alborotada».9 Nina actuo tambien como principal defensora de su esposo, haciendo cuanto estuviera a su alcance para salvaguardar su reputacion. Cuando supo que un miembro de la expedicion de Fawcett de 1910 intentaba publicar un relato no autorizado de la misma, se apresuro a alertar a su esposo para que el pudiera detenerlo. Y cuando Fawcett le escribia narrandole sus hazanas, ella trataba de inmediato de publicitarias canalizando la informacion a la Royal Geographical Society y, en particular, a Keltie, secretario de la institucion durante una larga etapa y el mayor impulsor de Fawcett. (Keltie habia accedido a ser el padrino de la hija de Fawcett, Joan, que nacio en 1910.) En un tipico comunicado, Nina escribio de Fawcett y de sus hombres: «Han escapado milagrosamente de la muerte en varias ocasiones: en una, su barco naufrago; en otra, sufrieron el ataque de serpientes enormes». Fawcett dedico
Aunque, en ocasiones, Nina anhelaba viajar a la jungla en lugar de quedarse en casa. «Personalmente, creo que estoy suficientemente preparada para acompanar a P. H. F. en el viaje a Brasil»,11 le comento una vez a una amiga. Aprendio a interpretar las estrellas, al igual que un geografo, y tenia una «salud esplendida».12 En 1910, durante una visita a Fawcett en Sudamerica, escribio un despacho inedito para la RGS sobre su viaje en tren desde Buenos Aires hasta Valparaiso que considero podria ser «interesante para quienes gustan de viajar». En un momento dado, vio como «los picos nevados de la cordillera brillaban con la luz rosada del amanecer», una imagen lo bastante «hermosa e imponente para grabarse en la memoria de por vida».13
Fawcett nunca accedio a llevarla consigo en sus expediciones, pero Nina confeso a una amiga que creia incondicionalmente en la «igualdad […] entre el hombre y la mujer».14 Alento a Joan para que desarrollara una resistencia fisica y se enfrentara a situaciones de riesgo, como nadar varias millas en un mar encrespado. En una carta a Keltie, Nina dijo al respecto de la ahijada de este: «Algun dia conseguira los laureles de la Royal Geographical Society como geografa, y satisfara asi la ambicion por la que su madre ha luchado en vano… ?de momento!».15 (Fawcett tambien incito a Joan, al igual que a todos sus hijos, a que asumiera riesgos extremos. «Papa nos proporcionaba una gran diversion, porque no advertia el peligro -recordo Joan tiempo despues-. Pero deberia haberlo hecho. Siempre nos animaba a subirnos a los tejados y a los arboles […]. Una vez, me cai de espaldas y me hice dano en las cervicales, y pase quince dias en cama inconsciente y con delirios. Desde aquel accidente tengo el cuello un poco encorvado.»)16
Era Jack, sin embargo, quien mas ansiaba ser como su padre. «Por lo que parece, mi pequeno Jack va a pasar por la misma fase que pase yo en cuanto alcance la edad adulta -comento Fawcett, ufano, en una ocasion-. Ya le fascinan las historias que le contamos sobre Galla-pita-Galla.»17 Fawcett escribio e ilustro relatos para Jack, en los que lo dibujaba como un joven aventurero, y cuando estaba en casa, lo compartia todo con el: salir de excursion, jugar al criquet, navegar. Jack era «la verdadera nina de sus ojos»,18 recordo un pariente.
En 1910, cuando Jack estaba a punto de ingresar en un internado junto con Raleigh Rimell, Fawcett le envio un poema desde «muy lejos, en la jungla». Se titulaba «Jack va a la escuela» y, en parte, decia asi:
En otra carta para Nina, Fawcett hablaba del caracter y del futuro de su primogenito: «Un lider nato, creo (quiza un orador), siempre independiente, adorable, de personalidad voluble, que podria llegar lejos […]; un manojo de nervios (energia nerviosa inagotable), un muchacho destacado, capaz de extremos (sensible y orgulloso); el hijo que deseabamos y, creo, con una mision en la vida que aun desconocemos».20
Mientras tanto, las noticias de las proezas de Fawcett como explorador empezaban a propagarse. Aunque sus hazanas carecian de un logro claro y evidente, como llegar al polo Norte o a la cima del Everest -el Amazonas suponia un desafio ante esa clase de metas: nadie podria jamas conquistarlo-, Fawcett, avanzando centimetro a centimetro por la jungla, cartografiando rios y montanas, catalogando especies exoticas e investigando a los nativos, habia explorado mas territorio de la selva amazonica que nadie hasta entonces. Como un periodista lo describio mas tarde: «Probablemente fuera el primero y mas destacado experto del mundo en Sudamerica».21 William S. Barclay, miembro de la RGS, dijo de Fawcett: «Durante anos le he considerado uno de los mejores de la historia en su ambito».22 Sus gestas llegaron en un momento en que Gran Bretana, con la muerte de la reina Victoria y el alzamiento de Alemania, empezaba a inquietarse con respecto a su imperio. El recelo se vio exacerbado por la afirmacion de un general ingles de que el sesenta por ciento de los jovenes del pais no cumplian con los requisitos fisicos que exigia el servicio militar,23 y por una avalancha de novelas apocalipticas, entre las que se contaba
La prensa aprovechaba los logros de Fawcett, a quien retrataba como un «heroe de otros tiempos» y realzaba su hombria y su valor para atenuar la falta de confianza de los ingleses en sus hombres. Un periodico declaro: «'La atraccion de lo salvaje' no ha perdido su poder en la clase de hombres audaces e ingeniosos a la que representa el comandante Fawcett». Otra publicacion instaba a los ninos a emularlo: «?Existe un autentico
A principios de 1911, con motivo de una conferencia en la sede de la Royal Geographical Society en la que Fawcett iba a presentar sus descubrimientos, docenas de cientificos y exploradores de toda Europa se aglomeraron en el vestibulo para atisbar al «Livingstone del Amazonas». El hijo de Charles Darwin, Leonard, en aquel entonces presidente de la Royal Society, le reclamo al frente del vestibulo, y describio como el explorador habia cartografiado «regiones que nunca antes habian sido visitadas por europeos» y habia navegado rios que «nunca antes lo habian sido». Darwin anadio que Fawcett habia demostrado que existia aun un lugar «al que el explorador puede ir y dar un ejemplo de perseverancia, energia, coraje, prevision y todas las cualidades que conforman las de un explorador de la era que ahora concluye».27
Aunque a Fawcett le gustaba protestar e insistir en que el no buscaba «demasiada publicidad»,28 sin duda disfrutaba de las atenciones que recibia. (Una de sus aficiones era recopilar en un album articulos de prensa que hablaran de el.) Mientras mostraba diapositivas de la jungla y bocetos de sus mapas, dijo a la multitud congregada: