— Demasiada negligencia — intervino Der Heer —. ?No cree que si alguien realmente estuviese planificando una treta…?

— Ken, me llama la atencion que sea tan credulo. Usted me esta demostrando a las claras por que Arroway y los demas pensaron que convenia pedirle consejo a Hadden, y ademas, cerciorarse de que supieramos que ella habia ido a verlo. — Volvio a dirigirse a Ellie —. Doctora, trate de analizar todo desde el punto de vista de un observador neutral…

Kitz no cejo en su cometido sino que siguio reordenando los hechos de diversas maneras, volviendo a describir anos enteros de la vida de Ellie. Si bien ella nunca lo creyo tonto, tampoco se imagino que tuviese tanta inventiva. A lo mejor alguien le habia sugerido ideas, pero la fuerza emocional de la fantasia era solo de el. Hablaba con grandes ademanes y expresiones retoricas. Era evidente que el interrogatorio y esa interpretacion tan particular de los acontecimientos habian despertado una gran pasion de Kitz, que al rato ella creyo comprender. Ninguno de los Cinco habia traido a su regreso nada que tuviera una inmediata aplicacion militar, nada que reportara un beneficio de orden politico, sino apenas una historia por demas desconcertante. Ademas, esa historia tenia otras implicaciones. Kitz estaba a cargo del mas pavoroso arsenal de la Tierra, mientras que los veganos se dedicaban a construir galaxias. El era un descendiente directo de una serie de gobernantes, norteamericanos y sovieticos, que habian ideado la estrategia de la confrontacion nuclear, mientras que los Guardianes eran una amalgama de especies distintas, de mundos separados, que colaboraban en una mision. La mera existencia de los extraterrestres constituia un tacito reproche. Y si pensabamos que el tunel podia activarse desde el otro extremo, quiza no hubiera forma alguna de impedirlo.

Esos seres podian presentarse en la Tierra en cualquier momento. ?Como haria Kitz para defender a los Estados Unidos en tal eventualidad? Un tribunal hostil podria calificar la actuacion que le cupiera a Kitz en la decision de fabricar la Maquina como de negligencia en el cumplimiento de sus deberes. ?Y como podia justificar el ante los extraterrestres su modo de conducir el planeta? Aun si no llegara por el tunel un ejercito de angeles vengadores, si se daba a conocer la noticia del viaje, el mundo cambiaria. Ya estaba cambiando, y tendria que hacerlo todavia mas.

Una vez mas sintio lastima por el. Hacia por lo menos cien generaciones que el mundo estaba gobernado por gente peor que Kitz, pero el tuvo la mala suerte de que le tocara intervenir justo cuando se modificaban las reglas del juego.

— … y si creyeramos su historia al pie de la letra — decia Kitz en ese instante —, ?no cree que los extraterrestres la trataron mal? Se aprovecharon de sus mas caros sentimientos para disfrazarse de su querido padre. No nos dicen que es lo que hacen, les velan los rollos de pelicula, destruyen todas las pruebas, y ni siquiera le permiten dejar alla su estupida hoja de palmera. Cuando ustedes bajan de la Maquina, no falta nada de lo enumerado en el manifiesto de embarque — salvo algunos alimentos —, y tampoco encontramos nada que no figurara en dicho manifiesto, excepto un poco de arena que llevaban en los bolsillos. Y como regresan casi enseguida de haber partido, el observador neutral tiene derecho a suponer que jamas fueron.

«Ahora bien. Si los extraterrestres hubiesen querido dejar en claro que ustedes fueron a alguna parte, los habrian traido de vuelta un dia, o una semana, mas tarde, ?no? Si, durante cierto lapso, no hubiera habido nada dentro de los benzels, tendriamos la certeza de que viajaron a algun sitio. Si hubiesen deseado facilitarles las cosas, no habrian interrumpido la emision del Mensaje, ?verdad? Todo induce a pensar lo contrario, que se han propuesto expresamente obstaculizarles la tarea. Podrian haberles permitido traer algun recuerdo, o las peliculas que filmaron, asi nadie se atreveria a sugerir que se trata de un engano. ?Por que no lo hicieron? ?Por que no corroboran la historia? Ya que ustedes dedicaron largos anos de su vida a encontrarlos, ?por que no demuestran ellos el mas minimo agradecimiento por su labor?

«Ellie, ?como puede estar tan segura de que las cosas sucedieron? Si, como sostiene, no es esto una estratagema, ?no podria ser acaso una ilusion? Supongo que le costara plantearse tal hipotesis puesto que a nadie le gusta creer que esta un poco loco, pero teniendo en cuenta la tension que ha tenido que soportar, no me parece algo tan grave. Y si la unica otra alternativa es la conspiracion delictiva… Le propongo que medite seriamente sobre esta posibilidad.

Ella ya lo habia hecho.

Ese mismo dia volvio a reunirse, a solas, con Kitz, y este le propuso un trato que ella no tenia la menor intencion de aceptar. Sin embargo, Kitz estaba preparado para tal eventualidad.

— Dejemos de lado el hecho de que usted nunca sintio simpatia por mi — manifesto el funcionario —. Pienso que lo que vamos a sugerir es justo.

«Ya hemos anunciado a la prensa que la Maquina no funciono cuando intentamos ponerla en marcha. Naturalmente, estamos tratando de averiguar donde estuvo el fallo, pero como ha habido otros inconvenientes — en Wyoming y Uzbekistan —, nadie pondra en duda esta version. Despues, dentro de unas semanas, informaremos que seguimos sin encontrar el desperfecto pese a nuestro empeno. El proyecto de la Maquina es demasiado costoso y a lo mejor no somos lo suficientemente inteligentes como para llevarlo a cabo. Ademas, todavia hay riesgos, el peligro de que la Maquina llegue a estallar, por ejemplo. Por eso lo mas atinado es suspender el proyecto… al menos por el momento.

«Hadden y sus amigos pondrian el grito en el cielo, pero como el ya no esta con nosotros…

— Se encuentra apenas a trescientos kilometros sobre nuestras cabezas — puntualizo Ellie.

— Ah, ?no se entero? Sol fallecio casi a la misma hora en que se acciono la Maquina.

Fue algo extrano. Perdone; debi haberselo informado, pero me olvide de que usted era…

amiga suya.

No supo si creerle o no. Hadden tenia poco mas de cincuenta anos, y al parecer gozaba de buena salud. Mas tarde volveria a abordar el tema.

— Y en su fantasia, ?que sera de nosotros?

— ?Quien es «nosotros»?

— Los cinco tripulantes de la Maquina que usted sostiene nunca funciono.

— Ah. Los someteremos a otros interrogatorios y luego quedaran en libertad. No creo que ninguno sea tan tonto como para ponerse a divulgar esta disparatada historia, pero para mayor seguridad, hemos confeccionado un legajo con antecedentes psiquiatricos sobre cada uno. Nada demasiado grave… Siempre fueron algo rebeldes; se enfrentaron con el sistema, lo cual no me parece mal. Por el contrario, es bueno que las personas sean independientes, rasgos que nosotros alentamos, maxime en los cientificos. No obstante, la tension de estos ultimos anos ha sido fatigosa, especialmente para los doctores Arroway y Lunacharsky. Primero descubrieron el Mensaje; luego se dedicaron a decodificarlo y a convencer a los gobiernos sobre la necesidad de fabricar la Maquina.

Despues debieron soportar problemas de la construccion, sabotaje industrial, la puesta en marcha que no los llevo a ninguna parte… Fue una experiencia dificil. Mucho trabajo y nada de diversion. Ademas, los cientificos son, de por si, personas nerviosas. Si el fracaso de la operacion les trastorno un poco, todos lo comprenderan, pero nadie les creera la historia; nadie. Si se comportan como es debido, no deben temer que vayan a darse a publicidad esos legajos.

«Quedara en claro que la Maquina todavia esta aqui; para eso, apenas se despejen los caminos, enviaremos a varios fotografos a que le saquen fotos, y poder demostrar que la Maquina no se fue a ninguna parte. ?Y los tripulantes? Es natural que se sientan desilusionados y por consiguiente no deseen hacer declaraciones a la prensa por el momento.

«?No le parece un plan perfecto? — Queria que ella reconociese las bondades del proyecto, pero Ellie nada dijo.

«?No cree que es muy sensato nuestro proceder luego de haber invertido dos billones de dolares en una mierda? Podriamos enviarla a prision perpetua, Arroway, y sin embargo, la dejamos en libertad. Ni siquiera le exigimos el pago de fianza. Estimo que nos estamos portando como caballeros. Es el Espiritu del Milenio. Es el Maquiefecto.

Capitulo veintidos — Gilgamesh

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