vida y porque es la unica justicia que cabe esperar, cuando ya no es posible la otra, a la que todo hombre tiene derecho, la que no tuvo mi padre. El hambre de justicia despierta sed de venganza, y muchos que creen querer vengarse, solo esperan un poco de justicia. Eso seria suficiente. Nos parece bien que los judios persigan a los nazis hasta en el ultimo rincon del mundo, que los cacen, que se los lleven a Israel, y que alli los juzguen, los metan en la carcel y los ahorquen. Es mucho mas de lo que tuvieron las victimas. Y nos parece bien para que no se olviden los crimenes que cometieron. Los crimenes que cometieron las gentes como tu suegro han quedado impunes, porque son la moneda con la que hemos pagado para que se produjera esto que tenemos ahora en Espana. Una vez preguntaron a uno de esos cazanazis si no podia perdonar. Y dijo, si, yo puedo, pero no en nombre de los muertos. Aqui es al reves. De modo que una vez mas los muertos de hace cuarenta anos siguen pagando, muertos, para que nosotros podamos seguir vivos. Se les quito la vida, y se ensucia su memoria. A algunos puede que esto les parezca bien, pero a otros les resulta excesivo, no porque sea mucho, sino por lo mucho que han soportado durante tanto tiempo. A la democracia no ha llegado todo el mundo de la misma manera. Los hay que han llegado frescos, limpios, en magnificas barcas de salvamento. En cambio otros han llegado derrotados, extenuados, como los naufragos, y algunos han llegado, devueltos por el mar, ya ahogados. Lo que no se les puede decir ahora a los naufragos es que costeen de su dinero y de su dolor los cruceros de placer en los que han viajado tantos durante estos anos.
– Pero no puedes vivir toda la vida entre el resentimiento y la sed de venganza. Eso esta bien para las novelas policiacas, pero la vida se construye sobre algo mas firme. Todo ha de tener un punto final.
– Y yo estoy de acuerdo. Para mi el punto final ya esta puesto. Tu suegro ha muerto. Dejalo ahi. ?A ti que mas te da quien lo haya matado? Ha muerto por Espana, como mi padre. Si detienen a su asesino, ?se habra arreglado algo, la sociedad sera mejor? No, peor, porque deteniendo al asesino de tu suegro y castigandolo pareceria que tu suegro era mejor de lo que fue, y fue mucho peor de lo que nos imaginamos. Crei que te lo habian dicho en mi pueblo, cuando estuviste preguntando a unos y otros, husmeando en nuestra vida.
Paco fingio que no entendia a lo que se referia Poe, y dijo:
– Se que estoy muy cerca. Ya lo decia el doctor Boyne, casi nunca he encontrado un criminal que no filosofe.
– Pero yo no soy un criminal ni tampoco he filosofado. Mi pueblo ademas es pequeno, y todo se sabe. Cuando me contaron que estuviste en Albacete, me dije, pobre Paco, la aficion le puede; cree que las novelas y la vida son la misma cosa. Esa noche mi madre ya sabia que habia venido alguien de Madrid preguntando por mi padre. Deberias haber ido a ella directamente, te habria contado como sucedieron las cosas de verdad. ?Aun las quieres saber?
Sam Spade hizo un vago gesto de disponibilidad.
– Despues de la guerra a mi padre se lo llevaron a un campo y luego a la carcel. Casi un ano sin saber de que le acusaban, sin saber si lo iban a matar, viendo cada dia como sacaban para picarlos a hombres como mi padre, ni mejores ni peores, con el mismo delito que ellos, haber luchado por sus ideas. Y un ano en aquellas carceles no es para contarlo. Pero se libro bien, lo soltaron y se reunio con mi madre, que acababa de perder a su segundo hijo. Ella dijo que era de la miseria y de lo que les hicieron pasar. Empezo a trabajar. Se compro con muchos sacrificios un camion viejo. No le iban mal las cosas. Nacieron mis dos hermanos, y cuando todo parecia que iba mejor, cuando ya nadie se acordaba de la guerra ni de nada, cuando se habian olvidado de los falangistas y parecia que les iban a dejar vivir, paso lo que le paso en Madrid. Desde que le detuvieron hasta que se murio pasaron dos meses. Mi padre no entendia por que le habia sucedido aquello cuando mejor estaban.Tenia dos hijos que se le habian criado bien y otro estaba en camino. Y no hacia mas que hablar de aquel policia que volvia a cruzarse en su vida por segunda vez. Mientras mi padre estuvo enfermo mi madre lucho. Pero al morirse mi padre, se vino abajo. Tuvo que vender el camion y sacarnos adelante como pudo. Fue a ver a todos los abogados del mundo, porque decia que iba a demandar a la policia por haberle hecho a su marido lo que le habian hecho, pero ni un solo abogado quiso coger ese caso, ni tampoco los medicos quisieron firmarle un certificado en el que dijeran que la neumonia era consecuencia del estado lamentable en el que lo devolvieron, porque hasta lo de las dos costillas rotas dijeron que se las habia podido romper de cualquier manera, bajando una escalera. Eso era Espana en 1960. Ahora, dos de los abogados que no quisieron defender a mi madre entonces son diputados en el Parlamento, desembarcaron en el Parlamento en un buque de lujo, los votos, y dicen que son democratas de toda la vida, y piden pensiones y reconocimiento para los del «otro lado» porque aquella fue una guerra «incivil». ?Quien la hizo incivil? ?No es chistoso? Y el que era Jefe de Servicio en el hospital cuando mi padre murio y que no quiso firmar un parte de defuncion contando todo lo que tenia y por que, es hoy el director del Hospital Provincial.
– ?Y vais a matarlos a todos? ?Vais a matar a los abogados, al medico, a todos los que en 1960 no quisieron reconocer el atropello que habian cometido con tu padre?
– Yo no he asesinado a nadie ni voy a matar a nadie. Tu suegro hacia el mal a sabiendas. Los otros actuaban solo por miedo.
– Mi suegro tambien actuaba por miedo. Ya se sabe que cuando te subes a un tigre, no puedes bajarte de el. Y eso les ocurrio a todos los del Regimen. Vivieron en permanente amenaza. Yo he visto a mi suegro descomponerse porque pensaba que en cualquier momento volverian los comunistas y harian con el lo que ellos hicieron despues de la guerra con los comunistas y con todos los demas. Y por eso seguian reprimiendo. Tambien tenian miedo.
– Si, Paco, el miedo de los verdugos. Tu lo has dicho. Entonces, al miedo de las victimas, ?como hay que llamarle? Hay que elegir entre victimas y verdugos, no entre miedos. Y no todos los que estaban a favor de Franco eran unos asesinos, hasta ahi estoy dispuesto a concederte. Pero aun debes conocer mas. A mi padre lo mataron en 1960. Fue una victima mas de la guerra. Pero lo peor vino luego. A mi madre le rompieron la vida. Adoraba a mi padre, no podia vivir sin el. La gente lo decia, llevaban casados veintidos anos y seguian como si fuesen novios. Yo he crecido viendola saltarsele las lagrimas cada vez que salia a la conversacion mi padre, y todavia ahora no se las puede aguantar, y hay fotos de mi padre por toda la casa, yo me he criado no en una casa sino en un panteon. Mi madre tenia entonces treinta y cinco anos. Treinta y cinco anos. Se caso con mi padre cuando era una nina y no ha conocido a otro hombre. Pero entonces se le acabo la vida. Y mi madre no supo nunca por que le habia sucedido a ella, pero si supo quien lo hizo. Y para ella ese es el culpable. No le hables de Historia de Espana ni de la guerra. En cambio sabe que en 1940 llego alguien a Albacete, y que sembro la ciudad de muertos y que veinte anos despues volvio a encontrarse a mi padre y creyo que aquel venia a matarle por lo que habia hecho entonces, y se lo dijo a mi padre, en cuanto comprobo de donde era y los antecedentes penales. Le dijo, os conozco a todos y creeis que os vais a tomar la justicia por vuestra mano. Sois vengativos, alimanas, malos. Y mi padre le dijo que ni siquiera se acordaba de el. Y eso era verdad cuando lo dijo. Quiero decir que se dio cuenta de que era el, pero llevaba diecinueve anos sin acordarse de el, habia logrado sacarlo de su vida. Porque para sobrevivir tuvieron que olvidar todo lo que habia pasado y todo lo que sabian. Ellos no. El criminal solo puede vivir en el dia del crimen y en el escenario del crimen. Pero a mi padre se le habia olvidado ya. Porque inocencia es olvido. Y tu suegro hizo que se acordara otra vez, y de que manera. Me habria gustado que alguien hubiese juzgado aquellos crimenes, porque somos las victimas. No ha sido asi, y no lo sera. Habriamos sido felices si alguien hubiese asesinado a Franco, pero tuvimos que conformarnos asistiendo a aquella agonia espantosa. Y a eso le llamamos tambien justicia poetica, que es como decir, sucedaneo de justicia. Y la muerte de tu suegro ha sido otro sucedaneo.
Hacia un buen rato que los ultimos clientes se habian levantado de aquella tabernita, y se habian ido. Solo Poe y Sam Spade seguian sentados delante de sus cafes. El camarero esperaba para despejar la mesa, poner unos manteles limpios, como habia hecho ya en otras mesas para los servicios de la cena, y marcharse a su casa.
Poe se ofrecio a acompanarle a la estacion. Se sentaron en uno de los bancos de la sala de espera.
– Mi vida es tranquila aqui -le confeso Poe-. Y seguira siendolo, si esta de mi mano, y de la tuya. No se como pudo morir tu suegro, ni como sucedio todo, y si apretando un boton en mi casa, sin que nadie lo supiese, yo hubiese podido asesinar a Franco lo hubiera hecho. Como en