comisario no contestaba. Karin Jacobsson, tampoco. El oficial de guardia, nada; lo remitio al jefe de la investigacion, es decir, a Knutas. Mierda. El oficial de guardia solo estaba autorizado a decirle que habia ocurrido algo en una casa en Nar. Pero se negaba a precisar que. La policia estaba ya en el lugar y tenia que poder trabajar con tranquilidad. Johan, impaciente, encendio un cigarrillo, mientras miraba a la calle. Cuanto tardaba Peter…
Un reportero de la redaccion central llegaria a bordo del proximo avion. Los dias siguientes, el cubriria la noticia para los informativos nacionales de la cadena publica de Television Sueca, mientras que Johan seguiria trabajando para la programacion regional. De esa manera, razonaban los jefes, podrian ofrecer distintos puntos de vista sobre las novedades que se produjeran en torno al caso. Los reporteros de los informativos nacionales solo aparecian cuando la noticia era candente. Como ahora, cuando, de manera tan incomprensible como inesperada, se habia producido el tercer asesinato. En condiciones normales, Johan se habria sentido ofendido si a los de noticiarios nacionales no les hubieran parecido bastante buenos sus reportajes para sus programas. Pero en aquellos momentos se alegraba. Si trabajaba para todos los informativos, se quedaba sin tiempo para ver a Emma.
– Ven, Anders, date prisa.
Karin parecia alterada. La siguio hasta el patio. Al lado de unos arbustos, un poco mas alla, vio a Sohlman y Kihlgard inclinados sobre algo. Corrio hacia ellos.
Sohlman recogia un objeto del suelo con unas tenacillas. Era alargado y de plastico. Lo observo de uno y otro lado. El sudor le corria por la espalda.
– ?Que demonios es eso? -gruno Kihlgard.
– Un inhalador para asmaticos.
– ?Tenia asma Gunilla Olsson? -pregunto Knutas.
Sus colegas se encogieron de hombros.
Se apresuro a entrar en la casa de nuevo. Cecilia Angstrom y la policia uniformada estaban a punto de salir.
– ?Sabes si Gunilla padecia asma?
– No, no lo creo -respondio Cecilia Angstrom dubitativa-. No -anadio despues, mas segura-. No podia ser asmatica. Estuvimos en una fiesta hace unas semanas en casa de unos amigos que tenian un perro y un gato. Gunilla no dijo nada acerca de que eso le supusiera ninguna molestia.
– Y tu, ?padeces asma?
– No.
Knutas regreso donde estaban sus colegas, vueltos hacia el en actitud expectante.
– Si -anuncio-. Parece que sabemos algo nuevo acerca de nuestro asesino. Es asmatico.
Johan no sabia mucho de Nar, aparte de que era el lugar de procedencia del grupo musical Ainbusk Singers. Tratando de dar con la casa de Gunilla Olsson, Peter y el acabaron en la carretera que conducia al puerto de Narhamn, constantemente azotado por los vientos. El pequeno pueblo pesquero recordaba Noruega o Islandia. Un muelle que penetraba directamente en el mar. En el, una hilera de barracas con las casetas de los pescadores. Redes de arrastre, cajas de pescado de porexpan blanco y montones de redes. Los barcos que no habian salido a faenar se mecian amarrados al muelle. Divisaron a lo lejos a un par de turistas que pedaleaban con fuerza en sus bicicletas en direccion al faro de Narsholmen. Las olas se sucedian a un ritmo que parecia preestablecido. Johan bajo la ventanilla del coche. El olor a algas le evoco recuerdos. Sintio deseos de ir derecho hasta la punta del muelle y dejar que el viento lo llenara de energia. La idea de Emma le rondaba y hacia presa en su corazon, su cabeza, su sexo y su estomago. Pero ahora era otro tipo de realidad la que requeria su atencion. Peter dio la vuelta.
– Hay que joderse, nos hemos equivocado.
Despues de confundirse un par de veces mas, por fin llegaron a la casa. Si en el puerto el aire era violento, fuera de la casa de la mujer asesinada no se movia ni una hoja. La policia habia acordonado una zona amplia y algunos curiosos, tras interrumpir su celebracion, se concentraban al lado del cordon policial.
Desde el pueblo llegaban las notas suaves de un acordeon. Los festejos del solsticio de verano estaban en su punto culminante, a escasa distancia del lugar del crimen.
Despues de mucho preguntar, Johan averiguo que Knutas habia abandonado la casa hacia solo un cuarto de hora, al igual que Karin Jacobsson.
De los policias de Visby, eran los unicos con quienes tenia buena relacion.
Llamo a Knutas. Le confirmo que una mujer de treinta y cinco anos habia sido asesinada en su casa. La hora exacta a la que se cometio el crimen no se sabia con precision. El policia no quiso revelarle ningun detalle sobre como la habian asesinado.
Knutas sabia que los periodistas se informarian de la identidad de la victima, y pidio a Johan que no la hicieran publica, ni reprodujesen imagenes de ella. La policia aun no habia conseguido ponerse en contacto con los familiares.
Johan tuvo tiempo de hablar con un chaval del monton de gente que se habia reunido fuera del cordon policial antes de la hora de emision.
Se trataba de una chica que vivia alli sola. Tendria unos treinta anos, pudo saber. Se dedicaba a la ceramica.
Faltaban unos minutos para las seis cuando llamo a la redaccion de
Cuando finalizo la conexion, se dijo que debia tratar de buscar material para la siguiente emision. Habian prometido que habria una rueda de prensa en las dependencias de la policia a las 21.00 horas.
Para entonces ya habria llegado el reportero de noticias nacionales y podrian colaborar. Magnifico.
Peter iba dando vueltas y filmando fuera de la zona acordonada. La policia no soltaba prenda. Johan decidio entonces hablar con la gente que se encontraba en el caminito de guijarros que habia fuera de la casa. Algunos habian llegado alli en bicicleta, un par de jovenes en una motocicleta y se veia algun que otro coche aparcado en el camino. La mayoria eran vecinos que habian visto los coches de la policia alrededor de la casa.
Johan se acerco a una mujer de mediana edad, de formas redondeadas, vestida con unos pantalones cortos y una camiseta de tenis. Llevaba un perro y estaba sola, algo apartada del resto de curiosos.
Se presento.
– ?Conocias a la mujer que vivia aqui? -le pregunto.
– No -contesto la mujer-. Personalmente, no. He oido que ha sido asesinada. ?Es verdad? ?Es el mismo tipo que ha asesinado a las otras mujeres? -La mujer siguio hablando sin esperar respuesta-. Esto es de locos, es como en las peliculas. No me puedo creer que sea cierto.
– ?Como se llamaba?
– Gunilla Olsson.
– ?Tenia familia?
– No, vivia sola. Era ceramista. Trabajaba en el taller, ahi al lado.
La senora le mostro una construccion baja con grandes ventanas dentro de la zona acordonada.
– ?Cuantos anos tenia?
– Tenia treinta y cuatro o treinta y cinco.
– ?Vives por aqui cerca?
– Si, vivo mas alla, siguiendo el camino.
– ?Habia buena relacion?
– Bueno, yo conoci a su madre cuando vivia, porque ibamos al mismo grupo de costura, pero con la hija no tenia mucho trato. Nos saludabamos cuando nos veiamos, pero parecia que no queria hablar. Se mantenia bastante alejada. Se mudo aqui hace relativamente poco. Puede hacer como medio ano. Vivio en el extranjero mucho tiempo. Muy lejos, en Hawai. Sus padres vivian en Ljugarn, asi que ella se crio alli. Murieron hace varios anos, en un accidente de coche, cuando Gunilla estaba en el extranjero. Y figurate, ?ni siquiera vino al entierro! Habian perdido el contacto casi del todo, cuando ella se hizo adulta. No queria llevar el apellido de ellos. En cuanto