barato que no fuera frecuentado por los turistas. Ademas, puedo hacer una operacion semejante con Juanillo, el de la Place Clichy, a donde no volvi desde que murio Chantal.
Nota:
Si todo aquello fracasa por cualquier motivo, le pedire prestados trescientos o cuatrocientos francos a uno de los botones que hacen esta clase de operaciones en Fouquet's con la clientela conocida; y a mi me conocen por haberme visto muchas veces en un circulo de hispanoamericanos fanfarrones cuyas propinas, por pudor social, ningun americano millonario se atreveria a dar.
Menos mal que tengo por delante, para poner por obra esta estrategia, dos semanas enteras mientras Rose-Marie, pensando en mi, visita con sus amigas chilenas los castillos del Loira.
El corazon de las abuelas 'tiene razones que ni los padres comprenden'. Le escribi por eso una carta a la mia, en uno de esos momentos de exaltacion a que me conducia una tarde feliz con Rose-Marie, una palabra suya mas tierna que las otras, una mirada mas suave, un beso mas prolongado que de ordinario. Para describirsela fisicamente eche mano de todas las Virgenes de la pintura universal, comenzando por esa criatura adorable de Fouquet que ofrece el seno redondo, tibio, casto, a los golosos labios del Nino. Para pintarsela intelectualmente le hablaba de la Clelia de la Cartuja de Parma, aunque la pobre vieja jamas ha visto la Virgen de Fouquet e ignora la existencia de un hombre que se llamaba Stendhal. Son resabios literarios que no logro vencer.
Insisto en una preocupacion que me asalto alguna vez en estos cuadernos: ?Es bueno o malo citar en una simple carta de familia obras o personajes literarios? Y en una novela, ?que tal? Las hay magnificas, sin una sola referencia, como la mayoria de las de Balzac, pero en cambio hay otras, como el Quijote, abarrotadas de citas. Debe ser cuestion de gustos. Hay personas que citan por vanidad y otras para dar mayor precision a la exposicion de sus ideas. Tambien las hay que con las citas disfrazan su falta de pensamiento propio, asi como ciertas personas adornan su insignificancia con la cinta de una condecoracion en la solapa.
Para tranquilizarla, le decia que mi futuro suegro me asociara a sus negocios y me conectara con una editorial que publicara mis novelas. Le pedia la bendicion y le prometia que, una vez casado, lo primero que haria seria volar a verla con mi mujer y llevarmela a vivir con nosotros en ese inmenso fundo, con un lago rodeado de pinos, que tenemos en el sur de Chile. Cuando lei la respuesta mi abuela, que mi hermana debio sacar a maquina en el Ministerio, tuve un movimiento de colera. Entre lineas y en ciertas frases se traslucia su estilo desapacible y cortante:
'Has enganado al Consul, a Miguel y al Gobierno. La idea del matrimonio con una extranjera es una nueva locura. Recuerda que eres un muchacho de familia modesta y si el matrimonio con extranjera puede ser un desastre, con una muchacha de una clase social superior a la tuya solo puede conducirte a humillaciones y verguenzas. Lo mejor es que regreses a casa.'
?Acaso las categorias sociales son infranqueables en America? ?Hay fronteras intransgredibles? Yo he tropezado con compatriotas que saltaron esas barreras. Eran jovenes oscuros, como yo, a quienes un golpe de suerte, una beca, una influencia oportuna, un buen negocio, proyectaron de pronto a la primera pagina de los periodicos y a las mas altas posiciones. Don Miguel Rodriguez, el padre de Miguel, es un ejemplo concluyente.
Operacion Clichy:
El cabaret, oscuro y silencioso, se habia despojado de todas sus galas. Ya no estaba Pablino a la puerta con su uniforme de gala, ni se veian fotografias de muchachas desnudas en el corredor de la entrada. Era un modesto bar, con una docena de mesas vacias ante una de las cuales se encontraba Juanillo. Me dijo que Francia iba a un desastre irremediable. La carestia de la vida y la sistematica explotacion del turista habian producido lo que el previo desde hacia mucho tiempo. Catorce millones de turistas invadieron a Espana segun la radio de Andorra, y, en cambio, Francia no recibio ni siquiera siete millones. Es una verguenza y una porqueria. Clichy, Pigalle, la Place Blanche, todo Montmartre hasta la Place du Tertre, son lugares desiertos donde hay que disputarse a dentelladas el turista despistado que se deja caer por alli. Como si fuera poco, esas condenadas agencias de turismo barato ofrecen una cena en Maxim's y una velada en el Tabarin por cincuenta francos miserables.
Sacudio tristemente la cabeza y le pidio a la cajera que nos sirviera dos Ricards.
– Y despues quieren que pagues impuestos, y derechos de espectaculos, y prestaciones sociales. ?Y te hablan de la alegria del barrio, y de las chicas de la Place Pigalle que bailan con la grupa y con los senos desnudos! ?Tonterias! Yo tuve que cerrar el restaurante que conociste, a donde a la madrugada las muchachas llevaban a los clientes a tomar sopa de cebolla y un vaso de conac. A los americanos ricos que se bebian seis botellas… ?bueno!, eran tres que se volvian media docena… se los tragaron los infiernos. Las muchachas ya no quieren venir, porque se defienden mejor trabajando por su cuenta en los bulevares o en los Campos Eliseos. Algunas tienen automovil propio, para que te des cuenta de que su negocio produce. ?Te acuerdas de Chantal? Yo creo que la mato aquel cerdo marroqui, si no fue el chulo que vivia con ella. ?No la volviste a ver? ?Vamos, pobre chica! ?Me preguntas por el pobre Pablino? Pues veras… Esto no daba para porteros de librea, con botones dorados. Debe andar por ahi, lavando fachadas de edificios que es lo que saben hacer esos desgraciados portugueses. No confundirlos con los catalanes, ?eh? Yo seriamente estoy pensando en liar bartulos y largarme a Beirut, donde las cosas andan mejor que aqui. De lo contrario no tardarias en verme vendiendo castanas calientes por la calle. ?Ah! Si pudiera regresar a Barcelona, a ciertas callecitas del barrio gotico que yo conozco. Pero ?que quieres! Franco es inmortal y uno tiene sus pecadillos como cualquier cristiano. ?Quieres otro Ricard? Es lo unico que puedo ofrecerte. Yo he tenido que acostumbrarme a todo, tanto a los gozosos como a los dolorosos, que asi dicen en mi pueblo, no lejos de Barcelona. ?Conoces a Barcelona? ?No? ?Es una pena! ?Has seguido alguna vez por la carretera que va bordeando la costa, todavia en tierras bajas y planas que se inundan en el invierno? Pues antes de llegar a Lloret de Mar ves un camino que tuerce a la izquierda, hacia las montanas… Dejemos eso, que no puede importarte. Te decia… Pues si… ?Que te decia?
Los espanoles tienen una facilidad impresionante para decir el menor numero de cosas con el mayor numero de palabras.
– Te decia enantes que estoy pensando cerrar este negocio tambien… Mira esas mesas vacias, y ya son las nueve de la noche. Los franceses no cenan tarde como los espanoles. Es un pueblo que sabe comer bien, pero no sabe comer a deshoras que son las horas a que se debe comer.
Nota:
Total: fracaso de la operacion Clichy.
Operacion pied-noir:
Tres o cuatro parejas en la pista, una mesa con tres muchachas solas, unos viejos en la barra y una pareja de extranjeros, de curta edad, que comen en una mesa la especialidad de la casa: corazones de palmera y una bazofia a la griega.
El pied-noir me saludo con grandes muestras de alegria. Encendio un cigarro y me llevo a una mesa del fondo del bar. Le pidio dos conacs al camarero joven y triste, y con un movimiento de cabeza despidio a una muchacha rubia que me habia seguido a la mesa, pensando que yo iba a bailar con ella. Me pregunto de que se trataba y (exito de la operacion pied-noir), me adelanto trescientos francos.
Operacion 'comunismo':
Al otro dia, hacia las once, me dirigi a La Coupole que solian frecuentar el negro, el argentino, Marsha y demas companeros, pero solo encontre a las dos pintoras lesbianas. Me acogieron sin el menor entusiasmo, pues desde el dia en que las conoci, con el resto de intuicion femenina que podia quedarles descubrieron que yo