la subcomisaria de Huyserville. Como sargento encargado de extradiciones y busquedas y capturas, estuvo en las ciudades donde murieron las cuatro rubias las noches de los homicidios y habia llegado a ellas en avion entre uno y tres dias antes de cada asesinato. En cada caso, regreso con su preso entre 24-48 horas despues de la hora de la muerte de las victimas, segun estimaciones del forense. Y para colmo:
1.- El grupo sanguineo de Anderson es 0+.
2.- Como sargento de patrulla a finales de 1978 y principios de 1979, Anderson trabajo en la zona donde se encontraron los cadaveres de las tres morenas.
3.- Anderson superviso el despliegue de vigilancia para detener al asesino de las morenas.
4.- El 11/3/76, en el cumplimiento de su deber, Anderson disparo contra un traficante de marihuana armado. El hombre, William Gretzler, era amigo suyo de la infancia.
5.- El expediente de la policia estatal de Wisconsin sobre los asesinatos de las morenas estaba archivado en la sala de la brigada de detectives de la subcomisaria de Huyserville, donde Anderson habia desempenado distintos trabajos durante seis anos, los ultimos ocho meses como comandante de puesto.
6.- Desde su ascenso a teniente, hace ocho meses, Anderson ha sido visto a menudo en las salas de brigada de los departamentos de policia de Janesville y de Beloit, de donde han desaparecido los expedientes de las otras morenas.
7.- Anderson fue visto leyendo los expedientes de las brigadas Antivicio de Louisville y de Des Moines veinticuatro horas antes de los homicidios ocurridos en esas ciudades.
8.- El no va mas: Anderson fue el agente que descubrio el coche, el carnet de donante y, mas tarde, el cadaver de Saul Malvin, a quien la policia estatal de Wisconsin consideraba, extraoficialmente, el asesino de las morenas.
?Asombroso, joder! En una pagina anterior de este diario, escribi que el informe de Anderson sobre el descubrimiento del cadaver de Malvin me parecia «un modelo de sagacidad policial». ?Menuda audacia la suya!
He aqui mi reconstruccion del asesinato de Malvin. Anderson acaba de matar a Claire Kozol, su tercera victima morena. Continua su patrulla, ve el Cadillac de Malvin en la cuneta de la I-5 y se acerca a investigar. Malvin esta en el coche y Anderson, al buscar los papeles del vehiculo en la guantera, encuentra el carnet de donante del grupo 0+. Piensa «cabeza de turco» y le dice a Malvin que lo llevara al pueblo de al lado. Le indica que vaya al coche patrulla y luego, haciendo que parezca accidental, empuja el Cadillac fuera de la carretera.
Nieva mucho y circulan pocos coches. Tal vez Anderson interroga sucintamente a Malvin sobre su paradero cuando ocurrieron los dos primeros asesinatos; o tal vez no lo hace y decide dejar el tema abierto y confiar en el factor suerte. En cualquier caso, tiene el 557 en el coche patrulla (asi llevo a cabo el asesinato, ahora presumiblemente premeditado, de William Grezler) y con algun pretexto detiene el coche y obliga a Malvin a internarse en el bosque. Le dispara en el pecho y luego le pone la pistola en la mano, sabedor de que la nevada tapara los dos rastros de pisadas e impedira que alguien descubra el cadaver, al menos esa noche.
Al dia siguiente, cuando deja de nevar, Anderson realiza el falso descubrimiento del coche de Malvin con la tarjeta de donante, expone su brillante e improvisada hipotesis, hace la comedia de ir a Huyserville a buscar un equipo de perros rastreadores, «encuentra» el cadaver de Malvin y, a partir de ahi, interpreta hasta el final al policia joven y listo. Le acompana la suerte en cuanto al paradero de Malvin en el momento de los dos primeros homicidios y todo le sale a pedir de boca.
Asombroso, joder.
Mientras escribo, los agentes de Milwaukee estan consiguiendo una orden para registrar el apartamento de Anderson en Huyserville. Si confiesa esta noche o los agentes de Milwaukee encuentran armas que coincidan con las que mataron a las rubias, esta muerto y enterrado. Solo me queda una pregunta: ?que ha estado haciendo el muy hijo de puta en los dos anos transcurridos desde el ultimo asesinato? Miedo me da pensarlo.
Y, para colmo, tengo una lista de seis nombres que el agente especial de Denver me ha dado por telefono hace menos de una hora. Un poli de Aspen ha localizado unas notas antiguas del companero que atendio la llamada del hombre que dio informacion sobre la Sombra Sigilosa. Ese agente murio el ano pasado y las notas que dejo estan escritas en una suerte de taquigrafia extrana, pero en una columna, bajo un encabezamiento que reza «S. 5.», se leen seis nombres: George Magdaleno, Aaron BeauJean, Martin Plunkett, Henry Hernandez, Steven Hartov y Gary Mazmanian. Ahora mismo los estan rastreando en todas las bases de datos del pais y Jack Mulhearn llamara mas tarde a la oficina de Westchester con el resultado.
Siento un hormigueo especial. La detencion de Anderson va a ser cosa del Buro, solo nosotros, cuatro agentes con escopetas. El es el teniente mas joven de la historia de la policia estatal de Wisconsin. ?Que sucedio?
Y el cerco al Sigiloso se va estrechando. Dos de los nombres son latinos y cuatro son lo bastante infrecuentes como para que no salgan veinte posibles sospechosos por cada uno. Si le anadimos fuerte, alto, de pelo oscuro y de entre treinta y cinco y cuarenta anos, la lista aun se reducira mas: queda enviar la foto de la ficha policial o del carnet de conducir de los sospechosos a los agentes de las ciudades donde estan los testigos del fraude de las tarjetas de credito, y apuesto tres contra uno a que confirmaran y no negaran. Ya he ganado cien dolares a cuenta de Anderson y todavia me dura la racha de suerte. ?Quien eres, Sigiloso? ?Donde estas? Ven aqui. Nosotros te detendremos, te acusaremos, te llevaremos ante el juez y, cuando te condenen, te buscaremos una buena celda en una buena prision federal. Si tienes suerte, a lo mejor coincides con el ex teniente Ross Anderson. Estoy seguro de que los dos tendreis mucho de que hablar.
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Nervioso como el sheriff de
En primer lugar, fui a Brooks Brothers, en Scarsdale. Ross queria que pareciese un poli y, como no tenia trajes ni combinaciones adecuadas de chaqueta y pantalones, decidi comprar un atuendo convenientemente elegante para mi debut como policia. Al entrar en la tienda, cai en la cuenta de que no llevaba traje y corbata desde que era nino y, cuando le pedi a un vendedor que me ensenara las chaquetas cruzadas de verano de talla extragrande, experimente la misma sensacion de humillacion que Ross en su juventud. Con aire de superioridad, el vendedor replico que las chaquetas cruzadas venian por tallas numeradas y sugirio que me probara alguna de la 52. Irritado ahora, le hice caso y me decidi por una chaqueta de lino azul marino que a mi entender tenia suficiente clase para desarmar a una alumna de Vassar. El vendedor hizo un gesto de impaciencia ante mis modales y cuando le dije «pantalones, cuarenta y ocho», senalo unas hileras de percheros metalicos y se alejo. Encontre unos azul claro que combinaban con la chaqueta y los cogi; camino del cajero, escogi una camisa blanca y la primera corbata que vi, roja oscura con un estampado de palos de golf cruzados. El precio total de mi indumentaria para el reto definitivo fue de 311 dolares y cuando deje la tienda me senti como si saliera de la carcel.
Me cambie en la parte de atras del
El caseron de veraneo parecia distinto a la luz del dia y cuando llame a la puerta adverti la causa: todo en mi, desde mi ropa a mi pasado y mi futuro, estaba cambiando a una velocidad tan desbocada que modificaba sutilmente cuanto veia.
Mady Behrens abrio la puerta, modificada hasta resultar casi irreconocible: la rubia burbujeante en ropa de tenis del dia anterior se veia ahora ojerosa y suspicaz, una arpia al acecho envuelta en un albornoz empapado.
– Anoche detuvieron a Ross -solto-. Unos policias armados se lo llevaron. El padre de Richie dice que es por un asunto muy grave.
El porche se volvio arenas movedizas bajo mis pies y la boca abierta de la arpia parecio una invitacion a la resolucion mas facil del mundo. Me disponia a echar mano a la pistolera cuando ella me fastidio el objetivo: