otro en un portal… Le llevaba comida para que no se muriera como un perro. Se ve que esperaba que mis padres cambiaran de opinion, pero no. Un dia ya deje de verla.
– ?Te conto algo mas?
– Nada, seguia con la historia de que la querian matar. ?Me daba una lastima!, porque estaba muerta de miedo de verdad. Todo el rato repetia que no queria ir al Paraiso, que al Paraiso, no. Y ahora ya ve. Cuando nos enteramos por la tele de que habia aparecido asesinada mi padre lloro mucho. Pero para lo que eso le sirve a mi tia…
– No reclamaron su cadaver.
– No. Mi madre decia que les harian pagar el entierro, la muy zorra. Y tampoco querian que les complicaran la vida los de la policia. No hicieron nada por ella.
Bajo la vista fiera que habia mantenido durante todo su relato fija en nosotros. Anadio en un tono mas bajo:
– Yo tampoco hice nada por ella. Ni vosotros.
– No supimos salvarla, es verdad -dije compungida y sinceramente.
– Nadie hace nada por nadie, ?sabes?, siempre es asi. Todo te lo tienes que currar tu y por eso si te piras de la cabeza y te da por beber estas jodido. Y mi pobre tia Eulalia se jodio. ?Vais a encontrar a los que se la han cargado?
Garzon, que quiza por respeto al tragico testimonio habia dejado de comer su bocadillo, tomo la voz cantante.
– Puedes dar por seguro que si, chica. Encontraremos a esos hombres.
– Ahora va a venir mi padre. Ella lo ha llamado por telefono en cuanto habeis salido de casa.
Me puse en pie, le hice una senal con la cabeza a mi companero.
– Pues ya no estaremos aqui. Lo llamara el juez para que declare.
– Se preocupara.
– ?A ti te importa?
Se encogio de hombros, como poniendose en sintonia con la indiferencia del mundo. Adverti que seguia mirandonos mientras nos alejabamos. ?Que pensaria de nosotros? Nada, probablemente, dos piedras mas en su existencia de dureza. El subinspector iba protestando porque no le habia dado tiempo a acabar su tentempie. No le respondi, un cansancio que englobaba todos los tejidos, todas las celulas se habia extendido por mi cuerpo. Necesitaba dormir, o por lo menos desconectar un rato de aquel universo de asperezas.
Al poco de entrar en el recibidor de mi casa oi con nitidez a Marina hablando animadamente con alguien. Me parecio que habia aterrizado en un mundo idilico y feliz, lejano en anos luz a aquel que acababa de abandonar. ?Donde se asentaba en realidad mi vida, en el acento vulgar y el tono resentido de aquella joven que llamaba a su madre «puta», o en la voz nueva y limpia de una nina equilibrada y encantadora? No lo sabia, en aquel momento ambas posibilidades me parecieron distantes como islas de la Polinesia, lejanas a mi, imposibles de conciliar con mi «yo». ?Cual era mi lugar: mi trabajo, mi casa? ?Era una policia que investigaba la muerte de dos seres humanos o una especie de embaucadora que mantenia a un psiquiatra haciendo comunicados falsos a la prensa mientras corria tras la pata incorrupta de una momia? ?Era una esposa segun las reglas comunes o me habia casado por capricho con un hombre al que no veia jamas? No era una madre, pero ?era al menos una madrastra aceptable a quien sus hijastros apreciaban, o me toleraban nada mas? Una crisis de identidad mayor que la del Doctor Jekyll cinco minutos despues de haber ingerido su primera pocima se instalo en mi conciencia como un trozo de plomo. Me quede en la oscuridad del
– Estabamos jugando a momias.
Marina, al ver que mi cara no evolucionaba hacia ninguna expresion de minima inteligencia, me informo escandalizada.
– ?Pero Petra, es Federico! ?No te dijo papa que iba a venir?
Solo habia visto a Federico el dia de nuestra boda y ya hacia un ano de eso. Hice un gesto de desolacion.
– ?Pues claro que me lo ha dicho! Lo siento, Federico, pero ahi tirado en el suelo…
– No te preocupes, Petra. Es normal que te haya pasado, yo iba para actor y, claro, como estaba representando a una momia…
Me dio dos sonoros besos en las mejillas con un estilo desenfadado y jovial. Entonces reconoci sus ojos vivos, el pelo brillante, la media sonrisa que no abandonaba jamas. Era larguirucho y desgalichado, pero sin duda resultaria muy
– Pero bueno, ?y tu que haces aqui? Llega nuestra madrastra despues de haber estado trabajando en un complicado caso policial y ni siquiera le traes las zapatillas ni le sirves un whisky. Esperaba mas de ti, Marina; como hijastra dejas mucho que desear.
– Me bastara con un whisky, no te preocupes. Y ademas puedo servirmelo yo. ?Quieres tomar tu algo?
– No, la asistenta nos ha dado de merendar a Marina y a mi.
– A Federico le ha hecho una tortilla de jamon -dijo la nina.
– Y yo me la he zampado llorando de felicidad. Tu sabes como se come en Londres, ?verdad, Petra? Da igual que te cocinen cualquier especialidad:
– Jacinta tambien le ha puesto pan con tomate.
– ?Ah, el pan con tomate es un gran invento catalan; incluso mejor que la polvora de los chinos!
Marina se reia como una loca con las ocurrencias de su hermano mayor. Nunca la habia visto regocijarse de un modo tan abierto, parecia adorarlo. Cuando los tres nos acomodamos, yo provista con mi whisky, se sento entre sus piernas y puso la barbilla sobre una de sus huesudas rodillas.
– Tienes que contarnoslo todo, Federico -lo incite a hablar para ver si lograba ponerme en forma mientras tanto-. ?Has estado con tu padre hoy?
– Hemos comido juntos. Como ves, parece que haya venido a Barcelona solo para comer y en cierto modo…
– ?Que tal en Londres, como van tus estudios?
– No me puedo quejar. Aprendo cosas y voy aprobando. No soy el orgullo de la familia, pero tampoco la verguenza.
Debia parecerse fisicamente a su madre, porque desde luego no me recordaba en absoluto a Marcos. Senti una enorme curiosidad hacia el, al tiempo que me daba cuenta de hasta que punto resultaba dificil encontrar un punto comun desde el que entenderse. Ya no era un nino.
– ?Que tal el caso de la momia?
– ?Bueno, eso es ir directo al grano! Veo que ya te han informado de mis cometidos profesionales.
– ?Pero que dices, Petra!, no ha hecho falta venir para enterarme. Los periodicos ingleses van publicando novedades sobre el caso.
– ?No lo dices en serio!
– ?Si!; le llaman asi, el caso de la momia. ?Como no quieres que esten encantados? Por lo que cuentan es de lo mas
Debia de haberlo pensado. A las ruedas de prensa acuden agencias de noticias que cuentan con clientes internacionales. Era evidente que aquello se nos habia escapado de las manos. Pero lo que mas me fastidiaba no era el alimento que el caso proporcionaba a la leyenda negra de nuestro pais, sino que la fama le llegara a la policia espanola justo en un caso que eramos incapaces de resolver.
– No te creas que me hace mucha gracia que todo el mundo este pendiente de nosotros.
– Me lo imagino; debe de ser mucha responsabilidad. ?Y como lo llevais?
– Mal, los pasos que damos son inseguros y lentos.