empleada. Le mande a decir que era chilena, la hija de Cayetana, y que necesitaba hablar con el. Me mando recado, luego de diez largos minutos: me recibiria al dia siguiente, el sabado, a las seis de la tarde. El estaba en lo correcto, yo no tenia derecho a irrumpir asi en su casa, pero la impaciencia me consumia. ?Sabes?, fui a una de esas boutiques preciosas que hay en esta ciudad y me compre un vestido de algodon que tenia un look de Charles Dickens, algun personaje de Oliver Twist lo podria haber usado. Es raro que eligiera, a esta edad, un vestido de orfanato para impresionar a este senor, que era lo mas cerca que nunca yo habia llegado a Cayetana.
»Ese sabado, a las seis de la tarde en punto, entraba yo por el porton de su casa colonial. Sola.
»Emilio Palma me aguardaba. La misma empleada me hizo pasar a un gran salon, muy hermoso pero un poco recargado y oscuro para mi gusto. Aparecio este senor. Me sorprendio su estatura, ?por que me lo habia imaginado bajo? Tenia el pelo blanco y espeso y vestia pantalones deportivos y una camisa blanca de buen corte. Se desprendia de el toda una finura inesperada para mi.
» -?Violeta Dasinski? -su voz era pausada.
» -?Don Emilio?
» -Con Emilio basta, nada de don. ?Quiere instalarse aqui o prefiere el corredor?
» -Prefiero el corredor, si a usted no le importa.
» -Vamos.
»Lo segui hacia afuera. En ese momento llego otro caballero, con un cierto aire distinguido, tambien de muy buena apariencia, un poco mas joven. Fui presentada:
» -Ella es la hija de la companera chilena de mi hermano Ruben; te hable de ella. El es Raul Baeza, arquitecto, se dedica a la restauracion de casas y monumentos en Antigua.
»Le comente, espontaneamente, que yo tambien era arquitecta; creo que fue un dato importante para la fluidez de la velada. Le hable de mi intencion de comprar una casa y restaurarla. Eso le apasiono y me dio varios datos, mientras Emilio nos miraba encantado. Nos habian traido un ron con hielo y limon, como lo toman aqui, y jugos de fruta. A los veinte minutos, Raul -quien efectivamente me ayudo con la restauracion de la casa y es de mis pocos amigos guatemaltecos- se levanto diciendo que nos dejaba para nuestros asuntos. Pero ya cualquier eventual hielo se habia roto y cuando el partio no tuve miedo de enfrentar a Emilio Palma. Me abalance sobre el en cuanto nos quedamos solos.
» -?Usted conocio a mi madre?
» -Si. Muy poco, pues ellos estuvieron bastante tiempo en el campo, en pueblos pequenos. Yo vivia entonces en Ciudad de Guatemala, aun no habia heredado esta casa. Pero nos encontramos una vez precisamente aqui, en Antigua.
» -?En esta misma casa? -casi no me salia la voz.
» -Si, en esta misma casa, que a ella le gusto mucho. Pero no se instalaron aqui, sino donde unos amigos de Ruben. El nunca parecio muy interesado en nosotros. Despues de todo, sus actividades eran clandestinas y atentaban contra las costumbres de nuestra familia. Usted debe comprender que aunque el de Ruben no fue un caso aislado, pues a muchas familias tradicionales de Guatemala les sucedio lo mismo, la mia nunca pudo reponerse del estigma de haber tenido un hijo guerrillero.
» Trataba de seguirlo, pero me puso frenetica la idea de que Cayetana hubiera estado en esta misma casa, sentada quizas en este mismo banco, frente al mismo corredor.
» -Cuando tuvimos la noticia de su muerte, mis padres fueron al campo, en el Quiche, para hacerse cargo de la situacion. Volvieron con ambos ataudes sellados. El gesto de humanidad -eran gente muy delicada- fue hacerse cargo de ella. No tuvieron corazon para dejarla sola, sin la certeza de que alguien fuera a venir por ella. Mi padre en persona llamo a Chile a su antiguo marido; debe ser tu padre, ?verdad?
» -Si -me alivio que empezara a tutearme. Total, yo era una especie de sobrina de el, ?o no?
» -Bueno -continuo Emilio-, el llego atrasado y dio una impresion de indiferencia frente al tema. Fue por ello que acordaron enterrarla aqui, tu padre retiraria despues los certificados. No podian dejar los ataudes esperando.
» -Que siniestro -comento yo, desesperada, con oleadas de odio hacia mi padre-. Cayetana perdio a toda su familia en un terremoto al sur de Chile, y sus padres murieron el ano que ella partio a Centroamerica. Probablemente esa fue una de las razones que la impulsaron a partir. No quedo nadie en Chile para responder por ella; solamente yo, que era todavia una nina.
» -Ella nos hablo de ti aquella vez.
» -?Verdad?
» -Hubo una pequena discusion entre ellos. Ella queria dejar el Quiche e instalarse aqui en Antigua. Desprendi de la discusion que Ruben le habia hecho promesas no cumplidas, y que ella tenia grandes expectativas sobre esas promesas. Cuando le pregunte por que queria vivir aqui, un lugar tan muerto en esos anos, me contesto que tenia una hija y que su unico deseo era traersela a Centroamerica. Le parecia que la tranquilidad de nuestra ciudad era ideal para que tu crecieras bien. Deseaba abandonar la guerrilla solamente para juntarse con su hija. Ruben no parecia muy comprensivo al respecto.
» -?Que habria pasado, a su juicio, de no haber muerto ellos? -me aventure a preguntar.
» -Nadie puede decirlo. Quizas el conflicto se habria agudizado. No me imagino a Ruben dejando la guerrilla. Era un fanatico.
» -Como lo eran todos en aquellos anos, hay que juzgarlo en ese contexto -?que hacia yo defendiendo a Ruben Palma, el que me robo a mi madre? Soy una loca, me dije.
» -Quizas ella habria vuelto a su pais, o efectivamente habrian instalado un cuartel general aqui en Antigua, con Ruben entrando y saliendo. Quizas eso hubiese sido lo mas posible. Ella era una mujer de armas tomar. No se veia sometida ni timida, como muchas guatemaltecas. Recuerdo que me gusto la gran personalidad que demostraba, su capacidad para hablar de cualquier tema. No me dio la impresion de que estuviese tan posesionada por la idea de la revolucion… yo diria mas bien que era una mujer enamorada. Le interesaba la poesia. Yo soy poeta, aunque me gano la vida como medico. Y recuerdo que hablamos de la Mistral, de Neruda, de Vallejo, de Dario. No era ninguna tonta tu mama. Y, ?sabes? -me miro con cierta ternura-, Ruben la queria. ?Por Dios que la queria! Si en algun insomnio has dudado de eso, no vuelvas a hacerlo. Soy un hombre perceptivo en cosas del corazon, y aunque vi poco a Ruben esos anos, siento que se humanizo. Algo muy fuerte debio pasarle con esta mujer. Mi madre lo analizo varias veces conmigo, yo era el hijo soltero que comadreaba con ella. En las noches hablaba de este hijo tan amado, con los consecuentes celos mios. Despues de todo, yo no la habia abandonado y el si. Pero ella lo adoraba. Era muy hermoso mi hermano. ?Tu lo conociste?
» -Si, estuvo una vez en mi casa, en Chile, invitado por mi abuelo, quien se lo presento a mama. Me acuerdo perfectamente de el. Yo tenia doce anos y note que mi mama lo miraba; por lo tanto, lo mire yo. Me acuerdo de esos ojos verdes, como los de usted. Eran unos ojos muy lindos.
»Emilio sonrio, vanidoso.
» -Te mostrare luego unas fotografias de el. Ruben, desde que se dedico a la politica, no tomo nunca en serio a las mujeres. Las usaba para sus apetitos y nada mas. Su causa no se lo permitia. Nunca llego a casarse ni a tener hijos. Tampoco lo hice yo. Como el resto de la familia eran mujeres, mi madre no se consolo: el apellido perdido. Cuando supimos que vivia con una chilena y, mas aun, que se la habia traido de Chile, nos llamo mucho la atencion. Sus parejas no duraban mas que un par de meses. Mi mama quiso conocerla.
» -;Y lo hizo?
» -Si, aquella vez que la conoci yo, en esta casa.
» -?Y que impresion le causo?
» -Si se hizo cargo de su ataud, te imaginaras que no fue mala. Tuvo la esperanza de que esta mujer llevara a su hijo a la razon. La hizo muy feliz que existieras tu, esta nina que parecia tan central para ella, pues podria ser una forma de traer al prodigo a casa. Apoyo mucho a Cayetana en esa pequena discusion que hubo. Ruben no se sentia muy comodo, eso si lo recuerdo tambien.
»?Como miel sus palabras, balsamos, anestesia para el dolor acumulado! Por fin alguien reparaba fibras mias tan dolidas. Por fin alguien sabia algo de los sentimientos de mi madre.
»De repente me acorde del objetivo principal de mi visita.
» -?Donde estan enterrados? He buscado la tumba en el cementerio y ha sido en vano.
» -?Ah! La historia del mausoleo. Ruben esta enterrado en la tumba familiar de los Palma. Cuando se discutio el asunto de donde enterrar a Cayetana, hubo distintas opiniones. Pero gano la de mi padre: que no estaban casados, que no habia ningun vinculo legal entre ellos, que era inadecuado que su cuerpo reposara en el
