otro a Loew y otro a Dudley Smith; el doctor Lesnick rechazo el suyo con un gesto. Mal estudio la primera pagina. Era un informe sobre los piquetes: miembros de la UAES que habian hecho declaraciones izquierdistas, oidas por sus oponentes del gremio de Transportistas. Mal busco en los nombres de los signatarios. Reconocio a Morris Jahelka, Davey Goldman y Fritzie «Picahielo» Kupferman, conocidos matones de Mickey Cohen.
Satterlee se planto de nuevo frente a ellos; a Mal se le ocurrio que parecia un hombre capaz de matar por un atril, o cualquier cosa donde pudiera apoyar los largos y desmanados brazos.
– Estos documentos son nuestra primera ronda de municion. He trabajado con una veintena de grandes jurados municipales en todo el pais, y las declaraciones juradas de ciudadanos patrioticos siempre tienen un efecto benefico sobre los miembros de un gran jurado. Creo que tenemos una buena oportunidad de exito en Los Angeles: el conflicto laboral entre los Transportistas y la UAES representa un gran impulso, una ocasion que quiza no se volvera a repetir. La influencia comunista en Hollywood es un tema amplio, y el problema de los piquetes y el estimulo a la subversion por parte de la UAES dentro de ambos contextos es una buena ocasion para captar el interes del publico. Citare la declaracion de Morris Jahelka: «Mientras se hacian piquetes frente a Variety International Pictures en la manana del 29 de noviembre de 1949, oi que un miembro de la UAES, una mujer llamada 'Claire', le decia a otro miembro de la UAES: 'Con la UAES en los estudios podemos hacer por nuestra causa mas que toda la Guardia Roja. El cine es el nuevo opio de los pueblos. Creeran cualquier cosa que proyectemos en la pantalla.'» Caballeros, Claire es Claire Katherine De Haven, complice de diez traidores de Hollywood y conocida integrante de no menos de catorce organizaciones que la Oficina del Fiscal General del Estado de California ha clasificado como organos comunistas. ?No es interesante?
Mal levanto la mano.
– Si, teniente Considine -dijo Edmund J. Satterlee-. ?Alguna pregunta?
– No, una afirmacion. Morris Jahelka tiene dos arrestos por estupro. Este patriotico ciudadano folla con ninas de doce anos.
– Demonios, Malcolm -mascullo Ellis Loew.
Satterlee intento sonreir pero no lo consiguio. Hundio las manos en los bolsillos.
– Entiendo. ?Algo mas sobre el senor Jahelka?
– Si, tambien le gustan los ninitos, pero nunca han llegado a pescarlo con las manos en la masa.
Dudley Smith rio.
– La politica crea extranas alianzas, pero eso no niega el hecho de que en este caso el senor Jahelka esta del lado de los buenos. Ademas, muchacho, nos aseguraremos de que mantenga la chaqueta bien abrochada, y es probable que los malditos rojos no traigan abogados para encauzar el interrogatorio.
Mal trato de mantener la voz en calma.
– ?Es verdad eso, Ellis?
Loew aparto las volutas de humo del cigarrillo del doctor Lesnick.
– En esencia, si. Tratamos de que la mayor cantidad posible de integrantes de la UAES se ofrezcan como testigos. En cuanto a los testigos hostiles, los que comparecen por una citacion, son propensos a demostrar su inocencia no trayendo abogados. Ademas, los estudios tienen una clausula en su contrato con la UAES, la cual establece que pueden anular el contrato si se demuestra que la otra parte ha incurrido en algun delito. Antes de que el gran jurado llegue a un acuerdo, si reunimos pruebas suficientes, ire a ver a los gerentes de los estudios para que echen a los miembros de la UAES recurriendo a esa clausula. Los muy canallas estaran locos de rabia cuando lleguen al banquillo. Un testigo furioso es un testigo ineficaz. Tu lo sabes, Mal.
Cohen y sus Transportistas adentro, la UAES fuera. Mal se pregunto si Mickey C. aportaria dinero para el fondo de reserva de Loew, una cantidad que tenia seis digitos y alcanzaria el medio millon cuando llegaran las elecciones primarias del 52.
– Eres listo, abogado.
– Tu tambien, capitan. Al grano, Ed. Tengo que estar en los tribunales a mediodia.
Satterlee entrego hojas mimeografiadas a Mal y Dudley.
– Mis reflexiones sobre el interrogatorio de los subversivos -dijo-. El delito de asociacion es nuestra mejor arma. Todos estan relacionados. Cualquiera que este vinculado con la extrema izquierda conoce a todos los demas en mayor o menor grado. Junto con las declaraciones hay listas de mitines comunistas comparadas con listas de donaciones, un excelente medio de obtener informacion y lograr que los rojos delaten a otros rojos para salvar el pellejo. Las transacciones tambien implican registros bancarios que se pueden presentar como prueba. Mi tecnica favorita es mostrar fotos a testigos potenciales: hasta los rojos mas ateos sienten el temor de Dios cuando se les presentan pruebas de que han participado en un mitin subversivo, en esta circunstancia seran capaces de delatar a su propia madre con tal de no ir a la carcel. Puedo conseguir fotos muy perjudiciales mediante un amigo que trabaja para Canales Rojos, algunas fotos muy buenas de las reuniones del Comite de Defensa de Sleepy Lagoon. Me han dicho que esas fotos son los Rembrandts de la policia federal: jerarcas del PC y estrellas de Hollywood junto con nuestros amigos de la UAES. Senor Loew…
– Gracias, Ed -dijo Loew, e hizo una sena para indicar que todos se levantaran. Dudley Smith se irguio de un brinco; Mal se puso de pie y vio que Lesnick se dirigia al cuarto de bano aferrandose el pecho. Su tos humeda retumbo en el pasillo; imagino a Lesnick escupiendo sangre. Satterlee, Smith y Loew terminaron de darse la mano; el Cazador de Rojos salio seguido por el fiscal de distrito.
– Los fanaticos siempre resultan aburridos -comento Dudley Smith-. Ed es bueno en su trabajo, pero no sabe cuando retirarse de escena. Gana quinientos dolares por conferencia. Explotacion capitalista del comunismo, ?no crees, capitan?
– Aun no soy capitan, teniente.
– ?Ja! Y ademas del grado tienes una inteligencia perspicaz.
Mal estudio al irlandes. Se sentia menos intimidado que el dia anterior en el restaurante.
– ?Que ganas tu con esto? Eres experto en resolver casos, no quieres el puesto de Jack Tierney.
– Quiza solo quiera tenerte cerca, muchacho. Tienes grandes probabilidades de llegar a jefe de Policia o sheriff del condado, teniendo en cuenta el magnifico trabajo que hiciste en Europa, liberando a nuestros perseguidos hermanos judios. A proposito, aqui viene el contingente hebreo.
Ellis Loew guio a Lesnick hasta el salon y lo acomodo en una mecedora junto al hogar. El anciano se apoyo un paquete de Gauloises, un encendedor y un cenicero sobre las rigidas piernas, cruzandolas para sostenerlos. Loew dispuso sillas en semicirculo; Smith parpadeo y se sento. Mal advirtio que el comedor estaba lleno de cajas de carton atiborradas de carpetas; en un rincon habia cuatro maquinas de escribir apiladas. Ellis Loew se preparaba para la guerra, y su casa era el cuartel general.
Mal ocupo la silla libre. El doctor Lesnick encendio un cigarrillo, tosio y empezo a hablar. Tenia la voz de un intelectual judio de Nueva York que respiraba con un solo pulmon; Mal entendio que el discurso estaba adaptado para policias y fiscales.
– El senor Satterlee ha incurrido en una seria omision al no profundizar mas su simplista historia de los elementos subversivos en Estados Unidos. Ha olvidado mencionar la Depresion, el hambre y la gente desesperada y preocupada que desea cambiar esas terribles condiciones.
Lesnick hizo una pausa, recobro el aliento y apago el Gauloise. Mal observo los jadeos de aquel pecho huesudo, clasifico al anciano de cadaver ambulante y comprendio que Lesnick vacilaba entre el dolor de hablar y el afan de justificar su deplorable deber. Al fin respiro hondo y continuo, los ojos iluminados por una especie de fervor.
– Yo era una de esas personas, hace veinte anos. Firme peticiones, escribi cartas y asisti a mitines sindicales que resultaron en nada. El Partido Comunista, a pesar de sus connotaciones malignas, era la unica organizacion que no parecia ineficaz. Su reputacion le daba cierto impetu, cierto prestigio, y los hipocritas que lo condenaban sin discriminacion me hicieron desear pertenecer a el para oponerme a ellos.
»Fue una decision imprudente que he llegado a lamentar. Siendo psiquiatra, se me designo analista oficial del Partido Comunista en Los Angeles. El marxismo y el analisis freudiano estaban muy en boga, y varias personas a quienes luego reconoci como conspiradores contra este pais me contaron sus… secretos, por asi llamarlos, emocionales y politicos. Muchos de ellos pertenecian al mundillo de Hollywood: escritores, actores y sus satelites, trabajadores tan enganados como yo acerca del comunismo, gentes que deseaban acercarse a personas de Hollywood por sus conexiones con el cine. Poco antes del pacto entre Hitler y Stalin el Partido me desilusiono. En el 39, durante una investigacion del HUAC de California, me ofreci para ser confidente del FBI. He llevado a cabo esta labor durante mas de diez anos, mientras mantenia mi puesto de psiquiatra del PC. En secreto puse mis