Empezaron temprano. Patrik no habia admitido las protestas en contra de la reunion de las siete en punto.
– La verdad, tengo una imagen algo paradojica de quien se encuentra detras de todo esto -dijo despues de haber sintetizado la situacion-. Parece que nos enfrentamos a una persona psicologicamente perturbada que, ademas, es cauta y muy organizada. Se trata de una combinacion peligrosa.
– No sabemos si quien mato a Magnus y quien ha enviado las cartas y ha entrado en casa de Kenneth es la misma persona -objeto Martin.
– No, pero tampoco hay nada que lo desmienta. Propongo que, por ahora, partamos de la base de que todo guarda relacion. -Patrik se paso la mano por la cara. Se habia pasado la mayor parte de la noche dando vueltas en la cama y estaba mas cansado que nunca-. Cuando terminemos aqui llamare a Pedersen, a ver si nos puede dar la causa definitiva de la muerte de Magnus Kjellner.
– Iba a tardar unos dias mas -le recordo Paula.
– Si, pero no nos perjudicara insistir un poco. -Patrik senalo el cuadro de la pared-. Hemos perdido demasiado tiempo. Hace tres meses que desaparecio Magnus y hasta ahora no nos hemos enterado de las amenazas contra estas personas.
Todas las miradas se centraron en las fotografias que formaban una hilera, una junto a otra.
– Tenemos cuatro amigos: Magnus Kjellner, Christian Thydell, Kenneth Bengtsson y Erik Lind. Uno esta muerto, los demas han recibido cartas con amenazas de alguien que, creemos, es una mujer. Por desgracia, ignoramos si Magnus recibio alguna carta. Cia, su mujer, no parece saberlo, desde luego. Asi que, por desgracia, no creo que lo averiguemos nunca.
– Pero ?por que esos cuatro amigos, precisamente? -pregunto Paula mirando las fotos con los ojos entornados.
– Si lo supieramos, tambien sabriamos quien se encuentra detras de esto -respondio Patrik-. Annika, ?has encontrado algo interesante sobre su pasado?
– Pues… no, por ahora no. Ninguna sorpresa sobre Kenneth Bengtsson. Hay bastante acerca de Erik Lind, pero nada relevante para nosotros. La mayoria son sospechas de actividades economicas dudosas y cosas similares.
– Apuesto a que ese tal Erik esta involucrado de alguna manera -dijo Mellberg-. Un tipo escurridizo. Circula mas de un rumor sobre sus negocios. Ademas, es un mujeriego. Esta claro que es a el a quien tenemos que investigar mas de cerca -aseguro dandose con el dedo un golpecito en la nariz.
– Entonces ?por que mataron a Magnus? -pregunto Patrik, que recibio la mirada irritada de Annika.
– No he tenido tiempo de investigar a Christian mas a fondo -anadio Annika imperterrita-. Pero seguire en ello y, naturalmente, si encuentro algo util, lo comunicare enseguida.
– No olvides que el fue el primero en recibir las cartas. -Paula seguia mirando las fotos-. Empezo a recibirlas hace un ano y medio. Y ha recibido mas cartas que ninguno. Al mismo tiempo, resulta extrano que los demas se vean involucrados si solo uno es el objetivo. Tengo la clara sensacion de que hay algo que los vincula.
– Estoy de acuerdo. Y fue Christian el primero en llamar la atencion de esta persona, eso deberia tener algun significado. -Patrik volvio a pasarse la mano por la cara. El ambiente era bochornoso, hacia calor en la habitacion y le brotaba el sudor de la frente. Se volvio hacia Annika-: Concentrate en Christian cuando vuelvas a ello.
– Pues yo sigo pensando que deberiamos concentrarnos en Erik -insistio Mellberg. Miro airadamente a Gosta-: ?Tu que dices, Flygare? Despues de todo, tu y yo somos los que mas experiencia tenemos en esta comisaria. ?No deberiamos dedicarle algo mas de atencion a Erik Lind?
Gosta se retorcio en la silla. A lo largo de toda su carrera como policia, habia conseguido funcionar segun la regla del minimo esfuerzo posible. Pero, tras luchar unos segundos consigo mismo, termino por menear la cabeza:
– Pues no, comprendo a que te refieres, pero creo que coincido con Hedstrom, en estos momentos, me parece que Christian Thydell es mas interesante.
– Bueno, si quereis perder mas tiempo aun, por mi adelante -replico Mellberg poniendose de pie con expresion ofendida-. Yo tengo cosas mejores que hacer que quedarme aqui arrojando margaritas a los cerdos. - Dicho esto, se levanto y abandono la habitacion.
Aquellas «cosas mejores» a las que Mellberg aludia eran, seguramente, echar una siestecita de las largas, pero Patrik no pensaba impedirselo. Cuanto mas apartado se mantuviera de la investigacion, tanto mejor.
– Bien, entonces, centrate en Christian -confirmo Patrik con un gesto de asentimiento hacia Annika-. ?Cuando crees que tendras algo para mi?
– Creo que para manana ya me habre forjado una idea mas clara de sus antecedentes.
– Estupendo. Martin y Gosta, vosotros ireis a casa de Kenneth y tratareis de obtener mas detalles sobre las cartas y sobre el dia de ayer. Quiza tambien deberiamos hablar otra vez con Erik Lind. Yo, entretanto, en cuanto den las ocho llamare a Pedersen. -Patrik echo una ojeada al reloj. Solo eran las siete y media-. Paula, luego habia pensado que tu y yo podriamos ir a casa de Cia.
Paula asintio.
– Avisame cuando estes listo y nos vamos.
– Bien, en ese caso, todos sabemos lo que tenemos que hacer.
Martin levanto la mano.
– ?Si?