seguian alli.

Patrik habia enviado a Gosta y a Martin a Uddevalla para que comprobasen si Kenneth se encontraba lo bastante repuesto como para hablar con el. El equipo de tecnicos de Torbjorn Ruud ya iba en camino y tendrian que dividirse para examinar tanto el lugar donde se habia caido Kenneth como la casa en la que ahora se encontraban. Gosta protesto al saber que debia marcharse de alli, le habria gustado quedarse a hablar con Christian, pero Patrik prefirio que lo hiciera Paula. Pensaba que seria mejor que fuese una mujer quien hablase con Sanna y los ninos. Lo que si hizo fue anotar todos los detalles del hallazgo de la bayeta del sotano. Patrik hubo de admitir que Gosta habia estado muy alerta. Con un poco de suerte, podrian encontrar tanto huellas dactilares como ADN del agresor, que tanta cautela habia mostrado hasta el momento.

Observo al hombre que tenia delante. Christian parecia cansado y viejo. Era como si hubiera envejecido diez anos desde la ultima vez que lo vio. No se habia molestado en anudar bien el cinturon de la bata y tenia un aspecto vulnerable asi, con el pecho descubierto. Patrik se pregunto si, por dignidad, no deberia sugerirle que se cerrara bien el cuello, pero prefirio no hacerlo. La indumentaria era sin duda lo ultimo en lo que pensaba en aquellos momentos.

– Los chicos ya estan mas tranquilos. Mi colega Paula hablara con ellos y con tu mujer, y hara todo lo posible por no asustarlos ni alterarlos mas. ?De acuerdo? -Patrik intentaba captar la mirada de Christian para ver si lo estaba escuchando. En un primer momento, no obtuvo respuesta alguna y penso que debia repetir lo que acababa de decirle. Pero al final, Christian asintio despacio.

– Entre tanto, he pensado que tu y yo podriamos charlar un rato -anadio Patrik-. Se que hasta ahora no te has mostrado muy proclive a hablar con nosotros pero, dadas las circunstancias, creo que no tienes eleccion. Alguien ha entrado en tu casa, en el dormitorio de tus hijos, y ha hecho algo que, si bien no les ha infligido ningun dano fisico, debe de haber sido una experiencia aterradora para ellos. Si tienes alguna idea de quien podria encontrarse detras de todo esto, debes contarnoslo. ?No lo comprendes?

Una vez mas, Christian se tomo su tiempo antes de asentir. Carraspeo como para decir algo, pero continuo en silencio. Patrik prosiguio.

– Ayer mismo supimos que tambien Kenneth y Erik han estado recibiendo cartas amenazadoras de la misma persona que tu. Y esta manana, Kenneth resulto gravemente herido mientras corria. Alguien le habia tendido una trampa.

Christian levanto la vista fugazmente, pero la bajo enseguida otra vez.

– No tenemos datos que acrediten que Magnus tambien las recibiera, pero estamos trabajando sobre esa hipotesis y sobre la de que tambien en su caso se trata de la misma persona. Y tengo la sensacion de que tu sabes mas de lo que nos has contado acerca de todo este asunto. Quiza sea algo que no quieras sacar a la luz, o algo que consideras carente de importancia, pero, en tal caso, deja que lo decidamos nosotros. La mas minima pista puede ser crucial.

Christian describia circulos con el dedo sobre la mesa. Luego miro a Patrik a los ojos. Por un instante, este penso que queria contarle algo. Pero, finalmente, se cerro de nuevo.

– No tengo ni idea. Yo se tanto como vosotros sobre el responsable de todo esto.

– ?Eres consciente de que tanto tu como tu familia correis un grave peligro mientras no atrapemos a ese individuo?

De repente, vio a Christian embargado de una extrana calma. Habia desaparecido la preocupacion. Antes bien, habia adoptado una expresion que Patrik no habria dudado en describir como resuelta.

– Lo comprendo. Y doy por hecho que hareis cuanto este en vuestra mano por averiguar quien es el culpable. Pero, por desgracia, no puedo ayudaros. No se nada.

– No te creo -replico Patrik con franqueza.

Christian se encogio de hombros.

– Pues yo no puedo hacer nada. Tan solo puedo decirte la verdad. Que no se nada. -En ese momento parecio descubrir que estaba practicamente desnudo, porque se cruzo la bata y se ato el cinturon.

Patrik habria querido zarandearlo, tal era la frustracion que sentia. Estaba convencido de que Christian se guardaba algo. Ignoraba que, y tampoco si seria relevante para la investigacion. Pero algo sabia.

– ?Cuando os fuisteis a la cama anoche? -Patrik decidio dejar a un lado el asunto por el momento, ya volveria sobre ello mas adelante. No pensaba permitir que Christian se librase tan facilmente. Habia visto el miedo de los ninos cuando los vio sentados en el bano. La proxima vez quiza no fuese solo pintura. Tenia que conseguir que Christian comprendiera la gravedad del asunto.

– Yo me acoste tarde, pasada la una. Sanna y yo tenemos… ciertos problemas. Necesitaba un poco de aire.

– ?Adonde fuiste?

– No lo se. A ningun sitio en particular. Di una vuelta por la colina, entre otros lugares, y luego pasee un poco por el pueblo.

– ?Solo? ?En plena noche?

– No queria estar en casa. ?Adonde iba a ir?

– De modo que llegaste a casa sobre la una, ?no es asi? ?Estas seguro de la hora?

– Bastante. Mire el reloj cuando me encontraba en la plaza de Ingrid Bergman y entonces era la una menos cuarto. Y desde alli se tardan unos diez o quince minutos en venir aqui paseando. De modo que seria la una, bastante seguro.

– ?Y Sanna estaba dormida?

Christian asintio.

– Si, estaba dormida. Y los ninos tambien. Reinaba el mas absoluto silencio.

– ?Fuiste a ver a los ninos cuando llegaste?

– Siempre lo hago. Nils se habia destapado, como de costumbre, asi que lo tape.

– Y entonces no viste nada inusual o extrano, ?no?

– ?Te refieres a algo como grandes letras rojas en la pared? -La pregunta estaba cargada de sarcasmo y Patrik empezaba a enojarse.

– Te lo repito: ?no viste nada inusual, nada ante lo que reaccionaras al llegar a casa?

– No -respondio Christian-. No vi nada que me llamara la atencion. De ser asi, no me habria ido a la cama a dormir tranquilamente, ?no?

– No, seguramente no. -Patrik volvia a sudar. ?Por que la gente tenia la calefaccion tan alta? Se aflojo un poco el cuello de la camisa. Era como si no le llegara el aire-. ?Cerraste la puerta con llave cuando llegaste?

Christian parecia pensativo.

– No lo se -contesto-. Creo que si, normalmente siempre cierro con llave. Pero… pero la verdad, no lo recuerdo. -No quedaba ni rastro de sarcasmo. En voz muy baja, casi susurrando, dijo-: No recuerdo si cerre con llave.

– ?Y no oisteis nada anoche?

– No, nada. Yo no, desde luego, y creo que Sanna tampoco. Claro que los dos dormimos profundamente. No me desperte hasta que la oi gritar esta manana. Ni siquiera oi a Nils…

Patrik decidio hacer otro intento:

– O sea, que no tienes ninguna teoria sobre por que os estan haciendo esto ni por que llevas un ano y medio recibiendo amenazas, ?no? Ni la mas remota idea, ?verdad?

– ?Joder! ?Es que no me has oido bien?

Fue una reaccion tan inesperada que Patrik salto en la silla. Christian dijo aquellas palabras gritando y Paula pregunto desde arriba:

– ?Todo en orden?

– Todo bien -grito Patrik, confiando en que fuese verdad. Christian parecia a punto de venirse abajo. Tenia la cara encendida y se rascaba sin parar la palma de la mano.

– No se nada -repitio Christian como si luchase para no gritar otra vez. Se rascaba tanto que ya se le veian aranazos en la piel.

Patrik aguardo unos minutos, para que Christian se calmara y recobrara el color normal. Cuando dejo de rascarse, se miro sorprendido las marcas de la mano, como si no comprendiese como se las habia hecho.

– ?Hay algun sitio al que os podais ir un tiempo, hasta que averiguemos mas sobre el asunto? -pregunto

Вы читаете La sombra de la sirena
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату