que contenia todos los cuadernos de bitacora y los diarios de Fawcett. «Ha llegado el momento de entregarte todos los documentos que poseo.»12

Aunque Brian aun no habia cumplido los cuarenta anos, su vida habia estado marcada por la muerte: no solo habia perdido a su padre y a su hermano, sino que tambien su primera esposa habia muerto victima de la diabetes cuando estaba embarazada de siete meses. Brian habia vuelto a casarse, aunque no tenia hijos, y experimentaba fases de lo que el denominaba «sufrimientos feroces y desesperantes».13

Brian hojeo los documentos de su padre y acabo describiendolos como «las pateticas reliquias de una tragedia cuya naturaleza no tuvimos modo de conocer».14 Durante las siguientes semanas, se los llevo al trabajo. Tras mas de veinte anos como ingeniero ferroviario, se sentia aburrido y desasosegado. «Tengo la sensacion de que estoy malgastando mi vida, yendo todos los dias a una oficina asquerosa, firmando un monton de papeles estupidos, y volviendo a casa otra vez -confeso a Joan-. Esto no lleva a ninguna parte. -Y proseguia-: Otros pueden encontrar la inmortalidad en sus hijos. Sin embargo, a mi se me ha negado, y quiero buscarla.»15

Durante la hora del almuerzo, leia los documentos de su padre y se imaginaba «en sus expediciones, compartiendo con el las penalidades, viendo por sus ojos el gran objetivo».16 Resentido por no haber sido el elegido para la expedicion, Brian habia mostrado en el pasado poco interes por el trabajo de su padre. Ahora se sentia consumido por el. Decidio dejar su empleo e hilvanar los escritos de su padre en A traves de la selva amazonica. Mientras trabajaba con denuedo en el manuscrito, Brian dijo a su madre: «Siento a papa muy cerca de mi, como si estuviera guiandome en esta obra. Obviamente, hay momentos en que esto me oprime con fuerza el corazon».17 Cuando Brian acabo el borrador, en abril de 1952, entrego una copia a Nina y le dijo: «Ciertamente es un trabajo 'monumental', y creo que papa habria estado orgulloso de el».18 Ya acostada, Nina empezo a leerlo. «?Sencillamente, no podia dejarlo! -escribio a Joan-. Me ponia la ropa de dormir despues de cenar y leia el libro hasta las cuatro de la madrugada.» Era como si su esposo estuviera a su lado; todos los recuerdos de el y de Jack afloraron tempestuosamente en su memoria. Cuando acabo de leer el manuscrito, exclamo: «?Bravo! ?Bravo!».19

El libro, publicado en 1953, se convirtio en un exito internacional y fue alabado por Graham Greene y Harold Nicolson. Poco despues, Nina murio a los ochenta y cuatro anos. Brian y Joan ya no podian cuidar de ella, y Nina habia pasado sus ultimos anos en una humilde pension de Brighton, Inglaterra, enajenada y literalmente sin un centimo.20 Tal como un observador comento, habia «sacrificado»21 su vida por su esposo y su memoria.

A principios de la decada de 1950, Brian decidio organizar su propia expedicion en busca de los exploradores desaparecidos. Sospechaba que su padre, que rondaria ya los noventa anos, estaba muerto y que Raleigh, debido a sus achaques, habria fallecido poco despues de partir del Dead Horse Camp. Pero Jack…, el era la causa de las dudas que lo carcomian. ?Y si habia sobrevivido? A fin de cuentas, Jack era fuerte y joven cuando la partida habia desaparecido. Brian envio una carta a la embajada britanica en Brasil solicitando que le concedieran un permiso para llevar a cabo la busqueda. Argumento que, legalmente, nadie habia dado por muerto a su hermano y que el no podia hacerlo «sin tener la certeza de que se ha hecho todo lo posible».22 Ademas, una mision asi podria «llevar de vuelta a su pais a una persona que ha estado desaparecida durante treinta anos». Funcionarios gubernamentales consideraron que Brian estaba «tan loco como su padre», tal como lo definio un diplomatico en un comunicado privado, y se negaron a facilitar su «suicidio».23

Pese a ello, Brian persevero en sus planes y se embarco rumbo a Brasil; su llegada propicio una tempestad mediatica. «Ciudadano britanico en busca de padre y hermano perdidos en la selva», anuncio el Chicago Daily Tribune. Brian se compro un equipo de exploracion, un cuaderno de bocetos y otro de notas. Un brasileno que habia sido amigo de su padre se quedo estupefacto al verle. «Pero… pero… ?yo creia que habias muerto!»,24 dijo.

Brian dijo a su hermana que se estaba convirtiendo en un explorador contra su voluntad, pero que sabia que jamas sobreviviria a una caminata en la selva. Por ello, y confiando en los metodos que el doctor Rice habia instaurado decadas antes y que ahora eran mucho mas asequibles, alquilo una diminuta avioneta de helices y, con un piloto, examino la jungla desde el aire. Lanzo miles de folletos que planearon sobre los arboles como si fuera nieve. En los folletos se preguntaba: «?Eres Jack Fawcett? Si tu respuesta es afirmativa, haz esta senal con los brazos en alto […]. ?Podras controlar a los indios si aterrizamos?».

Nunca recibio respuesta ni encontro pruebas de que Jack siguiera vivo. Pero en otra expedicion fue en busca del mismo objetivo que su hermano y su padre: la Ciudad de Z. «Sin duda el destino debe de haber guiado mis pasos por este camino con un proposito»,25 escribio. Con ayuda de unos binoculares, atisbo en una cadena montanosa distante una ciudad en ruinas con calles, torres y piramides. «?Debe de ser aquello!»,26 grito el piloto. Pero, cuando la avioneta se aproximo, advirtieron que se trataba de un afloramiento de tierra arenisca que la erosion habia modelado en formas insolitas. «La ilusion fue notable, casi increible», dijo Brian. Y, con el paso de los dias, empezo a temer lo que nunca se habia permitido considerar: que jamas hubiera existido una Ciudad de Z. Tal como escribio tiempo despues: «Toda la romantica estructura de creencias falacicas, que ya oscilaba peligrosamente, se desmorono ante mi dejandome aturdido».27 Brian empezo a cuestionar algunos de los extranos documentos que habia encontrado entre los escritos de su padre, y que nunca habia divulgado. Originalmente, Fawcett habia descrito Z en terminos estrictamente cientificos y con cautela: «No doy por hecho que 'La Ciudad' sea grande ni rica».28 Pero en 1924 Fawcett habia llenado infinidad de hojas en las que se plasmaban ideas delirantes sobre el fin del mundo y sobre un reino atlante mistico, que se asemejaba al Jardin del Eden. Z se transformo en «la cuna de todas las civilizaciones»29 y en el centro de una de las «Casas Blancas» de Blavatsky, donde un grupo de seres espirituales superiores dirigian el sino del universo. Fawcett confiaba en descubrir una Casa Blanca que habia permanecido alli desde «los tiempos de la Atlantida»30 y trascender el mundo material para alcanzar la pureza del espiritu. Brian escribio en su diario: «?Era el concepto de 'Z' de papa un objetivo espiritual, y la forma de alcanzarlo, una alegoria religiosa?».31 ?Era posible que se hubieran perdido tres vidas por «un objetivo que nunca habia existido»?32 El propio Fawcett escribio en una carta a un amigo: «Aquellos a quienes los Dioses pretenden destruir ?los dioses primero los enajenan!».33

25. Z

– La cueva esta en aquellas montanas -dijo el empresario brasileno-. Por alli descendio Fawcett a la ciudad subterranea y alli sigue viviendo.

Antes de que Paolo y yo partieramos hacia la jungla, habiamos hecho una parada en Barra do Garcas, una ciudad situada cerca de las montanas Roncador, en el extremo nordeste del Mato Grosso. Muchos brasilenos nos habian dicho que, en las ultimas decadas, habian surgido en la region cultos religiosos que veneraban a Fawcett como a una especie de dios. Creian que el explorador habia accedido a una red de tuneles subterraneos y descubierto que Z era, de entre todas las posibilidades, un portal a otra realidad. Aunque Brian Fawcett habia ocultado los extranos textos que su padre habia escrito hacia el final de su vida, aquellos misticos se habian fijado en las cripticas referencias que Fawcett habia publicado en revistas como Occult Review en su busqueda de «los tesoros del Mundo Invisible». Estos escritos, sumados a la desaparicion de Fawcett y al fracaso de todos aquellos que con los anos habian tratado de hallar sus restos, espolearon la idea de que, de algun modo, el explorador habia desafiado las leyes de la fisica.

En 1968 aparecio la secta Nucleo Magico,1 fundada por un hombre llamado Udo Luckner, que se referia a si mismo como Sumo Sacerdote de los Roncador. Llevaba un vestido largo y blanco y un sombrero cilindrico con la Estrella de David. En la decada de 1970, centenares de brasilenos y europeos, entre ellos el sobrino nieto de Fawcett, ingresaron en masa en el Nucleo Magico con la esperanza de encontrar el portal. Luckner construyo un recinto religioso al pie de las montanas Roncador, donde se prohibia a las familias comer carne y llevar alhajas. Luckner predijo el fin del mundo para 1982 y aviso a sus seguidores que estuvieran preparados para descender a las oquedades de la tierra. Pero el planeta permanecio intacto, y el Nucleo Magico

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