– Jim, para el registro escrito, por si esto llega a algun tribunal.
– Dispara.
– De acuerdo. Son las 3.40 de, la madrugada del diecinueve de noviembre de 1958 y soy el agente especial Willis Shipstad. Conmigo estan los agentes especiales James Genstell y William Milner. Nos encontramos en el edificio de la Administracion Federal en el centro de la ciudad, con el teniente David Klein del departamento de Policia de Los Angeles. El teniente Klein fue recogido hace una hora en un estado de acusada desorientacion en la esquina de la calle Sesenta y siete y Central Avenue, en Los Angeles Sur. Se encontraba inconsciente y ofrecia un aspecto de gran desalino. Le hemos traido aqui para asegurarnos de que recibe la atencion medica adecuada.
– Eso es muy gracioso.
– Jim, elimina el comentario de Bill. En resumen, el teniente Klein, quien segun nuestros informes tiene cuarenta y dos anos, ha recibido posibles lesiones en la cabeza. Presenta quemaduras en manos y cuello, con caracteristicas que concuerdan cientificamente con las causadas por hielo seco. Tiene manchas de sangre en la camisa y restos de esparadrapo adheridos a la chaqueta. Esta desarmado. Hemos dejado su coche, un vehiculo policial Plymouth del 57, aparcado correctamente en la interseccion donde le encontramos. Antes del interrogatorio, se proporcionara al teniente Klein atencion medica.
Sentado en una silla de respaldo alto.
Federales.
– Jim, que pasen esto a maquina y ocupate de que llegue una copia al senor Noonan.
Una sauna de interrogatorios. Will Shipstad, dos agentes federales. Una mesa, sillas, una maquina de taquigrafia. Shipstad:
– Ya esta despertando. Jim, llama al senor Noonan.
Un federal salio. Me desperece: dolores y agujetas de pies a cabeza. Shipstad:
– Ya nos conocemos, teniente. Nos vimos en el hotel Embassy.
– Lo recuerdo.
– Este es mi companero, el agente especial Milner. ?Sabe usted donde esta?
Mi espada japonesa: pantalla grande/color.
– ?Quiere que le vea un medico?
– No.
Milner (gordo, colonia barata):
– ?Esta seguro? Tiene un aspecto un poco descompuesto.
– No.
Shipstad:
– Bill, eres testigo de que el senor Klein ha rechazado los cuidados de un medico. ?Que me dice de un abogado? Usted mismo lo es, de modo que conoce el derecho que le asiste a que un abogado este presente en el interrogatorio.
– Renuncio.
– ?Esta seguro?
Dios Santo, Johnny…
– Si, estoy seguro.
– Bill, eres testigo de que he advertido al senor Klein de su derecho a consejo legal, y que lo ha rechazado.
– ?Por que estoy aqui?
– Mirese -Milner-. La pregunta deberia ser donde ha estado usted.
Shipstad:
– Le recogimos en la Sesenta y siete y Central. Un rato antes, alguien prendio fuego al club Bido Lito's. Teniamos algunos agentes cerca de la casa, en mision de vigilancia general, y uno de ellos oyo a un testigo que hablaba con los detectives del LAPD. Ese testigo declaro que pasaba junto al Bido Lito's poco despues del cierre nocturno del local y vio una ventana rota en la parte delantera. Segundos despues, el edificio se incendio. Desde luego, para mi tiene todo el aspecto de un suceso provocado.
Milner:
– En el incendio han muerto tres personas. De momento, suponemos que se trata de los dos propietarios del club y del encargado de la limpieza. Teniente, ?usted sabe fabricar un coctel Molotov?
Shipstad de nuevo:
– No estamos insinuando que fuera usted quien prendio fuego al Bido Lito's. Con franqueza, en el estado en que le recogimos creo que no habria sido capaz de encender ni un cigarrillo. Teniente, fijese que panorama: Hace dos noches, cinco personas murieron en un club de madrugada en Watts y una fuente bastante fiable nos ha dicho que Ed Exley y Bob Gallaudet ejercieron grandes presiones para mantener silenciados los detalles. Luego, a la manana siguiente, su colega, el sargento George Stemmons, Jr., aparece muerto en el Bido Lito's. El jefe Exley ofrece a la prensa una comedia musical sobre ataques cardiacos, cuando nos hemos enterado de que la muerte fue, muy probablemente, por una sobredosis de heroina que el mismo se administro. Y ahora, cuarenta y tantas horas despues, Bido Lito's se quema y usted aparece casi en el mismo momento, conduciendo en un estado que indica intoxicacion por consumo de narcoticos. Teniente, ?se da cuenta de la impresion que produce todo esto?
La mano de Kafesjian. Johnny D. chorreando sangre…
Milner:
– ?Klein, esta usted despierto?
– Si.
– ?Utiliza narcoticos habitualmente?
– No.
– ?Ah, solo esporadicamente?
– Nunca.
– ?Que le pareceria someterse a un analisis de sangre?
– ?Que le pareceria tener que soltarme por una orden judicial de prueba suficiente a primera vista?
– ?Vaya, el tipo fue a la escuela de Derecho! -Milner.
– ?De donde venia cuando le recogimos? -Shipstad.
– Me niego a contestar.
– ?Claro! Apelando al derecho a no autoincriminarse -Milner.
– No. Apelando al derecho de silenciar informacion no incriminadora, segun detalla la sentencia del caso
– ?Si, senor, el tipo se sabe las leyes! ?Tienes algo mas que anadir, listillo?
– Si. Que tu eres un gordo pedazo de mierda y que a tu esposa se la folla Rin-Tin-Tin.
Milner, rojo cardiaco, gordo de mierda.
Shipstad:
– ?Ya basta! ?Donde estaba usted, teniente?
– Me niego a responder.
– ?Que ha sucedido con su arma de servicio?
– Me niego a responder.
– ?Tiene explicacion para el estado lamentable en que le hemos encontrado?
– Me niego a responder.
– ?Puede explicarnos que es esa sangre de su camisa?
Johnny, suplicando…
– Me niego a responder.
– ?Que, no se te ocurre nada, listillo? -Milner.
– ?Donde ha estado, teniente? -Shipstad.
– Me niego a responder.
– ?Ha sido usted quien ha incendiado el Bido Lito's?
– No.
– ?Sabe quien ha sido?