Barcelona han creado una nueva estirpe de profesoras de piano; una estirpe que asume, con una sonrisa complice, que en sus alumnas no va a haber ningun progreso, ningun avance; que les pagan para eso, para no enfadarse, para silenciar un verdadero escandalo de ineptitud artistica, para guardar las apariencias sociales necesarias y para poder afirmar en el Palau o en una fiesta cualquiera de Pedralbes que la nina toca muy bien y que «pronto nos sorprendera interpretando a Rachmaninov». Creo que se podria pensar en una novela que reflejase ese ambiente peculiar de la ciudad; una novela que se podria titular
– Tienes razon… Pero ahora no puedo pensar en Silvia ni en su pijez porque se me acaba de ocurrir una idea, y si no te la cuento la olvidare en cuestion de segundos. Se me ocurre que la novela podria comenzar de tres formas distintas.
– Que al principio que cuenta como salen Silvia y Antonio de su casa para ir a la cena del premio se podrian anadir otros dos principios en los que ocurren distintos acontecimientos alternativos. Por ejemplo, un segundo principio de la novela podria narrarse desde la perspectiva de Silvia, que es la que se retrasa con sus cosmeticos y piensa que Antonio es un hombre del todo insensible a la musica y a la buena literatura. Tambien podria ser ella la que muere atropellada por un camion que la arrolla en la acera cuando Antonio ha ido a buscar el coche al parking. En un tercer principio llegarian puntuales y no moriria nadie. El lector podria deducir cual de los tres principios es el que elige el autor al verlo continuar en el siguiente capitulo. Toda la novela podria articularse por bloques en los que siempre se presentan tres senderos que se bifurcan. Solo uno de ellos continuaria en uno de los tres siguientes y asi sucesivamente. ?Se entiende?
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– Si, aunque insisto en que en una novela existe el riesgo de que el lector se harte de esa propuesta, de que no este dispuesto a participar en ese juego que acabaria minimizando el posible y, en todo caso, leve argumento.
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– Lo imagino como un hombre patologicamente narcisista, que ha convertido el narcisismo en una forma de vida, en un universo hermetico en el que todo gira en torno a su ego insaciable de gloria y de grandeza. Su imaginacion se canaliza de forma inconsciente en esa direccion, no cesa nunca en el empeno que le hace sonar con aplausos, con ovaciones multitudinarias, con galardones y reconocimientos de la academia sueca puesta en pie. Suena que seria el primer joven de la historia en recibir el premio Nobel por una sola novela diestra y definitiva como la luz del sol, por una sola novela que le llevara a estar todo el dia recibiendo a reverenciales periodistas de la prensa internacional, que propagarian su foto y su nombre por todos los rincones del planeta, hasta convertirle en un simbolo reconocible parecido a Homero o Shakespeare. Por eso es para el tan importante su novela, porque ha internalizado hasta tal punto el delirio de su megalomania, que ya no le caben apenas dudas de que su obra se convertira en una especie de continuacion y hasta de superacion del
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– Se trata de un hombre que alterna estados de depresion y de euforia. Esos altibajos le hacen fumar hachis todo el dia, hasta el punto de caer en frecuentes crisis de panico. En sus reflexiones, en las desordenadas consideraciones que leemos en el libro de notas que ganara el premio, Antonio, viendose incapaz de configurar sus personajes, podria comenzar a fijarse en los que le rodean, en aquellos que conoce en la vida real; un dia, por ejemplo, podria tener la ocurrencia de grabar conversaciones con personas de carne y hueso para luego utilizar esos dialogos en la ficcion. Es decir, que plagiaria de la realidad lo que no puede conseguir con su imaginacion.
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– Hombre, tampoco soy tan viejo…
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– Bueno, pero ya te he dicho que podria llamarse como yo y no por ello ser necesariamente como yo. De hecho, estoy pensando que incluso podriamos buscar un personaje radicalmente opuesto a mi. Desde luego, me incomodaria enormemente que fuera una descripcion de mi mismo, una especie de autorretrato literario.
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– Si, es verdad, te decia que Antonio podria pensar en que algunas de estas entrevistas reales podrian aparecer literalmente en su novela. Asi, para darle mayor credibilidad a los dialogos, se lanzaria a grabar conversaciones sin que el interlocutor se diese cuenta. Esa es una idea que yo tambien podria llevar a cabo.
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– La de grabar a gente real.
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– Si, o al reves, buscar una situacion real que se ajuste a la ficcion.
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– Pues, por ejemplo, si en la novela quiero introducir un dialogo politico entre un taxista y un personaje, cojo realmente un taxi y grabo una conversacion que yo dirijo hacia lo politico. Podriamos pensar en personajes infrecuentes; en un afilador callejero o en un gigolo. ?Te imaginas a nosotros dos entrevistando a un gigolo real?
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– Ah, si, y ?como es?
– Que interesante, me cuesta mucho imaginarme a un tipo asi. Pero ?actua como una prostituta, es decir, ve a una mujer con aspecto de tener dinero y se moviliza para conseguirla?
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– Debe de ser un tipo muy atractivo.
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– Pareces conocerlo bien…
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– ?Intento seducirte alguna vez?