contra las instituciones, del mismo modo que la tragedia griega reflejaba la lucha del hombre contra los dioses. La novela ha llegado a ser una institucion que denuncia las instituciones o las refuerza. Madame Bovary lucha contra la institucion del matrimonio y los heroes de Balzac luchan contra la institucion de las finanzas. Ramon no cree en las instituciones, las ignora, le aburren como a un nino, y por lo tanto no puede hacer buenas novelas, grandes novelas, ya que jamas partira de los grandes temas clasicos de la novela.

Los temas de Ramon son una mujer de ambar, el acueducto de Segovia, la vida de un gran hotel de Suiza, o sea la no-vida, el ocio. Temas marginales, temas caprichosos, temas que dan para un cuento, pero no para una novela. Y asi vemos como las novelas de Ramon, que ya de por si son cortas, se le van muriendo entre las manos a partir de la mitad. Mas adelante completaremos estas ideas sobre Ramon y la novela. Hay temas de Ramon que preconizan a Borges o Cortazar: temas de cuento.

Ramon, el anarquista que no hace buenas novelas porque no cree en las instituciones -ni siquiera, como veremos, en la institucion de la novela-, se aisla de las instituciones y del mundo convencional de los negocios y la politica mediante circunferencias. Ramon es el hombre que tiende a trazar una circunferencia en torno suyo, alli donde esta, y no tanto para exaltarse como para defenderse.

Los toros, el circo, el velador redondo del cafe son circunferencias efectivas en la vida de Ramon. La Puerta del Sol, a la que dedica un libro erudito, es casi oblonga, y lo oblongo es una circunferencia fracasada. Circular o no, Ramon tiende a cerrar un ambito para defenderse de el. Vive en un torreon de la madrilena calle de Velazquez, y el torreon tambien nos sugiere una idea de circularidad. No quiero hacer ningun juego geometrico-ingenioso, sino expresar plasticamente que esa circularidad que nos da ya la persona de Ramon -gordo prematuro- es la que el impone a todo. Juan Ramon Jimenez se definio a si mismo como «el andarin de su orbita». Ramon tambien es un andarin de orbitas que previamente ha disenado. De cada ciudad que habita hace una orbita cerrada que luego recorre incansablemente, gran andariego como era (muchos gordos lo son), Madrid, Segovia, Lisboa, Paris, Napoles, Buenos Aires. Va dejando cerradas y circulares todas las ciudades que habita, a fuerza de pasearlas y repensarlas.

Circular o no, el ambito de Ramon -la noche o Ginebra-: es siempre un ambito que el cierra, con mentalidad de primitivo. Seguramente tiene horror, como los primitivos, al espacio abierto. Mas que un nino -que es lo que se ha dicho de el:-, Ramon es un primitivo fundamental, como vemos, por el horror al vacio, por la escritura ideografica -?que otra cosa son las greguerias?-y por el amor a la circunferencia. Se ha dicho banalmente -el mismo lo dijo- que en alguna de sus novelas esta prevista la desintegracion del atomo. Esto es un hallazgo plastico de un hombre que lo penso plasticamente casi todo, pero a Ramon, como buen barroco, no acaba de irle la relatividad einsteniana, el Universo abierto. El universo de Ramon, como el de su fraternal Pablo Neruda, es el universo cerrado, poblado y complicado de los barrocos. Un universo circular.

Dijo Ortega en alguna ocasion que el se habia cuidado siempre minuciosamente de permanecer al margen de lo oficial o institucional. Ramon no solo se cuida de eso, sino que lo ignora, ignora instituciones y oficialidades, y ahi esta su odio repetido, cejijunto y sincero a la Real Academia Espanola, que debia ser la unica institucion visible para su mirada de escritor. De muy joven se ha comprado una moto con sidecar para llevar las colaboraciones a los periodicos, y el mismo dice de si, que «se me veia pasar veloz». Poco mas adelante se echa por las calles con el fotografo Alfonso para captar greguerias fotograficas, ponerles un pie literario y llevarlas al periodico. Ramon parece, asi, el escritor mas arrojado, el hombre que ha elegido la calle y la bohemia, la pura intemperie de los romanticos y los malditos. Y, sin embargo, lo que esta haciendo es resguardarse de las instituciones que no entiende, vivir en la circularidad de sus mundos gratuitos y marginales: el circo, la Puerta del Sol, el torreon de Velazquez. Es el literato puro que jamas entro en la vida, que murio virgen de contacto con el mundo. No vio nada o todo lo vio literariamente. Entre la realidad y el estaba siempre el cristal de la literatura, que naturalmente no es un cristal, una separacion, sino un reves, un ver lo que no ven. Jamas salio Ramon de la literatura y entro en el mundo. No nacio nunca. Tan acrisolado y singular caso de ente literario se ha dado poco en las literaturas y poco en la nuestra: quiza Juan Ramon Jimenez es el unico que vivio tan preservado como Ramon.

Todos los demas, incluso los mas geniales, han sido genios a ratos, y otros ratos han sido senores que iban a la oficina, al parlamento o a la catedra. Podriamos decir que la literatura es una circunferencia que el escritor traza en torno de si para singularizarse y, al mismo tiempo, aislarse del mundo. Toda la obra de un escritor no es sino un sistema de senales para dar fe de si y perpetuar su distancia con el mundo. Claro que el escritor no es sino un caso limite de la humanidad. Todo hombre, quiza en la infancia, quiza en la adolescencia, traza ya esa circunferencia alrededor para quedarse dentro, para saberse distinto y protegido. El redondel se decora luego con titulos, triunfos, exitos, diplomas, monedas o mujeres, pero la cerca ha sido alzada mucho antes, el foso ha sido cavado en una noche de infancia. Lo que pasa es que el hombre no escritor tiene que levantar su empalizada con materiales tomados al mundo. Se defiende del mundo con lo que del mundo toma, y por eso vive inevitablemente en comercio y mundanidad. El escritor no hace su cerca con cosas del mundo porque no la hace con nada: o sea que la hace con palabras.

El escritor es el mas aislado de los hombres-isla (todos lo somos), porque no necesita nada de los demas para establecer su diferencia. La establece a base de si mismo. Su circunferencia de escritura es mas solida que las ferreas circunferencias de dolares o poderes que trazan los demas. El escritor perpetua su distancia del mundo con palabras, y Ramon es un caso limite de escritor limite, porque mantiene su palabra especialmente pura, limpia, virgen de connotaciones comerciales, diplomaticas, politicas. Cuida como nadie la pureza del discurso para no caer en discurseador, y este cuidado llega hasta el descuido, como el quiere y confiesa en una de sus noches de confidencia: «Cuanto trabajo para que todo quede un poco deshecho.» En la decantacion llega hasta la destruccion, hasta obtener a veces una torpeza de primitivo. Asi, su manera caracteristica de hilvanar unas oraciones a otras mediante el gerundio, con una sintaxis directamente infantil. No quiere escribir demasiado bien.

Ramon o el primitivo dentro de su circunferencia. La humanidad tardo muchos siglos en imaginar la rueda y ha tardado otros tantos en destruirla. Ramon, puro y primitivo, es quiza el unico escritor que no salio jamas de la circunferencia.

(Cuando formule para mi mismo esta idea de Ramon y la circunferencia, mucho antes de escribir este libro, aun no conocia El libro mudo, donde Ramon, haciendose llamar Tristan -ano once-, se presenta a si mismo y explica ya esta teoria sobre su persona o su doble. La coincidencia, no se si obvia o asombrosa, me confirmo que estaba en el buen camino de hacer un libro medianamente certero y veraz sobre el escritor.)

4. RAMON Y EL MOZO DE CUERDA

De la repugnancia por la realidad mostrenca se sigue la repugnancia por el realismo. «El realismo que descalabra», con frase de Ramon que ya he citado. El realismo que descalabra esta en Galdos. Ramon dice que Galdos es ese pano de cafe que usan los camareros para limpiar los veladores, un pano que rezuma grasa y recuelo.

Valle y los modernistas habian llamado «garbancero» a Galdos. Cuando Ramon nace a la literatura, la literatura todavia es Galdos, en Espana. Ramon no tiene mucho que ver con los modernistas, pero aun tiene menos que ver con aquel viejo que acumula sucedidos de porteria y de palacio en una prosa vulgar y nada creadora. La rebelion inicial de Ramon y su anarquismo literario se justifican en principio como lucha contra el realismo decimononico que domina Espana: Galdos en la novela y Benavente en el teatro. Ramon, como Valle, blasfema contra Galdos. Muchos anos mas tarde, Alejo Carpentier y Julio Cortazar vendran a ratificar estas blasfemias. El heredero de aquel realismo, por el momento, era Baroja. Ramon llama a Baroja «el mozo de cuerda de la novela».

Ramon escribe una pagina genial sobre el ingreso de Baroja en la Academia. En aquel acto, en aquella tarde de domingo, en aquella pagina coinciden dos odios fundamentales y fundacionales de Ramon: el odio a Baroja y el odio a la Academia. Incluso puede que un tercer odio, el odio a un denostado doctor que es Maranon. Ramon fija ese momento en que la luz filtrada de la tarde se mezcla en la Academia con la luz electrica, y ya lo encuentra todo sucio a aquella luz mezclada. De Baroja le repugna el gusto por la acumulacion en

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