cambio.
– No te entiendo. -Mira en ti.
– Lo hago, y no veo nada -recordo a su padre de pronto-. ?Papa te esta buscando!
– No temas. Me encontrara. Y volveremos a ti.
– ?Te encontrara el?
– Asi es.
– ?Por que dices que volvereis a mi?
– Deja que el futuro te alcance sin necesidad de ir a por el, carino.
– Por favor, dime cuando.
– Cuando llegue el momento.
La primera sorpresa menguaba. Pero tenia tantas preguntas en su corazon que busco la forma de encauzarlas.
– Dicen que no eres de este mundo.
Su madre se sento frente a ella, en cuclillas. Estaban en lo alto de la mas alta montana, bajo un calido sol, y en el cielo brillaban nueve soles de colores.
– Formamos parte de una civilizacion muy lejana, demasiado para comprenderlo con la naturaleza de lo simple. Los humanos miden las distancias cosmicas en anos luz. Nosotros, en nucleos de energia. Somos vecinos lejanos. Una raza que se desarrollo mucho antes. Pero si somos de este mundo, porque solo hay uno en verdad: el infinito. Todos nacimos con la Gran Explosion.
– ?Como llegasteis aqui?
– Hace miles de anos poblamos la Tierra, discretamente, sin dejar rastros evidentes. Fue una primera huella, no una conquista. Este era un hermoso planeta deshabitado. La humanidad es nuestra hija. Por desgracia nosotros tambien cometimos errores. Nunca volvimos porque teniamos nuestros propios problemas. Nuestro tiempo tambien es distinto del vuestro. Para cuando nos dimos cuenta vuestra evolucion mostraba un camino propio. No el mejor, ni el mas deseado, pero propio a fin de cuentas. No queriamos que fuerais un experimento, sino una prolongacion nuestra. Por desgracia…
– ?Lo hemos hecho mal?
– No habeis superado la fase mas primitiva, la del odio, la brutalidad, las guerras, la autoaniquilacion.
– ?Vais a destruir la Tierra?
– ?No!
– ?A cambiarla?
– No somos Dios, solo entes energeticos. Me mandaron a mi y a otras para recoger informacion.
– Es lo que dicen los guardianes.
– ?Quienes son?
– Nos protegen. Saben que volvereis y os esperan.
– ?Es un guardian el hombre que ha aparecido en tu viaje?
– Si -fruncio el ceno al captar el detalle-. ?Me has seguido hasta aqui?
– Si.
– ?Por que no me has ayudado?
– Tenias que llegar por ti misma.
– Otros hombres quieren haceros dano. Se llaman jueces. Quieren deteneros, evitar que volvais, quiza mataros.
– Toda accion provoca una reaccion. Es logico.
– ?Pueden hacerlo?
– Todo es destruible. Pero la energia no muere. Fijate en ti.
– ?Que sucede conmigo?
– Estas llena de energia, Joa -lo proclamo con orgullo de madre.
– ?Y eso es bueno?
– Es tu origen, nada mas.
– No se quien soy, mama.
– Eres el puente entre dos mundos. Por eso debes tener cuidado.
– ?De que?
– Del amor.
– Yo no estoy enamorada -se puso roja.
– El amor es un sentimiento muy fuerte, el mas poderoso, y tambien el mas imprevisible -la acaricio con un haz de luz-. Nosotros somos energia, solo nos atraemos. Pero aqui, en la Tierra, es distinto.
– Tu te enamoraste de papa.
– Y te tuve, con dolor. Fue lo mas hermoso e increible. Ahora tu eres yo.
– ?No puedo amar?
– Debes amar.
– ?Y el riesgo?
– Vivir es un riesgo. Amar forma parte de el. Habeis evolucionado de una forma unica. Los humanos viven, mueren…
– ?Y yo?
– Eres como nosotros, y tambien humana. Depende de tu vida. No hay referentes. Tienes dos hermanastras.
– ?Sus madres y tu desaparecisteis por haber dado a luz?
– Si.
– Mama…
– No sufras. Volveria a hacerlo. Fuiste lo mejor. Y sigues siendolo. Mirate.
Se miro. Seguia desnuda.
– Has renacido -dijo su madre.
– ?Para que?
– Para ocupar tu lugar en la historia.
– No te entiendo -tuvo deseos de llorar.
La segunda caricia de luz penetro hasta su alma.
– Confia en ti, momento a momento.
– ?Y papa? ?Donde esta el?
– No lo se, Joa -su voz fue triste.
– ?Que he de hacer?
– Sigue los indicios, los signos que estan y los que no
estan.
– ?Los papeles de papa?
– Si.
– Lo he intentado y no…
– Tu los viste. Sabes que hay algo. Solo has de abrir los ojos.
– ?Por que no me lo dices tu?
– Porque yo soy un sueno que esta en tu cabeza. Se lo que sientes, pero no puedo verlo si no lo ves tu.
Un sueno.
Queria que fuese real. La luz se debilito.
– No te vayas, por favor.
– No me voy. Eres tu la que regresa.
– ?Cuando despierte, recordare esto?
– Si, porque eres tu la que te estas respondiendo a ti misma.
– ?Y las otras hijas de las tormentas? ?Tienen respuestas ellas?
– Si, aunque aun no lo saben.
– Entonces, si hablo con alguna…
– Hazlo.