telescopios de Argos, trabajando juntamente con los radioobservatorios de Virginia del Oeste Occidental y Australia, habian determinado que la fuente emisora se desplazaba con Vega. Segun los minuciosos calculos efectuados por ellos, la senal provenia no solo del lugar que ocupaba Vega en el firmamento sino que tambien poseia los movimientos peculiares y caracteristicos de Vega. A menos que se tratara de un engano de notables proporciones, los impulsos de numeros primos procedian del sistema de Vega. No habia ningun efecto Doppler adicional debido al movimiento del transmisor, quizas unido a un planeta, alrededor de Vega. Los extraterrestres habian previsto el movimiento orbital. A lo mejor era una especie de cortesia interestelar.

— Es la cosa mas maravillosa de que yo haya tenido noticias jamas, aunque no tiene nada que ver con lo nuestro — comento un funcionario de la Agencia de Proyectos Avanzados de Investigacion sobre Defensa, cuando se aprestaba para regresar a Washington.

Apenas se verifico el descubrimiento, Ellie asigno a un punado de telescopios la tarea de examinar Vega en otras frecuencias. Desde luego, detectaron tambien la misma senal, la misma sucesion monotona de numeros primos en la linea de hidrogeno de 1420 megahertz, en la de oxhidrilo de 1667 megahertz y en muchas otras frecuencias. En todo el espectro radioelectrico, acompanado por una orquesta electromagnetica, Vega emitia sonidos de numeros primos.

— Esto no tiene sentido — opino Drumlin, tocandose con aire indiferente la hebilla del cinturon —. No se nos puede haber escapado antes. Todo el mundo ha estudiado a Vega durante anos. Arroway lo observo desde Arecibo hace una decada. De pronto, el martes pasado, Vega comienza a propalar numeros primos… ?Por que ahora? ?Que tiene de particular este momento? ?A que se debe que comiencen a transmitir varios anos despues de que Argos haya comenzado a escuchar?

— A lo mejor su transmisor estuvo en reparaciones durante dos siglos — sugirio Valerian —, y acaban de volver a ponerlo en funcionamiento. Tambien podria ser que un esquema de trabajo sea enviarnos una transmision un ano de cada millon. Usted sabe muy bien que puede haber vida en muchos otros planetas. — Sin embargo Drumlin, a todas luces insatisfecho, se limito a menear la cabeza.

Si bien por naturaleza no le atraian las conspiraciones, Valerian creyo advertir cierta segunda intencion en la ultima pregunta de Drumlin: ?Acaso no seria todo un inesperado intento de los cientificos de Argos para impedir que se diera por terminado el proyecto?

No, no era posible. Valerian sacudio la cabeza. Pasaron en ese momento a su lado dos de los mas antiguos expertos en el problema de SETI quienes, en silencio, meneaban tambien la cabeza, desconcertados.

Entre los cientificos y los burocratas existia una suerte de friccion, de mutuo malestar, un antagonismo respecto de premisas fundamentales. Uno de los ingenieros electrotecnicos lo denominaba «desadaptacion de impedancia». Los cientificos eran demasiado especulativos y hablaban con demasiada ligereza de cualquiera, para el gusto de los burocratas. Estos burocratas por su parte, eran demasiado poco imaginativos y comunicativos, en opinion de los cientificos. Ellie y en especial Der Heer trataban de tender puentes para superar la brecha, pero los pontones no hacian mas que ser arrastrados por la corriente.

Esa noche habia colillas de cigarrillos y tazas de cafe por doquier. Los cientificos, con atuendo informal, los funcionarios de Washington, de traje, y algunos militares llenaban la sala de control y el pequeno auditorio y rebosaban por las puertas donde, iluminados por los cigarrillos y la luz de las estrellas, continuaban algunos de los debates. Pero los animos estaban gastados. Comenzaba a percibirse el efecto de tanta tension.

— Doctora Arroway, este es Michael Kitz, secretario adjunto de Defensa del «C3I».

Al hacer las presentaciones y ubicarse un paso detras de el, Der Heer, estaba comunicando… ?que? Una extrana mezcla de emociones. Parecia apelar a la moderacion. ?Acaso la consideraba una exaltada? «C3I» — que se pronunciaba «ce al cubo I» — significaba Comando, Control, Comunicaciones e Inteligencia, importantes responsabilidades en un momento en que los Estados Unidos y la Union Sovietica se habian lanzado a reducir sus arsenales estrategicos nucleares. Era un trabajo para un hombre cauto.

Kitz tomo asiento en uno de los sillones que habia frente al escritorio de Ellie, se inclino hacia delante, leyo la cita de Kafka y no demostro quedar impresionado.

— Doctora, quiero ir directo al grano. Nos preocupa que el hecho de divulgar ampliamente esta informacion pueda redundar en un perjuicio para nuestro pais. No nos dejo demasiado felices que haya enviado aquel telegrama al mundo entero.

— ?Se refiere usted a China, a Rusia, a la India? — Pese a su esfuerzo por contenerse, su voz trasuntaba fastidio —. ?Pretendia mantener en secreto los primeros doscientos setenta y un numeros primos? ?Acaso supone, doctor Kitz, que los extraterrestres tenian pensado comunicarse solo con los norteamericanos? ?No cree usted que un mensaje procedente de otra civilizacion pertenece a todo el mundo?

— Podria habernos pedido consejo.

— ?Aun a riesgo de perder la senal? Mire, algo importantisimo y fundamental puede haber sido propalado despues de que Vega se puso aqui, pero mientras todavia estaba en lo alto del cielo, sobre Beijing. Estas senales no son una llamada de persona a persona a la Tierra. Es una senal de estacion a estacion, a cualquier planeta del sistema solar.

Nosotros solo tuvimos la suerte de atender el telefono.

Der Heer de nuevo irradiaba algo. ?Que trataba de decirle? ?Que le gustaba su analogia elemental, pero que fuera mas condescendiente con Kitz?

— De cualquier modo — continuo Ellie —, es demasiado tarde. Ya todos saben que existe cierto tipo de vida inteligente en Vega.

— No estoy tan seguro de que sea tarde, doctora. Usted supone que va a recibir una transmision rica en informacion, un mensaje que aun no ha llegado. El doctor Der Heer me adelanto la opinion de usted en el sentido de que esos numeros primos son una suerte de anuncio, algo destinado a llamar nuestra atencion. Si es que hay un mensaje y es sutil (algo que los otros paises no deban conocer de inmediato), deseo que guarde el secreto hasta que podamos conversar al respecto.

— Somos muchos los que tenemos deseos, doctor Kitz — dijo ella en tono amable, haciendo caso omiso de las cejas que enarcaba Der Heer. Habia algo irritante, casi provocativo, en la manera de ser de Kitz. Y probablemente en la de ella tambien —. Yo, por ejemplo, siento la necesidad de comprender el sentido de esa senal, de saber que esta pasando en Vega y que significa esto para la Tierra. Es probable que, para llegar a entenderlo, precise de la ayuda de los cientificos de otras naciones. Tal vez me hagan falta los datos que ellos poseen, o sus cerebros. Podria ser que el problema fuera demasiado grave como para que lo resolviera un solo pais por su cuenta.

Der Heer daba muestras de estar algo alarmado.

— Doctora, la sugerencia del secretario Kitz no es tan irrazonable. Seguramente solicitariamos la colaboracion de otros paises. Lo unico que le pedimos es que hable primero con nosotros, y solo si se recibe un nuevo mensaje.

Su tono era tranquilizador, pero no servil. Ellie volvio a estudiarlo con la mirada. Si bien no se trataba de un hombre extremadamente apuesto, tenia un rostro amable, inteligente.

Vestia traje azul y una pulcra camisa. La calidez de su sonrisa atemperaba su aspecto serio y aplomado. ?Por que, entonces, apoyaba a ese otro idiota? ?Era parte de su trabajo? ?Podia ser que Kitz tuviera razon?

— De todas formas, seria una remota contingencia — expreso Kitz con un suspiro, y se puso de pie —. El secretario de Defensa agradeceria mucho su colaboracion. — Trataba de convencerla —. ?De acuerdo?

— Dejeme pensarlo — respondio ella, tomando la mano que el le tendia como si fuese un pescado muerto.

— En un minuto estoy con usted, Mike — anuncio Der Heer en tono jovial.

Con la mano apoyada en el marco de la puerta, Kitz de pronto recordo algo, saco un papel de su bolsillo, regreso y lo dejo en una esquina del escritorio.

— Ah, casi me olvidaba. Aqui tiene una copia de la Resolucion Hadden, que usted probablemente conoce, acerca del derecho que le asiste al gobierno para clasificar material que sea vital para la seguridad de los Estados Unidos. Por mas que no proceda de un organismo secreto.

— ?Pretende usted darles caracter confidencial a los numeros primos? — pregunto Ellie, fingiendo incredulidad.

— Lo espero afuera, Ken.

Ellie empezo a hablar apenas Kitz se marcho.

— ?Que es lo que anda buscando? ?Los rayos letales de los veganos? ?Seres que pretendan hacer volar el

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