– Quiero caerte bien. Si escapo, no quiero que persigas a la gente que deje aqui.

– Eres muy considerado al dar por segura mi supervivencia.

– ?Y el dinero?

– Acepto la mitad con mucho gusto.

Revuelo al pie de la colina: policias derribando a patadas las puertas de las chabolas.

– ?Chick te ha contado el alcance de mis planes, muchacho?

– Si.

– ?Has sacado la conclusion de que disfruto mirando?

– Si.

– Yo lo considero una compensacion, una dispensa, por la gran labor de contencion que voy a llevar a cabo. Lo considero una manera de entrar en contacto con una suciedad apremiante sin sucumbir a ella.

IMAGEN: Lucille, desnuda.

– Tu tambien eres un miron, muchacho. Has entrado en contacto con tus propias tendencias oscuras y ahora disfrutas con la emocion de ser un mero espectador.

IMAGEN: las ventanas del burdel.

– Comprendo tu curiosidad, muchacho.

IMAGEN: las cintas del miron; imagenes sincronizadas con sonidos.

– Me complace que, al parecer, tambien hayan despertado la curiosidad de los Kafesjian y de los Herrick. Muchacho, podria contarte muchas historias soberbias de esas dos familias.

IMAGEN: ventanas abiertas, iluminadas. CUENTAME COSAS.

– Muchacho, ?notas como empieza a tomar forma una base para un entendimiento? ?Empiezas a apreciar que los dos somos almas gemelas, hermanos en curiosi…

Gritos, linternas convergiendo.

Baje a la carrera, tropezando y trastabillando. Chabolas apelmazadas unas contra otras; luces fijas en una puerta.

Hombres del grupo de seguimiento apretujados fuera. Me abro paso, miro:

Lucille y Richie Herrick, hallados muertos.

Torniquetes atados/ venas hinchadas/bocas paralizadas en un jadeo. Abrazados sobre un lecho de abrigo de vison.

Papelinas de heroina, agujas y Dranos sobre una piel de zorro.

50

8.01 de la manana. Fugitivo federal.

Piso de fugitivo, coche de fugitivo: un Chevrolet del 51 comprado en un chatarrero. Llamadas de fugitivo:

Glenda, a salvo. Estilo contra miedo. Ganando, el estilo.

Sid Riegle, con panico: hombres de Exley arrestaban a los mios.

Noticias de la oficina: Lucille y Richie, muertos de un coctel de caballo y Dranos. Sid:

– Ray Pinker dice que ella lo mato primero, y luego se suicido. El doctor Newbarr dice que nada de asesinato y suicidio posterior; todo estaba demasiado ordenado y bonito.

Mas noticias:

Tommy y J.C., arrestados por los federales y soltados a las cuatro de la madrugada. Madge K., desaparecida; el coche que la seguia la habia perdido.

Una llamada a Pete: encuentrame a esa mujer. Ella puede DECIRME COSAS.

En el coche de fugitivo, por Cahuenga Pass hacia el sur. Miradas con panico por el retrovisor; todo parecia extrano y sospechoso.

Noticias por la radio: ?Ola de crimenes sacude L.A.! ?Mickey Cohen, testigo federal! ?El fiscal del Distrito Gallaudet falta a un desayuno con la prensa; los periodistas reunidos, frustrados!

La despedida de Dudley, la noche anterior: «Necesitare una prueba que demuestre lo de Chick. Bastara con su mano derecha: lleva un tatuaje muy reconocible.»

Rompecabezas:

Sangre vampira/el caso Kafesjian-Herrick: ?quien?/?por que?

Al sur: Hollywood, Hancock Park. Giro a la izquierda: South McCadden, 432.

Virgen. Ningun coche aparcado junto a la acera o en el camino privado de la casa.

Llegue hasta la puerta y llame. Nadie mirando: ganzua al cerrojo, hasta forzarlo.

Dentro.

Cierro la puerta, paso el pestillo, enciendo la luz, avanzo.

Inspeccione las paredes del salon: ningun cuadro, ningun panel falso.

Inspeccione el cuarto de trabajo: fotos enmarcadas de Dudley Smith, maestro de ceremonias de la brigada. Las descuelgo, miro detras…

Ninguna caja fuerte.

El piso de arriba. Tres dormitorios; mas paredes, mas fotos:

Dudley Smith como Papa Noel en una sala de poliomieliticos de un hospital, en el cincuenta y tres.

Dudley Smith, orador invitado de la Cruzada Cristiana Anticomunista.

Dudley Smith en el escenario de un crimen: comiendose con los ojos a un fulano muerto.

Tres dormitorios, veinte fotos de Dudley Smith. Combustible para el odio de Exley.

Ninguna caja fuerte.

Abajo de nuevo. Inspeccion de la cocina. Nada.

Comprobe la moqueta: toda lisa y bien pegada. El piso de arriba: alfombras pequenas en el pasillo. Las aparte.

Bajo una persa roja, un panel con bisagras.

Insertado en el, un disco de tambor y un tirador.

Con mano temblorosa: 34I-16D-31I. Dos ensayos, un chasquido. Tiro del pomo.

Pequenas sacas de lona bancarias. Cinco. Nada mas.

Billetes de cien, de cincuenta, de veinte. Usados.

Cerre la tapa, hice girar el tambor, coloque de nuevo las alfombras. Abajo, a la cocina…

El juego de cuchillos. Cogi un machete de carnicero. Nervios y expectacion: Chick.

51

– Dave, por favor…

Poderes mentales. Yo habia aparecido en la puerta hacia apenas dos segundos, y el ya me estaba suplicando. En la mano derecha, un tatuaje: «Sally x siempre.»

– Dave, por favor…

683 de los grandes y el machete.

Pete, fuera, buscando a Madge; Fred, acostado en el dormitorio.

Chick, esposado. El panico le hacia locuaz:

Hace tiempo que nos conocemos, lo hemos pasado bien, lamento haberme tomado a broma lo de Glenda, pero no puedes recriminarme eso, ?verdad? Nos hemos divertido juntos, hemos hecho dinero, Pete quiere matarme, es un jodido anuncio de neon…

– Dave, por favor…

Cojines para amortiguar el estampido. Cortinas como improvisada mortaja.

– Dave… por Dios, Dave…

Cansado. Sin animos para hacerlo… todavia.

El muerto hablante:

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