enteramos; el asesino tambien se entero, eso es todo.

– El asesino no tenia ningun operativo especial a su servicio.

– ?Es posible que estuviera siguiendo a alguno de los policias?

– Me resulta dificil de creer.

– Este caso es odioso, odioso. Un monje, una pobre mujer… ?quien tiene interes en hacer dano a gente tan inocente?

– Es la ausencia de moviles lo que lo complica todo, comisario.

– Usted sabe que cuando no hay moviles logicos siempre nos inclinamos por la figura de un loco.

– Pero yo me niego a creer…

– Usted no puede negarse a nada, Petra, y ?sabe por que? Porque no me ofrece ninguna alternativa. Suelo admirar su logica racionalista, pero digame, ?como se justifica con la razon en la mano que nadie mate a un monje inofensivo en plena noche y que robe una momia y se la lleve a su casa? Contesteme.

– Aun no puedo contestarle.

– ?Esto es obra de un loco, inspectora, un loco con un complice mas loco que el! No veo otra manera de cuadrar tanto desproposito. ?En que andan ahora?

– Estan analizando todos los residuos que encontramos en el taller abandonado, por si hubiera suerte y… Tambien estan compulsando las huellas que pudieron sacarse de los guantes de latex.

– ?Tenia familia esa mujer?

– Nadie ha reclamado su cadaver por el momento.

– Quiza cuando aparezca la noticia en los periodicos…

Me encogi de hombros, baje la vista con abatimiento.

– ?Y todas esas teorias historicas que he leido en los informes?

– No les he dado demasiado credito, senor.

– Pues si todo sigue como esta y nos centramos en la posibilidad de alguien que este como una chota, a lo mejor tiene que revisar su postura. Algo esta intentando decirnos el asesino con ese cartel en letra gotica.

Asenti, cansada, aburrida, impotente.

– Puede irse. Vaya a poner todo esto por escrito.

Di media vuelta lentamente, camine demorandome en cada paso. Entonces oi la voz de Coronas que decia:

– No se deje abatir, Petra, estan haciendolo bien.

Si, muy bien, pense, tan bien que habiamos conseguido un nuevo crimen. Dificilmente se podia actuar con mas tino. Pero claro, la victima no contaba demasiado para nadie y su muerte parecia un mal menor. La ciudad esta poblada por un monton de gentes prescindibles cuya desaparicion no altera el paisaje.

Sobre la mesa de mi despacho me esperaba un informe que ya no recordaba haber pedido. Era el estado de cuentas y las fuentes de financiacion del convento de las corazonianas. Estaba firmado por el inspector Sanguesa, e incluia una nota de su puno y letra:

«Ahi tienes el trabajo finalizado, Petra. Tus monjas no parecen unas defraudadoras ni nada por el estilo. Muy ricas tampoco son. Yo diria que todo esta en orden. Fijate en que hay un donante o benefactor fijo. Te lo he subrayado en rojo por si es un dato de interes».

Sanguesa era un crack, el tio que mejor funcionaba en la Policia. Busque su subrayado y lei: «Heribert Pinol i Riudepera. Su familia es benefactora del convento desde 1912. El ingresa 12.000 euros anuales por medio de su fundacion». Si, quiza si era un dato interesante; en cualquier caso debia ser investigado. Me prepare mentalmente para una nueva visita a las corazonianas. O resolviamos aquel caso o quiza mi vida me deparara la sorpresa de una vocacion religiosa en toda regla.

Como de costumbre, a la madre Guillermina le encanto verme de nuevo.

– ?Por que no me ha dicho que iba a venir a visitarme?, hubiera mandado a comprar un te mejor. Yo creo que el que nos han suministrado en la ultima partida esta bastante pasado. Pero claro, como siempre tenemos que andar mirando el centimo…

– Justamente he venido para hablarle de dinero.

– Eso si es una novedad.

– Se trata de las donaciones, mas concretamente de la que efectua el senor Pinol i Riudepera.

– ?Ah, don Heribert! Si, es nuestro principal benefactor. Su familia ha ido efectuando donaciones a nuestra orden desde tiempo inmemorial. Afortunadamente los herederos siempre recogen el guante de la caridad y van aumentando las cantidades segun los tiempos. Aunque dos millones de pesetas para una comunidad como la nuestra y con los gastos que hay no representa nada extraordinario. Pero claro, nos ayuda, y por supuesto le pido a Dios que no nos falle jamas.

– ?La donacion fija es anterior al actual heredero de la familia?

– Por supuesto que si. Los Pinol vienen siendo benefactores de las corazonianas desde… no me acuerdo muy bien, pero creo que desde antes de la revolucion industrial.

– ?Que tipo de actividad profesional desarrollan?

– Son grandes capitalistas, y sus negocios varian segun la epoca: latifundistas, empresarios textiles, importadores… Ahora creo que tienen una empresa de repuestos, y mas cosas desde luego, porque los hijos ya trabajan tambien. Es una de esas familias patricias catalanas que han sabido acoplarse a los cambios economicos. Me pregunto si la proxima generacion seguira practicando la caridad.

– Tienen una fundacion.

– Si, no somos las unicas que reciben un beneficio, pero creo que el resto de actividades estan mas ligadas a temas sociales. Es el signo de los tiempos, tambien.

– ?Que ideologia tienen los Pinol?

– No lo se, inspectora, la familia la componen muchos miembros, ni siquiera se cuantos.

– Si, pero ?en general?

– Pues serian de derechas, supongo, aunque tampoco tanto, porque siempre han tenido cierta patina nacionalista, una defensa de la identidad catalana.

– Madre Guillermina, hablemos de revoluciones y guerras.

Dio un respingo que implico a todo su cuerpo. Se quito las gafas, volvio a ponerselas. Pulso el timbre que tenia sobre la mesa.

– ?Jesus, inspectora, no me haga hablar de algo tan terrible! Yo naci en el 51 y no me acuerdo de nada. Dios me preservo de la terrible guerra fratricida, por lo que le doy las gracias aun.

– Solo quiero saber que sucedio con el convento durante la guerra civil, tambien si fue quemado durante la Semana Tragica. Eso si debe saberlo.

Entro una monja con la bandeja del te. La dejo sobre la mesa. La superiora le pregunto:

– ?Donde esta la hermana Domitila?

– En la biblioteca, estudiando con la hermana Pilar, que tiene un examen en la universidad dentro de dos dias.

Se volvio hacia mi.

– No le importa que sea ella quien conteste, ?verdad? Yo se las cosas a grandes rasgos.

Asenti y la mando llamar. Mientras llegaba sirvio el te, tiro el cigarrillo que estaba fumando.

– No es que me esconda de las hermanas mientras fumo, pero es mas respetuoso no hacerlo a la descarada.

La hermana Domitila pidio permiso para entrar. Por su mirada comprendi que se sentia feliz de haber sido requerida. Me sonrio con su cara inteligente.

– ?Hay alguna novedad? -se atrevio a preguntarme sin reparos.

– La testigo que vio a los hombres sacar el cuerpo del beato ha sido encontrada muerta, asesinada.

Las dos monjas reaccionaron igual, ahogando una exclamacion imprecisa y doliente. La hermana Domitila se santiguo, su superiora la siguio en el gesto de piedad. Luego la madre Guillermina bajo la vista, mientras la hermana la clavaba en mi de modo inquisitivo.

– ?Saben quien ha sido, inspectora?

– No, aun no.

– ?Dios eterno! -dijo la priora-. ?Que ha pasado para que nos rodee tanta muerte?, ?por que a nosotras, por que aqui?

Вы читаете El silencio de los claustros
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату