contribuye a que resulten tan escurridizos, pues aprovechan las deficiencias en la comunicacion entre los cuerpos de seguridad.

»En este pais hay cincuenta estados, a los que sirven incontables cuerpos policiales. La comunicacion entre cuerpos dentro de cada estado hace ya bastante tiempo que es la adecuada, en cuanto a identificaciones. En cambio, la comunicacion de informacion entre diversos estados se halla en una situacion lamentable y constituye la principal dificultad en la investigacion de posibles correspondencias entre diversos homicidios y desapariciones.»

Asi pues, ?como se propone afrontar el problema este nuevo Grupo Especial del FBI contra los asesinos en serie?

Segun el inspector Dusenberry, «cuando un asesino cruza una frontera estatal despues de cometer un homicidio, se convierte en delincuente federal. Asi pues, lo que haremos sera comparar en el ordenador los datos estadisticos de homicidios y desapariciones sin resolver de los cincuenta estados durante los ultimos diez anos. Si se establecen vinculos entre crimenes cometidos en diferentes estados, solicitaremos a los cuerpos policiales correspondientes los expedientes completos de los casos y mantendremos comunicacion telefonica con los agentes que realizaron tales investigaciones. Tendremos registros comparativos de modus operandi, de pruebas materiales, de probabilidades circunstanciales y de media docena de caracteristicas mas, recogidas de los informes realizados por los psicologos forenses adjuntos al Grupo Especial. Es probable que de toda esta informacion surjan pautas y sobre ellas plantearemos hipotesis que nos lleven a iniciar investigaciones concretas, de las que se encargaran experimentados agentes de la Division Criminal».

Este Grupo Especial ocupa hoy un ala entera de un edificio del complejo de la Academia del FBI en Quantico. Los despachos estan abarrotados de resmas de papel en blanco, de escritorios y terminales de ordenador conectadas a un superordenador central que recoge datos de las policias de los cincuenta estados. Conocido por los agentes como «Sally Serie», este cerebro artificial sera el punto de partida de todas las posibles investigaciones. Programada ya con datos de veintisiete casos resueltos de asesinos en serie, «Sally Serie» contara con la ayuda de media docena de destacados psicologos forenses con amplia experiencia de campo, tres patologos forenses especialistas en indicios criminales y cuatro agentes de la division criminal, hombres con quince anos de experiencia y bien relacionados con el Buro, que seran los encargados de rastrear vinculos, conexiones y pistas.

«Estoy impaciente por empezar -declaro a L. E. J. el inspector Dusenberry, de 47 anos, agente al cargo del Grupo Especial-. Ya he leido un informe preliminar sobre el tema. Resulta un asunto deprimente y las cifras son pasmosas. Un hombre de Alabama mato a veintinueve mujeres en dos anos; Gacy, en Chicago, mato a treinta y tres. Esta nuestro amigo Ted Bundy, por supuesto, y luego tenemos las estadisticas de ninos desaparecidos y presumiblemente asesinados. Estas son mas que pasmosas. La policia de Anchorage, Alaska, tiene un sospechoso al que acusa de sesenta y una muertes, perpetradas en un plazo de dieciocho meses. El dolor que todo esto implica es pasmoso y creo que el problema de los asesinos en serie es la prioridad principal de las fuerzas de seguridad en Estados Unidos.»

El inspector Dusenberry, que ingreso en el FBI en 1961, es licenciado en Derecho por la Universidad de Notre Dame y cuenta con dieciseis anos de experiencia en la Division Criminal, dedicados principalmente a investigaciones de robos a bancos. Casado y padre de un chico y una chica, los dos universitarios, se alegra de que la asignacion al Grupo Especial haya llegado en un momento de su vida en que sus hijos ya son mayores y su mujer ha vuelto a la facultad para sacar un titulo avanzado en Historia del Arte. «Tendre que dedicar muchas horas a ello -declaro a L. E. J.-. Mis hijos y mi mujer van a clase, y la naturaleza burocratica del trabajo me facilitara mucho la labor. Si pasara tanto tiempo en la calle, haciendo investigaciones de robos, me preocuparia que ellos se preocuparan por mi.»

VII. Implosion

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