– La culpa no es solo tuya. Yo me he metido en esto conscientemente. ?Y por que lo he hecho? Pues tiene que ser porque a Olle y a mi no nos queda nada en comun, asi de sencillo. Ya no hay nada entre nosotros. Se ha terminado. En el fondo creo que no tiene nada que ver con que nos hayamos conocido. En cualquier caso, la relacion entre Olle y yo se habria acabado, antes o despues.
Se le saltaron las lagrimas.
Johan la abrazo.
– Tal vez debieramos dejarlo. ?Es eso lo que quieres?
– No, no quiero.
Se quedaron un rato en silencio. Johan le acariciaba el pelo. La abrazaba. Sentia el calor de su cuerpo.
– Tengo que fumar un cigarrillo -dijo Emma levantandose.
Se sento en el sillon que habia junto a la ventana.
– ?Tienes bebida?
– Si; ?que quieres?
– Una coca-cola. ?Hay algo de chocolate?
Johan abrio el minibar y saco dos refrescos y una tableta de chocolate.
– ?Y que sabes del ultimo asesinato? Esto es como una pesadilla. Pronto no me atrevere ni a salir de casa. ?Quien es? ?Lo sabes?
– Una ceramista; se llamaba Gunilla Olsson. Treinta y cinco anos. Por lo visto residio en el extranjero muchos anos. Vivia sola. Era de Ljugarn. ?Sabes quien es?
– No, no lo creo. ?Por que mata precisamente a estas chicas? No parece que haya nada en comun entre ellas. Una estaba casada y tenia hijos, otra vivia con su pareja y la tercera, sola. Una vivia en Estocolmo, otra en Visby y la otra en el campo.
Emma bebio un trago de coca-cola y encendio un cigarrillo.
– Una trabajaba con ordenadores, otra era peluquera y la tercera, segun dices, se dedicaba a la ceramica. Me pregunto si pertenecerian a alguna secta extrana o participarian en algun chat por Internet. A lo mejor llevaban una doble vida. ?No has averiguado nada?
– No -reconocio avergonzado-. No he tenido mucho tiempo para indagar en ello.
Se vio obligado a aceptar que Emma tenia razon. ?Cuanto habia investigado para conseguir nuevos datos? No mucho. Por supuesto, estuvo en contacto con su confidente y con otras personas de la policia, pero el, personalmente, no habia hecho ningun esfuerzo para averiguar la respuesta. No era propio de el. Se debia a Emma, penso.
– Supongo que he pensado demasiado en ti.
– Y yo demasiado en ti -respondio ella-. Pienso en ti en todo momento. Sin interrupcion.
Se acurruco en sus brazos. Juntos formaron un solo cuerpo.
– Te quiero -murmuro Johan con sus labios en el cabello de Emma.
Era la primera vez que amaba a una mujer.
– Sueno contigo -prosiguio-. Quiero vivir a tu lado. Tener una casa aqui en Gotland. Cuidar de tus hijos y de los nuestros. Cultivar nuestras propias patatas. -Se echo a reir y tomo la cabeza de ella entre sus manos-. Imaginate, eso es algo que siempre he deseado. Tener mi propio huerto con patatas y con solo salir arrancar unas patatas para el salmon en verano. Eso haciamos en la casa de veraneo en el campo en mi ninez.
Emma se dio cuenta de que estaba enamorada cuando volvia a casa en el coche. Enamorada hasta las trancas.
Karin Jacobsson tenia razon. El hecho de que se hubiera producido un tercer asesinato, en el curso de unas semanas, asustaba tanto a los habitantes de Gotland como a los turistas. Muchas mujeres ya no se atrevian a salir de casa solas. La temporada alta en Gotland empezaba en serio por aquellas fechas y duraba casi dos meses, hasta la Semana Medieval, que se celebraba en la segunda semana de agosto. A los pocos dias se acababan las vacaciones de verano para los escolares, y los turistas tenian que regresar a la Peninsula.
A finales de agosto la vida solia recobrar la normalidad, sin mas excepcion que algun que otro veraneante rezagado. Ahora estaban a finales de junio, epoca de inicio de la temporada alta. Sin embargo, las cancelaciones empezaban a sucederse en agencias de viajes, hoteles e instalaciones de camping.
La policia de Visby se veia sometida a presiones procedentes de todas partes.
El dia del solsticio de verano, por la manana, Knutas recibio llamadas del jefe superior provincial de la policia, del encargado de la oficina de turismo, del director de industria y comercio, del alcalde y de la gobernadora. Eso, sin mencionar la conversacion con el jefe de la policia nacional. La exigencia comun era clara y sencilla: tenian que detener al asesino.
Los integrantes del grupo de investigacion habian regresado ya a la comisaria de Visby y en aquellos momentos estaban todos en la sala de reuniones de la seccion de lo judicial. Eran las once de la manana.
Knutas habia convocado una reunion. Estaba agradecido a los medios por haber respetado la peticion de no desvelar la identidad de Gunilla Olsson. La policia aun no habia conseguido, casi un dia despues de que se hallara el cuerpo, ponerse en contacto con el hermano.
– Bienvenidos -saludo Knutas-. Me alegra que hayais podido venir todos. La ultima victima es Gunilla Olsson, de treinta y cinco anos de edad, que probablemente fue asesinada el dia 21 por la noche. Trabajaba como ceramista, le iba muy bien, y vivia sola en Nar, en una casa en el campo. No tenia hijos. Vamos a empezar con unas fotografias.
Apagaron las luces y corrieron las cortinas negras de las ventanas, de modo que se quedaron casi a oscuras. Pasaban las fotografias mientras Knutas hablaba. A la mayoria les costaba seguir mirando y apartaban la mirada con nauseas.
– Segun el informe preliminar del forense, ha recibido mayor cantidad de golpes que las anteriores. Las lesiones incluso tienen un caracter distinto de las que presentaban las otras victimas. En este caso, el asesino ha actuado de un modo todavia mas salvaje. Descargo el hacha de forma bestial en todo el cuerpo; aun es pronto para determinar el modelo exacto de hacha que utilizo. No se trata de golpes limpios, algunos fueron muy profundos, y ninguno dirigido a los organos sexuales. Nada apunta a que fuera violada. Lo mismo que a las otras victimas, le metio las bragas en la boca. El arma empleada ha desaparecido, pero hemos encontrado algo en el lugar del crimen que puede pertenecer al asesino.
La foto del inhalador aparecio en la pantalla.
– Esto es un inhalador para asmaticos -aclaro el comisario-. Aparecio en el patio, fuera del taller de ceramica. La victima no padecia asma, ni su amiga tampoco. Por supuesto, puede pertenecer a otra persona, algun vecino o algun conocido. Las indagaciones puerta por puerta en la zona estan en marcha. En el inhalador se han encontrado huellas dactilares, que estamos analizando, para averiguar si coinciden con alguna huella del archivo de delincuentes. De momento, no se ha hallado nada mas digno de mencion en el lugar del crimen. En cuanto al pasado de la victima, nacio en Visby. Hace veinte anos la familia se traslado a Ljugarn. Los ultimos diez anos, Gunilla vivio en Hawai, concretamente en una isla del archipielago que se llama Maui. Volvio a Suecia este ano, en enero, y compro entonces la casa de Nar, es probable que con el dinero que heredo de sus padres a su fallecimiento. Los padres murieron en un accidente de trafico hace seis anos. Quiza lo recordeis, fue un accidente que se produjo a la salida de Larbro, en el que un minibus colisiono con un coche y murieron cinco personas. Fue en invierno y en la carretera habia hielo. Dos de las victimas eran ninos.
Se oyo un murmullo de los policias locales que corroboraban el dato.
– El caso es que los padres de Gunilla Olsson eran los ocupantes del coche. Se apellidaban Brostrom. Cuando cumplio la mayoria de edad, Gunilla adopto el apellido Olsson, que era el de soltera de su abuela. Por lo visto no se llevaba bien con sus padres. ?Alguna pregunta?
– ?Se sabe si fue asesinada en el taller? -pregunto Wittberg.
– Si, todo apunta a que asi fue.
– ?Se ha descubierto algo nuevo acerca de la relacion entre las victimas? -inquirio Norrby.
– ?Hay algo, Kihlgard? -pregunto Knutas, con una mirada desafiante a su colega.
– Humm. El grupo que estuvo en Estocolmo encontro detalles. Las dos habian vivido en Estocolmo. Frida, toda su vida y Helena, desde que tenia veinte anos. Ultimamente, las dos residian en el barrio de Sodermalm, en realidad vivian muy cerca una de la otra. Helena Hillerstrom compartia un apartamento con su novio, Per Bergdal,