Comence a traducir directamente, en la maquina de 'escribir, pues no tenia tiempo de hacer un borrador…
Aunque los dias han comenzado a crecer, marzo ha sido brumoso y frio y no amanece sino muy tarde. Se oyen pisadas en el corredor. La batiente de alguna puerta golpea a lo lejos. Los automoviles roncan y refunfunan en la cuesta de la avenida. Un pajarito canta en las ramas de un arbol, sumergido todavia en la letargia del invierno. Sus ramas son dedos esqueleticos que aranan los cristales de la ventana. Cuando Gonsalvo se levanta y se va a sus cursos en la Alianza Francesa, yo continuo escribiendo. Nos citamos en el restaurante del Boul' Mich', a la hora del almuerzo.
Dormitaba despues de una noche en blanco, pasada sobre mi novela, cuando el empleado me anuncio que me esperaba en el vestibulo un chico de la redaccion de la revista. Venia por la traduccion.
– Digale que todavia no esta lista. Puede volver a las doce, a las once… a las doce tengo una cita en alguna parte.
Me quede aletargado, sonando escenas absurdas e imposibles. A las once me despertaron los golpes en la puerta, que se integraron en mi ultimo sueno.
– Digale, por favor, que el articulo estara listo a las dos de la tarde.
Me levante de un salto, me despeje con una ducha, comi de prisa un sandwiche y una taza de cafe, y comence a escribir. Continue mi traduccion, de la cual apenas habia escrito media pagina la noche anterior. Era una prosa enrevesada, ampulosa, redundante, salpicada de estadisticas y entrecortada por explicaciones y anotaciones al pie de la pagina. Esto dificultaba extraordinariamente el trabajo. Fume once cigarrillos y tome cuatro tazas de cafe. Me dolia la cabeza. A las dos de la tarde regreso el chico de la revista y personalmente le explique que el trabajo era largo y antes de las cinco de la tarde no lo podria terminar.
– Pasare por la redaccion a las cinco y media…
A las cinco no habia comenzado a sacar en limpio el articulo, pues habia tres o cuatro parrafos oscuros, misteriosos, que no querian decir nada. 'La necesidad primordial de una reestructuracion de la accion economica de inversion para conseguir la intensificacion de la produccion en el sector privado (vease nota 3, pagina 4) de acuerdo con la prospectacion del departamento de planeacion de la direccion de promocion de accion social de la nacion y la integracion de la accion de inversion de la institucion de reglamentacion agricola (ver nota 4, pagina 2) son…' Sentia una ligera impresion de mareo”. A las cinco y media me llamaron por telefono.
– El numero va a entrar en prensa esta noche a las siete. Se trata del articulo de fondo y ya esta levantado el sumario de la primera pagina.
– No puedo terminar antes de manana.
Colgue el telefono intempestivamente, sin discutir mas con esa voz estridente que me lastimaba los timpanos. Cuando sali a la calle ya era de noche y una niebla fria y pegajosa colgaba de los faroles del alumbrado publico, se enredaba en las linternas de los automoviles y flotaba a ras del suelo. En el cafe me encontre con el judio argentino, estudiante de cine, quien me propuso pasar un momento por el taller de las pintoras, en una de esas callecitas que serpentean entre el Boulevard Montparnasse y la rue d'Assas. Estaba tan cansado y tan abatido que le acepte la invitacion aunque apenas conocia a esas muchachas.
Bodegon: El taller tiene dos ventanas de regular tamano que miran a un patio interior lleno de escombros y basuras. El edificio es negro, siniestro, y la escalera que trepa en caracol cruje como si se fuera a romper. Huele a humedad, a suciedad congelada y a raton muerto. El taller, espacioso, tiene un divan en un rincon que hace las veces de cama. Alli pernoctan las dos muchachas pintoras. Hay cinco o seis caballetes con lienzos a medio manchar. Contra las paredes se alinean telas sin marco, cartones pintados, rollos de papel. En un estante, dos o tres libros, tubos de pintura, brochas y pinceles. De una percha cuelgan unos delantales manchados de color. Aquello no se habia barrido, ni limpiado, ni ventilado en muchos meses. Unos relieves de queso y de jamon se encuentran en un plato sobre la mesa central. Dos vasos, dos botellas de Ricard, una de vino rojo y otra de agua de Vittel. El taller parece una decoracion del cuarto acto de 'La Dama de las Camelias', o de cualquier melodrama romantico del siglo XIX. No hay nada que abominen tanto los artistas de esta segunda mitad del siglo XX como la 'utileria' pequeno-burguesa del siglo XIX; y sin embargo, su vida es exactamente igual a la que inspiro la musica dulzarrona y sentimental de Gounod. El hombre imita lo que mas detesta, digo yo.
Nota: ?
Cuando me hice un poco al ambiente, cargado de humo de mal tabaco y de vagos olores a sudor, a queso y a jamon, descubri un muchacho que habia visto otras veces en el cafe, abrazado ahora a una de las pintoras. La otra, recostada contra una pared, con el cuerpo recogido sobre una pierna apenas doblada, aunque nada tuviera que ver con esa estatua desde el punto de vista de la belleza fisica, me recordo el Hermafrodita Dormido. Tres estudiantes discutian apasionadamente una pieza de Ionesco que yo habia visto alguna vez. El negro, sentado en un banquito de madera, hablaba con una muchacha muy bonita, al parecer americana, y con dos jovenes pintores, sobre el contenido social de la pintura mexicana. Uno de sus interlocutores sostenia que la creacion artistica debe ser libre y espontanea, sin sujecion a principios establecidos y reglas academicas, ni a ideas y sentimientos que traban las manos del artista y paralizan su facultad creadora.
Cuando el argentino y yo nos acercamos al grupo, despues de haber llenado nuestros vasos de Ricard, el negro me dijo que le gustaba verme en aquel ambiente, entre camaradas desbordantes de fraternidad universal. Me decia aquello como si yo viviera en el Hotel Ritz y tuviera un 'Jaguar' con una linda muchacha esperandome en la esquina de la calle. A la media hora de estar alli, habia comprendido las siguientes cosas:
Primera: Todos y cada uno de los contertulios estan a punto de realizar una obra maestra.
Segunda: Todo lo que se ha hecho en el mundo, desde los sumerios hasta nuestros dias, no es sino un entremes del plato fuerte que cada uno de ellos esta cocinando en su taller de pintura, o en su mesa del cafe, o en la biblioteca de su universidad.
Tercera: Quien no es comunista, es un reaccionario abominable.
Se hablaba mucho de la China, de la guerra en Vietnam, de la intervencion americana en el Medio Oriente, del amor por la paz que es privativo de Rusia, de la agresion capitalista en Cuba, del nuevo Canal de Panama, etc. Todos estos temas me aburren y soy incapaz de seguirlos hasta el final. De vez en cuando concentraba mi atencion en el dialogo que sostenian a mis espaldas una de las pintoras y un estudiante de sociologia. La primera era enemiga de toda sistematizacion y cultura, y el segundo partidario de la reflexion frente a la improvisacion y la espontaneidad. El judio argentino hablaba de Israel, donde habia pasado el verano anterior invitado por un congreso de cinematografia educativa.
– El pueblo mas inteligente del mundo y de la historia es el israelita, y sacudida la coyunda biblica, la tirania mosaica y la preocupacion teologica, como esta sucediendo ahora, acabara dominando el mundo entero. Los sabios rusos, americanos y alemanes, son judios. Si no fuera por ellos, Rusia y los Estados Unidos no hubieran logrado levantar un palmo del suelo los cohetes que en estos momentos se dirigen hacia Marte a una velocidad vertiginosa.
No soy antisemita, pero ante aquella explosion racial senti el orgullo de no haber nacido judio. Anotar en el 'Cuaderno de Pensamientos' que tengo la idea de comenzar algun dia: El mundo todavia sangra del prepucio judio que hace dos mil anos le arranco San Pablo. Es literario, pero cierto.
El negro descargaba sobre la muchacha americana todo el odio que le inspiran los Estados Unidos, como si ella fuera simultaneamente el Ku-Klux-Klan, el puritanismo de Boston, la masoneria de Wall Street, la discriminacion racial de los Estados del sur y la doctrina Monroe. La hermafrodita acostada en el suelo conversaba con un muchacho timido y esquivo que para los otros, segun lo comprendi despues, no era un pintor aunque tambien pintara. Se sentia un poco avergonzado por no tener un oscuro origen proletario y no vivir en un taller sin servicios sanitarios, sino en un piso del 'seizicme'. La muchacha que lo miraba por encima del hombro, aunque estuviera tendida en el suelo, sostenia la tesis de que el amor es un subproducto de la literatura.
– Para los griegos era el comercio carnal e intelectual entre dos individuos del mismo sexo. Para el juglar de la Edad Media, era una compensacion poetica de su insatisfaccion sexual.
El pintor burgues que padecia el complejo de no ser proletario, sostenia que el amor es una proyeccion del egoismo y una fascinacion de los contrarios que se repelen y tratan de fundirse. Yo iniciaba un movimiento de