un informe inteligible con todas estas fotocopias. Contienen datos historicos sobre los enterramientos en iglesias y conventos. Ya vera, se sentira como cuando lo llevaban en el colegio de visita cultural.

– En la escuela de mi pueblo no haciamos mas visita cultural que salir de excursion al campo y triscar como cabras.

– Asi ha salido usted de montaraz.

Evite contarle nada sobre las protestas de la madre de Hugo y Teo. ?Para que? Ya se me habia pasado el enfado lo suficiente como para columbrar que el subinspector no habia obrado con mala intencion. Casi nadie de los que meten la pata obra con mala intencion; eso hace su error mucho mas estupido aun.

Conduciendo en direccion a Tarragona encontre cierta serenidad. Contribuyo a ello la musica de Mozart que llevaba puesta a todo volumen. Pero la serenidad me llevo a conclusiones negativas: aquel caso se nos iba de las manos si es que no se nos habia ido ya. Si no hubiera existido el robo de la momia estariamos empezando a pensar que se trataba de uno de esos crimenes casuales que se producen sin motivo, los mas dificiles de desentranar: un mendigo loco que se queda en la iglesia, ve al monje y se lo carga por la espalda… un jovenzuelo que merodeaba pillado in fraganti por el hermano Cristobal… Pero estaba la momia de los cojones: fray Asercio de Montcada, ?vaya historia! Naturalmente, ese tipo de cosas solo ocurre cuando se vive en Espana, un pais de pandereta, de toros embolados, de reliquias exhibidas frente a turistas: el brazo incorrupto de santa Teresa, la oreja santificada de san Miguel, el intestino grueso de santa Policarpa… ?un asco!, un asco y un atraso, por supuesto. Mis pensamientos me habian alterado tanto que iba a toda velocidad sin darme cuenta. Levante el pie del acelerador, aunque el destino me hubiera dado como lugar de nacimiento aquel pais malhadado, queria continuar viva unos anos mas.

La vision del monasterio me maravillo con la misma intensidad de siempre. Todo es contradictorio, pense, la misma Iglesia responsable de erigir monumentos como aquel y de actuar durante siglos como vehiculo de la cultura, ha sido capaz al mismo tiempo de permitir que bajo su cupula crezcan todo tipo de absurdas supercherias.

Como le habia llamado con anticipacion, el hermano Magi ya me esperaba en conserjeria. Me sonrio con su cara inteligente. Me acompano. Sus pasos eran tenues como los de un gato. Nos sentamos en una sala vacia, ambos en un sobrio canape. Me pregunto por los progresos del caso y desbarate su esperanza de una temprana resolucion.

– Pues no sabe como lo siento, inspectora. Hasta que todo esto acabe el juez no nos permite dar cristiana sepultura a nuestro hermano.

Aprovechando tan estrategico inicio le conte la teoria de la hermana Domitila, sometiendola a su consideracion. Permanecio inmovil como si se hubiera mimetizado con el sofa. Su mirada estaba fija en el suelo, por lo que no podia interpretar su expresion. Cuando ya empezaba a impacientarme arranco a hablar.

– Espero que no le comente nada a la hermana porque podria tomarlo a mal, pero a mi su teoria me parece con poco fundamento, demasiado enrevesada y con una conclusion decepcionante.

– Eso mismo pienso yo.

Volvio a incidir en otro de aquellos silencios en los que el tiempo no parecia importar, luego me miro enigmaticamente y en una voz tan baja que apenas si podia oir dijo:

– Yo tambien he elaborado una teoria.

– ?Habla en serio? ?No me lo puedo creer!; asi que tambien le gusta jugar a detectives.

– Vera, inspectora; no tiene nada de extrano que tanto la hermana como yo hayamos tenido la misma inclinacion. Piense que un historiador es en el fondo un investigador de las cosas que han sucedido mucho tiempo atras.

– No me interprete mal. Simplemente me hace gracia que hayan elaborado unas hipotesis complejas y las hayan guardado para ustedes mismos.

– La policia trabaja con pruebas y mi teoria no se puede probar. ?Quiere oirla?

– ?Debo oirla!

– ?Quiere que le traigan algo para beber, un poco de agua, quiza?

Se sentia como un completo anfitrion. Puse cara de escucharlo con interes, aunque si su teoria se revelaba tan alambicada como la de la hermana Domitila, poco a poco iria perdiendo su credibilidad.

El hermano Magi no espero a saber si aceptaba su ofrecimiento de agua, enseguida se puso serio y me espeto:

– ?Recuerda usted la quema de conventos en nuestro pais?

En aquel momento me di cuenta de que aun conservaba una brizna de fe en su explicacion, ya que en cuanto hubo formulado semejante pregunta, la perdi. ?Cielos, volviamos a la Espana profunda: la guerra civil, la quema de conventos, las hordas rojas abatiendose sobre la ciudad! ?Para eso habia viajado hasta Poblet? Me arme de paciencia para responder:

– No personalmente, desde luego.

El hermano Magi ni siquiera sonrio, era presa de un ataque de exaltacion historica similar al de la hermana Domitila.

– Ha habido cuatro epocas historicas en las que se produjo tan execrable practica en Cataluna: durante la invasion napoleonica, durante la desamortizacion de Mendizabal en 1835, durante la Semana Tragica y en la guerra civil. Las dos primeras estan demasiado lejanas en el tiempo como para tener ninguna repercusion actual. Nos queda la guerra civil, cuyos conventos e iglesias quemados fueron reconstruidos casi en su totalidad, y la Semana Tragica, donde hubo la mayor quema de lugares sagrados llevada a cabo jamas en Cataluna. La mayor parte tambien se reconstruyeron; pero unos cuantos desaparecieron para siempre o pasaron a ser otro tipo de edificios o a manos de otras ordenes religiosas.

Asenti sin saber adonde queria ir a parar. El me miro con cierta reconvencion, como suponiendo que yo debia ya adivinar de que me estaba hablando.

– ?Conoce usted las circunstancias de la Semana Tragica?

– Pues si, claro, una revuelta anticlerical que sucedio en Barcelona a principios del siglo XX.

– Fue en 1909. El gobierno central, fiel a la politica colonial, intentaba mantener bajo su dominio el norte de Africa, concretamente la zona del Rif. Se sucedieron las derrotas militares, hasta tal punto que hubo que movilizar a los reservistas, muchos de ellos hombres ya casados y con hijos. El sistema de reclutamiento de la epoca permitia librarse de ir a la guerra pagando una elevada cantidad. Por lo tanto, quienes debian entrar forzosamente en la batalla eran los hombres de clase trabajadora. Naturalmente, la gente se movilizo en contra de una medida semejante y cuando se produjo el primer embarco de reservistas hacia Marruecos, estallo de modo espontaneo una reaccion de rechazo que culmino en una huelga general y una insurreccion popular que dejo en manos del movimiento obrero la ciudad de Barcelona. No hubo ningun poder politico que quisiera encabezar esta revolucion. Ni lerrouxistas, ni republicanos ni nacionalistas. De ese modo, las masas, descontroladas y furiosas, hicieron recaer su ira sobre las iglesias y conventos de la ciudad.

– Muy bien, ?y?

– Inspectora, en uno de esos conventos desaparecidos durante esa semana o durante la guerra civil, es decir, en las viviendas o edificios que ocupan su lugar, esta en estos momentos la momia del beato fray Asercio de Montcada. Desde mi punto de vista eso es lo que el asesino ha querido decirnos con su cartel.

Me acaricie la barbilla, despues la frente y al final, presa de una gran consternacion, me emborrone todos los rasgos de la cara con ambas manos.

– Hermano, por favor, creo que estoy a punto de volverme loca. Todo eso esta muy claro como explicacion teorica; es mas, si usted estuviera escribiendo un estudio sobre el tema, resultaria una hipotesis brillante. Pero ?como lo cocinamos para tragarlo con nuestro muerto?

– No estamos hablando de epocas tan remotas. Los odios y venganzas de esos dos periodos terribles aun pueden seguir vivas.

– ?Por todos los demonios, hermano!, ?y quien se venga de quien cargandose al hermano Cristobal de un modo tan aparatoso, con robo de momia y todo?

– Inspectora, el hermano Cristobal se disponia a hacer un estudio profundo de la momia, un estudio forense. Alguien quiso impedir que descubriera algo en ese cuerpo incorrupto.

– ?Que, segun su teoria?

– Ahi tendria que ser muy especulativo, y ese no suele ser mi metodo de trabajo.

– Infrinja sus reglas, por una vez.

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