no tenga nada que ver con esto y estoy convencida de que eso es lo que crees. De lo contrario, ya lo habrias contado, no me cabe duda. Sobre todo, teniendo en cuenta lo que ocurrio ayer con los ninos. Pero ?puedes estar completamente segura de que es asi?

Sanna miraba por la ventana a un punto del infinito, mas alla de los edificios, en direccion a las aguas heladas y a las islas. Guardo silencio unos minutos mientras Erica tambien permanecia callada y la dejaba debatirse consigo misma.

– Encontre un vestido en el desvan. Un vestido azul -confeso Sanna al fin. Luego, empezo a hablarle de como le habia pedido explicaciones a Christian, de su rabia y su inseguridad. Y de lo que el le habia contado por fin. Del horror.

Cuando Sanna hubo concluido, se vino abajo. Se habia quedado exhausta. Erica se habia quedado atonita e intentaba digerir lo que la joven acababa de contarle. Pero le resultaba imposible. Habia cosas que el cerebro humano se negaba a imaginar. Lo unico que hizo fue extender la mano y coger la de Sanna.

Por primera vez en su vida, Erik se sintio dominado por el panico. Christian estaba muerto. Estaba colgado, balanceandose como una marioneta en el trampolin de Badholmen.

Una agente de policia lo habia llamado para avisarle. Le dijo que tuviera cuidado, y que podia ponerse en contacto con ellos cuando quisiera. El le dio las gracias y le dijo que no creia que fuera necesario. Era incapaz de imaginar quien los estaba acosando de aquel modo, pero no pensaba quedarse a esperar su turno. Debia tomar el control y conservar el mando tambien en esta ocasion.

Tenia la camisa empapada de sudor, prueba concluyente de que no estaba tan tranquilo como pretendia. Aun tenia el telefono en la mano y, con dedos torpes y presurosos, marco el numero de Kenneth. Oyo cinco tonos de llamada, hasta que salto el contestador. Colgo indignado y solto el movil en la mesa. Intento actuar de un modo racional y pensar en todo lo que tenia que hacer.

Sono el telefono. Dio un respingo y miro la pantalla. Kenneth.

– ?Si?

– Es que no podia contestar -explico Kenneth-. Tienen que ayudarme a ponerme los auriculares. No puedo coger el telefono -dijo sin el menor indicio de autocompasion.

Erik penso fugazmente que tal vez debiera haberse tomado la molestia de ir a ver a Kenneth al hospital. O al menos, de haberle enviado unas flores. En fin, no podia estar pendiente de todo y alguien tenia que quedarse al frente de la oficina, seguro que Kenneth lo comprendia.

– ?Como te encuentras? -pregunto intentando fingir que de verdad le interesaba.

– Bien -se limito a responder Kenneth. Conocia bien a Erik y, seguramente, sabia que no preguntaba porque le importase de verdad.

– Tengo malas noticias. -Mas valia ir al grano. Kenneth guardo silencio, a la espera de que continuara-. Christian esta muerto. -Erik se aflojo el cuello de la camisa. El sudor seguia aflorando a raudales y tenia empapada la mano con la que sostenia el telefono-. Acabo de enterarme. Me ha llamado la Policia. Ha aparecido colgado del trampolin de Badholmen.

Seguia el silencio.

– ?Eh? ?Has oido lo que te acabo de decir? Christian esta muerto. La agente que ha llamado no ha querido darme mas detalles, pero no hay que ser un genio para comprender que esto es obra del mismo chalado responsable de todo lo demas.

– Si, es ella -respondio Kenneth al fin con una serenidad heladora.

– ?A que te refieres? ?Tu sabes quien es? -Erik empezaba a gritar. ?Acaso Kenneth sabia quien estaba detras de aquello y no le habia dicho nada? Si nadie se le adelantaba, el mismo lo mataria de una paliza.

– Y vendra por nosotros tambien.

Era espeluznante lo impasible que sonaba y a Erik se le erizo el vello de los brazos. Se pregunto si Kenneth no se habria llevado tambien un golpe en la cabeza.

– ?Tendrias la bondad de hacerme participe de lo que sabes?

– Creo que a ti te reservara para el final.

Erik tuvo que contenerse para no estampar el movil en la mesa de pura frustracion.

– Ya, pero ?quien es ella?

– ?De verdad que no lo has entendido todavia? ?Has perjudicado y herido a tantas personas que no eres capaz de distinguirla a ella de la multitud? Para mi ha sido muy sencillo. Es la unica persona a la que le he hecho dano en mi vida. No se si Magnus sabia que iba detras de el, pero si se que sufria. Tu, en cambio, no te has arrepentido nunca, ?verdad, Erik? Tu jamas has sufrido ni has perdido el sueno por lo que hiciste. -Kenneth no estaba enojado ni lo estaba acusando, sino que seguia hablando impasible.

– ?De que punetas hablas? -le espeto Erik mientras pensaba febrilmente. Un recuerdo difuso, una imagen, una cara. Algo empezaba a despertar en su memoria. Algo que habia enterrado en lo mas hondo, como para que nunca mas pudiera aparecer en la superficie de la conciencia.

Apretaba el telefono con todas sus fuerzas. ?Seria…?

Kenneth guardaba silencio y Erik no tuvo que decir que ya lo sabia. Su propio silencio hablaba por el. Apago el telefono sin despedirse, apago el recuerdo a que lo habian obligado.

Despues, abrio el correo y empezo a hacer lo que tenia previsto. Le corria mucha prisa.

Al ver el coche de Erica aparcado delante de la casa de la hermana de Sanna sintio en el estomago una inquietud terrible. Erica tenia cierta tendencia a inmiscuirse en aquello que no le incumbia, y aunque a menudo admiraba a su mujer por su curiosidad y por su capacidad de transformarla en resultados, no le gustaba que se dedicase a algo tan parecido al trabajo policial. En realidad, querria proteger a Erica, a Maja y a los gemelos que estaban en camino de todo el mal que reinaba en el mundo, pero en el caso de su mujer, era mision imposible. Erica acababa siempre metida en el ajo, y Patrik comprendio que, seguramente, eso era lo que habia ocurrido tambien en aquella investigacion, aunque el aun no lo supiera.

– ?No es ese el coche de Erica? -pregunto Gosta laconico cuando aparcaron detras del Volvo color beis.

– Pues si -respondio Patrik. Gosta no hizo mas preguntas y se contento con enarcar una ceja.

No tuvieron que llamar a la puerta. La hermana de Sanna ya les habia abierto y los aguardaba con cara de preocupacion.

– ?Ha ocurrido algo? -pregunto apretando la boca por la tension.

– Queriamos hablar con Sanna -dijo Patrik sin responder a la pregunta. Habria querido tener alli a Paula tambien en esta ocasion, pero habia salido cuando llamo y no quiso retrasar la visita a Sanna.

Su hermana se puso mas nerviosa aun con la respuesta, pero se hizo a un lado y los invito a pasar.

– Esta en la terraza -dijo senalando el lugar.

– Gracias. -Patrik la miro-. ?Podrias ocuparte de que los ninos no anden por aqui cerca?

Trago saliva.

– Si, claro, yo me ocupo de ellos.

Los dos policias se encaminaron a la terraza y Sanna y Erica levantaron la vista cuando los oyeron llegar. Erica se sentia culpable y Patrik le indico con un gesto que ya hablarian despues. Se sento al lado de Sanna.

– Por desgracia, te traigo una mala noticia -comenzo con serenidad-. Han encontrado a Christian muerto esta manana.

Sanna se sobresalto y enseguida se le llenaron los ojos de lagrimas.

– Todavia no sabemos gran cosa, pero estamos haciendo todo lo posible por averiguar que ha sucedido - anadio.

– ?Como…? -Sanna empezo a temblar de pies a cabeza, incontroladamente.

Patrik vacilo un instante, no estaba seguro de como expresar lo que tenia que decir.

– Lo encontraron colgado del trampolin de Badholmen.

– ?Colgado? -Respiraba superficial y entrecortadamente y Patrik le puso la mano en el brazo para tranquilizarla.

– Es todo lo que sabemos, por ahora.

Sanna asintio, tenia la mirada vidriosa. Patrik se volvio hacia Erica y le dijo en voz baja.

– ?Podrias quedarte con los ninos en lugar de su hermana y pedirle que venga mientras tu los cuidas?

Erica se levanto en el acto. Miro fugazmente a Sanna antes de dejar la terraza y, unos segundos despues,

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