El doctor Beltran hizo para nosotros, y probablemente por primera vez, un esplendido trabajo psiquiatrico policial. Era obvio que tampoco podia culparsele de que sus dictamenes hubieran resultado baldios hasta entonces, ya que lo habiamos puesto a trabajar en algo en lo que no confiabamos ni un pelo. Podia ser un maldito pedante y creerse mas valioso que Sigmund Freud, pero leyendo su escrito y hablando con el, comprendi que sabia muy bien lo que llevaba entre manos.
– Vayamos a su Caldana. He llegado a la conclusion de que puede tratarse perfectamente de un joven inadaptado. Habiendo oido muchas veces la historia familiar de aquella condena excesiva a su bisabuelo el profanador, su reaccion hubiera sido posible en dos direcciones. Una, volviendose en contra de la familia y sintiendose humillado por esa especie de «secreto heredado», llegando a negarlo o intentando olvidarlo. O dos, y esa es la que nos interesa: traumatizado por la verguenza, vive como un fracasado a pesar de que estoy seguro de que es muy joven; y decide un buen dia tomar el destino en sus manos e intentar una venganza llamativa que le rehabilite como hombre. Sin ninguna duda el sujeto sufre una patologia mental y ha llegado a obsesionarse con el tema. Pertenece a la clase trabajadora y no tiene suerte. Pero mientras para un individuo normal lo que le sucede viene inserto en las diversas circunstancias de la vida, para el su falta de fortuna esta anclada en la injusticia que sufrio su antepasado, que de pronto se le antoja el origen de todos sus males y gravita sobre el impidiendole salir de la adversidad.
»Supongo que nos encontramos ante un individuo de no mas de treinta anos, con dificultades en estudios y trabajo, que incluso recurre a las drogas, y con un caracter solitario y violento. Podria apostar a que se encuentra en paro, no frecuenta la compania de chicas, aunque si la de algun amigo, inadaptado como el, que ha reclutado para que le ayude en sus locos propositos. La teoria policial que ustedes han manejado hasta ahora contempla siempre que la muerte del hermano Cristobal se debio a los excesos de una paliza; ya que los intrusos del convento no habian planeado asesinarlo, sino solo hacerse con la momia. Pues bien, quiero introducir una duda razonable, ya que segun el retrato psicologico que nos ocupa, no seria nada extrano que tambien hubieran planeado matar. El robo de la momia y el juego que proponen a la policia con carteles, mutilacion del cuerpo, etc., demuestra un deseo exhibicionista y un modo de que la venganza y el gozo de haberla llevado a termino se prolongue.
– ?Cree que con esas caracteristicas ese chico podria entregarse sin necesidad de ser detenido? Quiero decir, si le lanzaramos algun tipo de mensaje por los medios de comunicacion, o si se sintiera especialmente acosado.
– Lo dudo mucho. Cuanto mas tiempo pasa, mas disfruta de su fechoria puesto que mas se ve a si mismo como un enemigo publico de la sociedad, que el considera origen de sus desgracias.
– ?Por que concluye que se trata de un hombre joven?
– Ese modo de obrar tan airado, pero sobre todo tan exhibicionista, es tipico de gente joven. Ademas, a una edad temprana es mas facil reclutar algun amigo que te ayude.
Las deducciones eran buenas, pero ?que tipo de chico inexperto es capaz de llevar a cabo un asesinato y el robo de un cuerpo momificado sin dejar huella? ?Y la nota con letra gotica? ?Y el amigo complice? Es imaginable encontrar a alguien capaz de arriesgarse contigo hasta el punto de matar a un hombre, pero ?no se habria asustado antes de tener que liquidar tambien a la mendiga? No lo veia claro, por eso insisti.
– Admitamos que el desvario de ese muchacho hacia que sus motivaciones obsesivas fueran muy fuertes, pero ?que llevo al amigo a implicarse hasta ese punto, es un perturbado tambien?
– Para contestar a su pregunta debo remitirla a los informes que he elaborado en estas fechas sobre la mentalidad psicopatica. No se que tipo de perturbacion mental debe tener el muchacho del que hablamos, pero a menudo encontramos que las patologias graves vienen acompanadas de una inteligencia nada desdenable y, sobre todo, de una extraordinaria capacidad de persuasion. A veces estos individuos tienen personalidad de lideres y con ellos arrastran a otros que carecen de una voluntad fuerte.
Asenti varias veces como una alumna disciplinada y le di las gracias con toda humildad.
– Si sus deducciones son ciertas y conseguimos dar con ese joven, es probable que solicitemos de nuevo su asesoria para interrogarlo y analizar su personalidad.
– Usted sabe que vengo brindando mi cooperacion con mucho interes a la policia; incluso en ocasiones he pensado que con mas interes del que la propia policia demostraba frente a mis dictamenes -dijo con picardia.
– Le aseguro que somos conscientes de sus meritos y de la importancia de su trabajo, doctor Beltran - respondi saliendo del paso lo mejor que pude-. A partir de este momento le ruego plena confidencialidad. No hable mas con nuestro portavoz ni conceda declaraciones por su cuenta.
Puede que fuera un maldito pavo presuntuoso, pero por supuesto no era tonto. Sabia perfectamente que su erudicion habia chocado frontalmente con nuestro escepticismo y estaba encantado de que al final nos vieramos obligados a comer de su mano. A decir verdad, el retrato psicologico que habia elaborado para nosotros me parecia interesante. Si en realidad un descendiente de los Caldana habia perpetrado aquella absurda y teatral venganza historica, tenia que ser un individuo como lo habia pintado el: joven, amante de montar el numero, lleno de rabia y loco de remate. Garzon estaba aun mas entusiasmado que yo con las caracteristicas del candidato a culpable; e incluso despejaba mis dudas sin titubeos cuando yo las planteaba.
– Y si se trata de un joven pobre, automarginado y fracasado en los estudios, ?quien le enseno a escribir perfectamente con letra gotica?
– ?Inspectora, subestima usted las posibilidades de Internet!
– Esta bien; admitido, pero…
– Deje de poner reparos a todo. Por una vez durante todo este jodido caso demuestre un poco de fe en las pistas que estamos siguiendo. Desde que esto empezo no la he visto ni un solo dia pisar con pie firme por ningun camino.
– Lleva razon, y es que todos los caminos por los que hemos transitado me parecian endebles como puentes de cuerda.
– Esta vez puede caminar por ellos dando taconazos. Me juego el cuello a que si.
– Espero que sea solo el cuello de la camisa. Aunque, de acuerdo, ya que estamos en un asunto religioso le echare fe.
Vimos que Villamagna se dirigia hacia nosotros luciendo una de sus camisetas andrajosas correspondientes a su personalidad B.
– No le de cancha, Fermin; ahora menos que nunca -le susurre a mi companero; pero fue imposible zafarnos de el y se acerco abriendo los brazos con plena extension como si se propusiera hacernos un placaje.
– ?Quietos todos. Quedaos donde estais!
– Lo siento, Villamagna, pero la cosa esta al rojo y llevamos el tiempo muy justo.
– Solo contestadme a una pregunta: ?que cono es eso que me dice el loquero de que no puede abrir la boca mas?
– ?Pero aun se interesan los periodistas por el tema?
– No me puedo creer que no leas los periodicos con lo culta que eres.
– Tengo otras cosas mas importantes que hacer, como por ejemplo pedirle al juez que decrete el secreto del sumario de una maldita vez.
– ?A que viene todo esto, habeis dado con algo bueno? ?Por que no me lo dices, aunque sea al margen completamente de mi cargo de portavoz?
– Antes de hacer eso colgaria en Internet las fotos de mi abuela desnuda.
– Venga, Petra, no jodas, es que tengo curiosidad.
– Ni hablar; ya lo sabras en su momento.
– ?Eres implacable! Despues de que te tengo a los plumillas entretenidos con las chorradas del loquero, ahora me tratas asi.
Agite los dedos a modo de despedida delante de sus narices y el me hizo un corte de mangas monumental que escandalizo a Garzon. Me dijo cuando entrabamos en mi despacho:
– Nunca me acostumbrare a las maneras zafias del inspector Villamagna.
– No es zafio, es moderno, o por lo menos tiene una zafiedad muy contemporanea. Pero no nos desviemos del tema. ?Ha oido lo que he dicho? Vaya inmediatamente a pedir audiencia a ese juez novato que nos ha tocado en suerte y digale que…