interrogatorio del tal Isaac Reverter.

– No se si cuenta con la experiencia necesaria.

– Asi se va fogueando.

– Por cierto, inspectora; mi mujer dice que los invita a usted y a toda su familia a cenar en nuestra casa este sabado.

– ?Mi familia? -pregunte sinceramente despistada.

– ?Pero, inspectora! Me refiero a Marcos y a los chicos.

– Por mi encantada, pero es un jaleo para ustedes.

– A Beatriz le hace mucha ilusion.

– De acuerdo entonces, cuenten con nosotros.

Me resultaba chocante el acudir a una casa en plan familiar, pero jamas me hubiera permitido contrariar a la encantadora Beatriz. Supuse que mi marido estaria de acuerdo, y en cuanto a los ninos… desde que Garzon les habia mostrado la dureza del mundo delictivo, se habia convertido en un autentico lider de popularidad. Entre en el despacho y revise todos los datos que habia enviado el hermano Magi, perfectamente recogidos y amalgamados por el subinspector. Observe las listas de conventos que habia incluido:

Trienio constitucional (Conventos desamortizados)

1. Capuchinos de Santa Madrona: convento derruido para hacer la plaza Real.

2. Iglesia de Sant Jaume: derruida para el ensanchamiento de la plaza Sant Jaume.

3. Convento de los Trinitarios Calzados: convento derruido para hacer la calle Ferran.

4. Iglesia y convento del Carme: destruidos para el ensanchamiento de la calle dels Angels.

5. Convento de la Mare de Deu de la Bonanova: destruido para erigir el Gran Teatro del Liceo.

La lista continuaba durante un par de paginas mas. Luego venian los conventos e iglesias quemados durante la Semana Tragica, 18 iglesias y 49 conventos. Sin embargo, segun el informe del hermano, la mayor parte fueron reconstruidos. Solo habian desaparecido por completo el convento de las Jeronimas, el de los Claretianos, las Paulas, las Dominicas, los frailes de Sant Felip Neri, las monjas cistercienses de Valldonzella y el monasterio de Sant Antoni. Junto a estos nombres habia escritas unas direcciones. Por ultimo, el informe senalaba que casi todas las quemas acaecidas en la guerra civil habian sucedido en edificios religiosos despues reerigidos. Pero incluso en este apartado el fraile habia elaborado una tercera lista con los mas danados. Un trabajo impecable, quiza merecedor de una tesis doctoral. Lastima que, aplicado a nuestro caso, siguiera pareciendome una especie de cuento de hadas. En ese momento entro Garzon.

– Inspectora, lamento mucho tener que molestarla, pero ha dicho Coronas que si no interrogamos al psicopata en el plazo de dos horas nos podemos considerar relevados del caso.

– ?El puto psicopata! Esta bien, digale que lo hare yo. ?Donde esta?

– En la sala de interrogatorios, custodiado por Dominguez. Lo reconocera por el gorro de Napoleon.

– Muy gracioso.

Dominguez se ofrecio a quedarse conmigo durante el interrogatorio para garantizar mi seguridad. Lo hice salir con gesto firme. Como aquel hombre era nuestro psicopata oficial todo el mundo parecia olvidar que el dia anterior se paseaba por la calle tranquilamente.

Mire a la cara del presunto loco, que tenia un aspecto corriente, si bien parecia asustado.

– Hola, Isaac. ?Sabe usted por que esta aqui? -le pregunte sin disimular mi mal humor.

– Si, porque creen que he matado a un fraile.

– Eso es. ?Y lo hizo?

– No, yo nunca mataria a nadie, y menos a un fraile porque creo mucho en Dios.

– ?Donde estaba la noche del crimen?

– En el casal del Ayuntamiento de Rius y Taulet. Los del taller ocupacional preparabamos el escenario de una funcion de teatro que se hacia al dia siguiente. Estuvimos hasta la madrugada.

– ?Hay alguien que pueda testificarlo?

– Si, todos mis companeros del taller, tambien la profesora.

– Bien, de acuerdo. ?Sabe cual fue el arma del crimen?

– Lo he leido en el periodico. ?Una navaja?

– No, no fue una navaja. ?Como se gana la vida, Isaac?

– Como estoy mal de la cabeza cobro una pension. Tambien trabajo en un taller educacional y me pagan un poco. Oiga, inspectora, si digo que al monje lo he matado yo, ?saldre por television?

– ?Para que quiere salir por television?

– Para decir a la gente que vayan a misa y recen.

– Oiga, Isaac: tiene una casa, un trabajo, quiza hasta amigos. Voy a darle un consejo: olvidese de la religion, de los angeles y los santos. Bebase una cervecita de vez en cuando y tome el sol los domingos. Eso es mucho, creame. Y olvide si los demas van a misa o se condenan.

– ?Ya se va?

– Si, voy a hablar con su medico de cabecera. No creo que pase mucho rato antes de que pueda marcharse a casa.

Sali de la comisaria sin decir nada a nadie. Fui al hospital de dia donde estaba adscrito el psicopata. Hable con su psiquiatra, con las enfermeras, con los cuidadores de las sesiones de grupo. Naturalmente todos coincidieron: Isaac en ningun caso hubiera podido matar a nadie, ni a un fraile ni a un descargador de muelle. Estaban dispuestos a declararlo y firmar. Me dirigi despues al taller ocupacional donde Reverter acudia. Todos corroboraron su version de la noche del crimen. No necesitaba mas. Llame a Garzon.

– Pueden soltar al psicopata, Garzon; ya hemos perdido bastante tiempo.

– ?Esta segura, inspectora?

– Bajo mi responsabilidad.

– De acuerdo, inmediatamente.

Al ir a tomar el coche, me quede un momento pensativa. ?Que desastre era todo aquello! Isaac, pobre diablo. Lo habiamos sacado de su rutina habitual que quiza era lo unico que lograba estabilizarlo. Y todo a sabiendas de que las posibilidades de que hubiera cometido el crimen y robado la momia eran practicamente nulas. ?Vaya mierda! Me senti invadida por una enorme tristeza, un desanimo total. Mire a mi alrededor. Estaba en el barrio del antiguo hospital militar. Busque un bar con la mirada. Enseguida lo encontre. Por fortuna Espana es lugar de bares cutres en cada esquina. Aquel era prototipico: television a todo volumen, maquina de juegos a pleno rendimiento, un camarero que apilaba platos limpios con estruendosos impactos auditivos… ?perfecto! Solo con una cerveza ya me resultaria imposible pensar. Me tome dos. Estuve a punto de no contestar la llamada de mi movil, pero cuando ya habia sonado cinco veces me arrepenti. Se trataba de Sonia.

– Inspectora, resulta que he encontrado otro enfermo psiquiatrico que me parece bastante sospechoso. Pero no se si decirselo al doctor Beltran, como ya estan interrogando a uno, quiza…

– Sonia.

– Si, inspectora.

– Incorporate inmediatamente al operativo de busqueda de la testigo.

– ?Y abandono la mision que me encomendo?

– Si. ?Ah, y otra cosa! Procura no ponerte delante de mi en tres dias. ?Me has entendido?

– Yo…

– Y si ves que vamos a cruzarnos por un pasillo, da media vuelta. ?De acuerdo?

– Si, inspectora -la oi decir con un hilo de voz.

Luego pague al espantado camarero, que me habia estado escuchando, y sali del bar. No estaba mas reconfortada, pero al menos habia recuperado la voluntad: me iba a casa.

Al llegar tome una nueva decision: aparcaria a un par de calles de distancia para poder caminar aunque fuera solo un poco. No me parecia adecuado presentarme ante Marcos en aquel estado de enojo y turbacion mental. Mis pasos resonaban en la calle oscura. Poco a poco fui recuperando cierta paz. Al torcer la ultima esquina vi que se me acercaba de modo muy directo una mujer. Retrocedi un paso y espere. Como ya llegaba hasta mi eche mano del bolso para sacar la pistola. Ella se dio cuenta del movimiento y dijo en voz alta:

– Petra Delicado.

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