eternamente. Cuanto mejores sean los receptores de la otra civilizacion mas lejos podrian encontrarse ellos, y asi y todo recibir nuestras senales de television. Nosotros mismos podriamos detectar una transmision potente de television proveniente de un planeta que girara en torno de la estrella mas cercana.

La Presidenta permanecio un momento, muy erguida, ante los ventanales que daban al jardin. Luego se volvio.

— ?Se refiere usted… a todo?

— Si, todo.

— ?Dice usted todas las porquerias que dan por television, los accidentes automovilisticos, los canales pornograficos, las noticias de la noche?

— Todo, senora. — Der Heer sacudio la cabeza.

— A ver si le entendi bien, Der Heer. ?Esto significa que todas mis conferencias de prensa, mis debates, mi discurso inaugural… todo esta alla arriba?

— Esa es la buena noticia, senora. La mala es que tambien lo estan las apariciones por television de sus antecesores, de Richard Nixon, de los dirigentes sovieticos, muchas cosas desagradables que su adversario politico opino sobre usted. Es una bendicion a medias.

— Dios mio. Prosiga, por favor. — La Presidenta se alejo del ventanal y daba la impresion de estar examinando atentamente un busto recientemente restaurado de Tom Paine, recuperado del sotano del Instituto Smithsoniano, adonde habia sido recluido por el mandatario anterior.

— Le explico. Esos minutos de television procedentes de Vega fueron una transmision original de 1936, en la inauguracion de los Juegos Olimpicos de Berlin. Pese a que se emitio solo en Alemania, constituyo la primera transmision televisiva de la Tierra que conto con una considerable potencia. A diferencia de las transmisiones comunes de radio de los anos treinta dichas senales de television atravesaron nuestra ionosfera y se internaron en el espacio. Estamos tratando de averiguar que fue exactamente lo que se propalo en esa oportunidad, pero nos llevara tiempo. A lo mejor, esa bienvenida de Hitler fue solo un fragmento de la transmision que lograron captar en Vega.

«Por ende, desde el punto de vista de ellos, Hitler es el primer signo de vida inteligente sobre la Tierra, y no lo digo con ironia. Ellos no saben lo que significa la transmision; por eso la graban y nos la envian de vuelta. Es una forma de decir: «Hola, los escuchamos».

Yo lo tomo como un gesto de amistad.

— ?O sea que no hubo transmisiones televisivas hasta despues de la Segunda Guerra Mundial?

— Hubo una emision local en Inglaterra, en oportunidad de la coronacion de Jorge VI, y otras similares, pero las transmisiones de envergadura se iniciaron a fines de la decada del cuarenta. Todos esos programas se alejan de la Tierra a la velocidad de la luz.

Supongamos que la Tierra esta aqui — Der Heer hizo un gesto en el aire —, y que hay una pequena onda esferica que se aleja de ella a la velocidad de la luz, comenzando en 1936.

La onda sigue creciendo y apartandose de la Tierra. Tarde o temprano, llega a la civilizacion mas proxima la que, asombrosamente, se halla muy cerca, solo a veintiseis anos luz, en algun planeta de la estrella Vega. Ellos la graban y nos la devuelven, pero demora otros veintiseis anos en regresar a nosotros. Es evidente que los habitantes de Vega no se tomaron varias decadas en descifrarla. Deben de haber estado preparados, ya listos, esperando que apareciera la primera senal de television. La reciben, la registran y nos la envian de vuelta. Sin embargo, a menos que ya hayan estado aqui, en alguna mision de exploracion hace cien anos, no podian saber que estabamos a punto de inventar la television. Por eso la doctora Arroway piensa que esta civilizacion esta inspeccionando todos los sistemas planetarios cercanos, para comprobar si algunos de sus vecinos son capaces de desarrollar una tecnologia de avanzada.

— Ken, eso da mucho que pensar. ?Esta seguro de que… como se llaman? ?Los veganos…? ?Esta seguro de que no entienden de que se trata ese programa de television que recibieron?

— Senora, sin duda son inteligentes. La senal de 1936 era muy debil, o sea, que sus detectores deben haber sido tremendamente sensibles para haber podido captarla. Sin embargo, no creo que hayan podido comprender su significado. Ellos probablemente sean muy distintos de nosotros. Deben de tener una historia diferente, distintas costumbres. Es imposible que sepan lo que es una esvastica o lo que fue Adolf Hitler.

— ?Adolf Hitler! Ken, me pongo furiosa. Cuarenta millones de personas mueren para derrotar a ese megalomano, y el se constituye en la estrella de la primera teledifusion a otro planeta. Nos esta representando, a nosotros y a ellos. Es el sueno mas alocado de ese demente, hecho realidad.

Hizo una pausa, para continuar con voz mas calmada.

— ?Sabe una cosa? Siempre me parecio que Hitler no era capaz de hacer bien el saludo hitleriano. Le salia torcido, o en un angulo insolito. Tambien estaba ese saludo con el codo doblado. Si alguien hubiera realizado los Heil Hitler de una forma tan ineficiente, de seguro lo habrian enviado al frente ruso.

— Pero, ?acaso no hay una diferencia? El devolvia el saludo a los demas. No estaba aclamando a Hitler.

— Si, claro que si — le retruco la Presidenta y, con un gesto, invito a su asesor a salir del salon. Cuando iban por el pasillo, de pronto ella se detuvo y miro a Der Heer.

— ?Que habria pasado si los nazis no hubiesen tenido television en 1936?

— Supongo que hubiese sido la coronacion de Jorge VI, o una de las trasmisiones sobre la Feria de Nueva York, en 1939 si es que alguna era lo suficientemente poderosa como para que la captaran en Vega. Tambien podrian haber recibido programas de los ultimos anos de la decada del cuarenta, o principios de los anos cincuenta… alguna de aquellas genialidades que habia en esa epoca, signos maravillosos de vida inteligente sobre la Tierra.

— Esos malditos programas son nuestros embajadores frente al cosmos… emisarios de la Tierra. — La Presidenta hizo una pausa para saborear su propia frase —. Con respecto a los embajadores, siempre hay que elegir al mejor; sin embargo, hace cuarenta anos que venimos enviando al espacio programas que son practicamente basura. Me gustaria ver como resuelven esto los ejecutivos de las cadenas de television. ?Y que ese loco de Hitler haya sido la primera noticia que tuvieron de los terrestres! ?Que van a pensar de nosotros?

En el momento en que Der Heer y la Presidenta ingresaron en el salon del gabinete, los que estaban de pie, formando pequenos grupos, guardaron silencio, y algunos de los que se hallaban sentados hicieron un esfuerzo por levantarse. Con un gesto mecanico, la Presidenta dejo en evidencia su gusto por la informalidad, y saludo de la misma forma al secretario de Estado y al secretario adjunto de Defensa. Luego examino atentamente a la concurrencia. Algunos le devolvieron la misma mirada expectante; otros, al advertir cierto fastidio en su rostro, esquivaron sus ojos.

— Ken, ?aun no llego su amiga astronoma…? ?Arrowsmith? ?Arrowroot?

— Arroway, senora. El doctor Valerian y ella llegaron anoche. Quiza se hayan demorado por algun problema de trafico.

— La doctora Arroway llamo desde el hotel — informo un joven de impecable atuendo —.

Dijo que estaba recibiendo nuevos datos en su telefax, que queria traer a esta reunion, y pidio que empezaramos sin ella.

Michael Kitz se inclino hacia delante, y hablo con un tono de incredulidad.

— ?Estan transmitiendo informacion nueva sobre este tema por un telefono abierto, sin dispositivos de seguridad, en un hotel de Washington?

Der Heer respondio en un tono tan bajo que obligo a Kitz a inclinarse mas aun.

— Mike, creo que el telefax de la doctora cuenta, por lo menos, con cifrado comercial.

Ademas, no se olvide de que no existen pautas establecidas de seguridad en esta cuestion. Sin duda, la doctora tendra una actitud de colaboracion cuando se fijen dichas normas.

— Esta bien, comencemos — dijo la Presidenta —. Esta es una reunion conjunta informal del Consejo Nacional de Seguridad y el Grupo de Tareas que, por el momento, denominamos de Contingencias Especiales. Quiero dejar sentado que nada de lo que se diga en este salon, absolutamente nada, podra comentarse con persona alguna que no se encuentre aqui, excepcion hecha del secretario de Defensa y el vicepresidente, que han viajado al exterior. El doctor Der Heer les hablo a ustedes sobre este increible programa de television procedente de la estrella Vega. En opinion del doctor Der Heer y de otros — paseo la vista por los asistentes —, es solo una casualidad que el primer programa de television en llegar a Vega haya tenido como protagonista a Adolf Hitler. Pero es… una verguenza. Le he solicitado al director de Inteligencia Central que prepare un analisis sobre las

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