Dud torturo a Johnny antes de que tu le hicieras picadillo. Le hicieron reconocer que Exley le utilizaba de senuelo y que tenia esas falsas cuentas bancarias y el dinero en billetes de sus operaciones guardados en una caja fuerte en su casa. Johnny dijo que habia intentado varias veces retirarse del asunto porque sabia que los tipos de las maquinas terminarian cosidos a tiros, probablemente, y que las cosas no terminarian ahi, pero Exley habia seguido enviandole a descubrir mas cosas.

Zumbido en la radio: Tommy, circulando; Lucille, circulando.

Pete y Freddy, asombrados: jodeeer/hostia, hostia…

– ?Por que filmo la escena? ?Por que no se limito a matarnos a los dos?

– Dijo que queria comprometerte y utilizarte. Dudley pensaba ofrecerte el trabajo de enlace y pagador con el LAPD. Dijo que podria utilizarte para acabar con Exley. Segun el, debias de ser un abogado bastante bueno y pensaba que podrias ensenarle cosas sobre el mantenimiento de la propiedad.

Chick, emitiendo ondas mentales: reverenciar a Dudley o morir.

Pete, emitiendo ondas mentales: matar al italo y quedarse su dinero.

Freddy, emitiendo ondas mentales: a Hush-Hush le encantaria ESTO.

El vampiro atomico. INCESTO/VISCERAS.

– Chick, ?que sabes de Sid Frizell?

– Me parece que casi nada.

– ?Ha cumplido alguna condena?

– En la prision del condado, por hurtos menores. No es ningun tipo duro de penitenciaria, si es en eso en lo que piensas.

Freddy:

– Sid Frizell. Es un tipo alto y delgado de unos treinta y cinco. Tiene una especie de acento de Oklahoma.

– No me suena. ?Se supone que debo conocerlo?

– Pensaba que tal vez le habias dado clase en Chino.

– Me parece que no. Quiero decir, yo soy un especialista en escuchas, de modo que me fijo en como habla la gente. Lo siento, pero no habia ningun acento okie en la clase.

FALTABA ALGO.

Descolgue el auricular y hable con una telefonista. Me puso con Chino.

Contesto un asistente del alcaide. Adelante, diselo:

Prepareme una lista de los internos que coincidieron con Richie Herrick en Chino. ?Si me la envia por un mensajero? No, volvere a llamarle para que me informe de palabra.

2.00 de la madrugada: la custodia, muy cerca. Chisporroteo en la radio, pop/pop: Pete, haciendo chasquear los nudillos. Chick, atontado por el alcohol, con el pelo chamuscado. Culpa mia.

Olores: comida rancia, humo. Un vistazo por la ventana: cubos de basura rebosantes. Mi propiedad: nueve de los grandes al ano, beneficios limpios.

Pienso: chivatazos, golpes.

Intentos desesperados, ultimos recursos.

Welles Noonan, un rival de Gallaudet.

Intentar cambios: Glenda por Bob G. y Dudley.

El telefono del dormitorio; manos temblorosas en el dial. MA 4-0218. Noonan.

– Oficina del Fiscal Federal, agente especial Shipstad.

– Soy Klein.

– Klein, esta llamada no ha existido -en voz baja, furtiva.

– Noonan ha recibido una pelicula. Entrega especial. Eres tu haciendo pedazos a otro tipo y yo se que es una trampa, pero a el no le importa. Una nota dice que enviaran copias a la prensa si testificas para nosotros y Noonan dice que tu pacto de inmunidad queda cancelado. Ha emitido una orden federal de detencion contra ti y esta llamada no ha existido.

CLIC…

Sillas/cajones/mesas…, lo arroje todo por el suelo y le di patadas y lo destroce. Me enrede en las cortinas, sin fuerzas en los brazos; me sentia mareado de agotamiento.

Graznidos en la radio.

«Madge deja la casa. El coche escucha la sigue.» «Lucille, entrando en Chavez Ravine. Conduce erraticamente, pasa rozando los arboles…»

49

Faros cruzandose, caminos de tierra. Chavez Ravine.

Oscuro, sin farolas. Las unicas luces, policiales. Focos sobre el techo de los coches patrulla, faros, linternas. Agentes de la vigilancia, en vehiculos o a pie.

Un parachoques abollado, incrustado en un arbol: el Ford de Lucille, abandonado.

Ordenes de busca y captura contra mi…

Aparque el coche y ascendi corriendo por el camino de acceso. Abajo, luces de linterna en zigzag: una busqueda chabola por chabola.

– Muchacho…

Oscuridad. Solo la voz. Apunte hacia ella, casi aprete el gatillo.

– Muchacho, escucha antes de actuar precipitadamente.

– Le has enviado la pelicula a Noonan.

– No. Ha sido Bob Gallaudet. Le conte que tenias escondido a Chick Vecchio y Bob penso que Chick se portaria como un cobarde y nos delataria. Muchacho, ha sido Bob quien te ha entregado a Noonan. Amenazo con hacer publica otra copia de la pelicula si aparecias como testigo federal, dando por sentado que tu testimonio nos condenaria a el y a este viejo irlandes que te tiene tanto afecto, a pesar de todo. Noonan se puso como una furia, por supuesto, y Bob dio marcha atras prudentemente y planteo una alternativa mas juiciosa: dijo que la amenaza de la pelicula seguia en pie, pero que no presentaria la candidatura a Fiscal General si Noonan prometia no mencionar su nombre en el juicio. Noonan, que es un tipo inteligente, acepto.

– ?Gallaudet le hablo de ti a Noonan?

– No, Ala sea bendito. Consiguio dominar el panico y solo se hablo vagamente de complejas conspiraciones criminales. Estoy seguro de que Noonan me considera un simple policia entrado en anos, con buena labia y fama de estricto.

Abajo, unos gritos. Unos faros despistados iluminaron a Dudley sonriente y bonachon.

– ?Quien le dio a Bob la copia de la pelicula?

– Mike Breuning. Tenia miedo de que nuestras empresas estuvieran en peligro, y negocio una copia con Gallaudet a cambio de un trato. Por desgracia para el, Mike me confeso lo que habia hecho antes de que le enviara a reunirse contigo, y por eso le prepare esa encerrona.

– ?Y Gallaudet?

– Fue a reunirse con Ala, muchacho. Limpiamente descuartizado e inencontrable. Mata a Vecchio, si no lo has hecho aun, y entonces solo quedara Exley sin pruebas solidas.

– Chick me ha dicho que Duhamel se chivo a Exley.

– Si, es cierto.

– Tambien dijo que Exley guarda dinero en una caja fuerte.

– Si, tambien es verdad.

– ?En su casa?

– Si, muchacho. Seria lo logico.

– ?Dinero en cantidad?

– Si, eso es. Muchacho, ve al grano, ya me estas irritando.

– Yo puedo abrir esa caja. Matare a Vecchio y cogere el dinero de Exley. Nos lo repartiremos.

– Eres muy generoso, y me sorprende que no hayas expresado rencor por la encerrona en el mercado.

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