por mi sino al traves de mi, carezco de propositos aunque inicialmente haya querido tenerlos. Mis personajes se desgajan de mi y adquieren vida y voluntad propias; las escenas que me proponia describir se realizan en otra forma; la prosa se me resiste y se me escapa; me convierto en un siervo docil de alguien que me gobierna desde mas alla de mi mismo.
– Si hubieras leido a Jung, sabrias desde hace tiempo que el fenomeno de la inspiracion automatica…
– Por ejemplo los escritores surrealistas -interrumpio con timidez la americana. Su voz era caliente y tremolante, un poco nasal, y me acaricio como un guante de terciopelo.
– Sabrias que ese fenomeno es la manifestacion de la memoria, el terror, el mito, la experiencia, los deseos frustrados, de una humanidad que yace sepultada a medias en el subconsciente de cada uno de nosotros. En el mito de Cain se percibe la necesidad de justificacion que tienen todos los movimientos revolucionarios. No hay una sola revolucion universal -la Reforma, la Revolucion Francesa, la rusa, la china, la cubana- que no se haya hecho en nombre de una idea de justicia. Lo que hay en el subconsciente del escritor, la inspiracion que lo empuja a escribir automaticamente, es el sentimiento de que al traves de el y de su escritura se revela y se rebela una injusticia universal.
– No podemos reducirlo todo a factores politicos -dijo con impaciencia mi amigo el brasilero-. Ese subconsciente racial, global, total, que a veces se descarga al traves del artista o del poeta, no contiene solo una idea politica o un sentimiento de injusticia economica. ?Como explicarian ustedes la Iliada, por ejemplo?
– La Tora es un libro colectivo -explico apasionadamente el argentino- al cual los eruditos le han encontrado muchas fuentes distintas; pero ante todo es un libro inspirado, que recoge en sus paginas la memoria del pueblo judio.
– Para los comunistas la historia es una cuestion de toma y daca, de produccion y consumo -anadio el brasilero.
El negro lo miro con un profundo desprecio. La americanita, sentada en el suelo, levanto el bello rostro palido de pomulos un poco salientes, y lo miro sorprendida.
– Eso de la Tora -le dijo el negro al argentino, descargando en el la colera que le produjeron las palabras de mi amigo Gonsalvo, lo tendras que explicar en el comite. ?No es cierto, Marsha?
Esta asintio con la cabeza y una cortina espesa de pelo rubio le oculto la parte baja del rostro.
El director de la revista le habia manifestado al Padre que jamas volveria a darle trabajo en su editorial a un estudiante hispanoamericano. Por mi culpa se habia atrasado el numero de la revista y el articulo de aquel sociologo, tan importante para conquistar lectores en America, no habia podido salir. Se habian recibido quejas de varios paises del Nuevo Mundo, suscritas por personajes influyentes. Yo habia mutilado parrafos, desfigurado el sentido de frases enteras, intercalado ideas propias, alterado el texto de muchos articulos. Aquello era intolerable.
– Yo he vacilado entre la traduccion literal, incomprensible y fatigosa para el lector inteligente, y la que procura aclarar, embellecer, 'galicar' el texto.
El Padre observo que mis ideas eran interesantes para una discusion en el congreso de traductores que ahora esta sesionando en Grenoble, pero con seguridad no eran las mismas de los autores de esos articulos. Agrego que en todo caso seria muy dificil conseguir un trabajo semejante en otra revista, mientras persistiera en esas mismas ideas. Le conteste que eso no tenia, interes para mi, pues el negro -el Padre hizo un gesto de fastidio al nombrarselo- me habia ofrecido un trabajo de traductor de articulos politicos que deben aparecer en las revistas de Hispanoamerica.
– No tendre que preocuparme por concretar y embellecer el texto, pues descontando la pedanteria del vocabulario marxista, los articulos estan muy bien escritos.
El Padre me miro con una profunda atencion. Me pregunto si yo era comunista.
– Necesito ganar un poco de dinero para vivir y escribir mi novela sobre Cain y Abel, el campesino y el ciudadano. Justamente quisiera preguntarle…
– ?Cain el campesino y Abel el ciudadano? No necesito recordarte que historicamente la agricultura nacio siglos despues que la caza y el pastoreo.
El espiritu cartesiano de los franceses, aun en los jesuitas, no se acuerda bien con ciertas licencias historicas que se toma la Biblia.
– Pero en la Biblia, la agricultura y el pastoreo aparecen a un tiempo.
– El pastor y el cazador domesticado que es el pastor, son los seres activos de la comunidad, fijate bien. De ellos salieron el guerrero, el colonizador, el conquistador, el viajero. En cambio, el labrador es un hombre sedentario y timido…
– Precisamente…
– Un hombre que sigue la linea de menor resistencia y no ve mas alla de los cuernos de su yunta de bueyes.
Le relate al Padre, a grandes rasgos, el proyecto de mi novela. Abel se va a la ciudad alistado en el servicio militar, se desarraiga, se convierte en ciudadano y en chofer, que es la mas abominable de las acepciones que pueda tener el hombre mecanizado de la ciudad. Regresa al campo paterno con el deseo de buscar aquella novia campesina que el amaba en su adolescencia, cuando todavia era pastor; pero, entretanto, ella se habia casado con su hermano mayor. A Abel no le cuesta trabajo seducirla… Cain es un tipo desgarbado, torpe, con unas manos gruesas que saben acariciar la ubre de la vaca y tentarle el pezon cuando la va a ordenar, pero no el seno de una mujer. Yo quiero pintar el profundo antagonismo que existe entre los dos, y la deformacion que la ciudad produce en Abel quien originalmente era un pastor que no trabajaba con las manos y preferia sonar tirado en la colina, en medio de sus ovejas que sesteaban
Al Padre se le ilumino el rostro con una sonrisa.
– Debes pensar en que Cain es la ciudad, el desarraigo, el desapego de los afectos familiares, el extranamiento de la tierra natal, el judio errante, el materialismo, la falta de fe. Nada hay mas falso que cierto tipo de civilizacion manual que convierte al campesino -un hombre que sabia por lo menos sonar- en un obrero esclavo de una maquina y una rutina agotadora. Yo frecuento un barrio obrero de Paris y puedo asegurarte que el obrero vive sonando con libertarse del trabajo manual. ?No crees que para escribir una novela sobre Cain y Abel, una novela hispanoamericana…
– No hay novelas hispanoamericanas, sino buenas o malas novelas. (Era una idea del negro que alguna vez yo mismo le habia combatido.)
– Pero esa novela, universal por el tema, indudablemente va a ser hispanoamericana por la forma: con campesinos que tu conoces mejor que yo, puesto que yo soy un cura frances y tu eres un escritor hispanoamericano…
– El cartesianismo me exaspera como un teorema de trigonometria dentro de cuyos senos, cosenos, tangentes y cotangentes, no caben la inspiracion, ni el milagro, ni la sorpresa, ni la poesia.
– ?Dejame terminar, espera un momento!… Se me ocurre que los campesinos del Nuevo Mundo tienen costumbres peculiares, y un lenguaje propio y cargado de sentido, hasta una manera personal de ordenar una vaca y ensillar un caballo. Un escritor americano que vive hace varios anos en Paris y no es un campesino…
– Mis abuelos eran campesinos.
– Para ser un buen escritor en tu pais, sobre todo si quieres escribir esa novela, en Paris no vas a encontrar a Cain y a Abel; o encuentras a Cain, pero no a Abel. Te digo esto porque hace unos dias, cuando te buscaba por todas partes, queria contarte que el Consul me hablo de tu repatriacion. Parece que va muy bien. Una persona influyente esta moviendo el asunto. Se necesita que vayas al Consulado a llenar unos papeles.
– Y ?quien ha pedido mi repatriacion? ?Con que derecho, sin consultarme?
Habia oido decir desde hacia tiempo que los jesuitas se introducen clandestinamente en la vida privada de quien ingenuamente les cae entre las manos. El director espiritual -una invencion de los colegios de jesuitas- es un dictador de conciencia.
Abrio un cajon de su escritorio del cual extrajo un papel.
– Esta es una carta de tu hermana. Si quieres, leela. Ella debio saber por alguien que tu vienes aqui de vez en cuando. Ahora dime: ?Quieres que te ayude? Mientras llega la repatriacion, ?quieres que te consiga una ocupacion