– Buen trabajo -dijo mirando a Gosta y a Martin-. Mantendre otra charla con Ragnar Lissander. Debe de haber otra razon para que no mencionase que habian vivido en Fjallbacka. Debia de saber que era cuestion de tiempo que lo averiguaramos.
– Pero eso no respondera a la pregunta de quien es la mujer a la que buscamos. Me inclino a creer que es alguien de la epoca que Christian paso en Gotemburgo, despues de que se mudara de casa y hasta que volvio a Fjallbacka con Sanna. -Martin pensaba en voz alta.
– Me pregunto por que volvio aqui -intervino Annika.
– Tenemos que indagar mas a fondo el periodo que Christian paso en Gotemburgo -asintio Patrik-. Por ahora, solo conocemos a tres mujeres que hayan tenido relacion con el: su madre biologica, Irene y Alice.
– ?Y no podria ser Irene? Ella deberia tener motivos para vengarse de Christian, teniendo en cuenta lo que le hizo a Alice -intervino Martin.
Patrik guardo silencio un instante, pero luego meneo la cabeza despacio.
– Si, yo tambien habia pensado en ella y todavia no podemos descartarla, pero no lo creo. Segun Ragnar, ella nunca supo lo que habia ocurrido. Y aunque lo supiera, ?que motivo tendria para atacar tambien a Magnus y a los demas?
Recordo el encuentro con aquella mujer tan desagradable en la casa de Trollhattan. Y el desprecio que destilaban sus comentarios sobre Christian y su madre. Y, de repente, se le ocurrio una idea. Eso era, si, eso era lo que habia estado rondandole por la cabeza desde la segunda vez que hablaron con Ragnar, eso era lo que no encajaba. Patrik cogio el movil y se apresuro a marcar el numero. Todos lo miraban perplejos, pero el levanto el dedo para indicarles que debian guardar silencio.
– Hola, soy Patrik Hedstrom, queria hablar con Sanna. De acuerdo, lo comprendo, pero ?podrias ir a preguntarle una cosa? Es importante. Preguntale si el vestido azul que encontro en el desvan le habria estado bien a ella.
»Si, ya se que suena extrano, pero seria de gran ayuda si le preguntaras. Gracias.
Patrik aguardo y, al cabo de unos minutos, la hermana de Sanna volvio al auricular.
– Aja… Bien, muchas gracias. Y saludos a Sanna. -Patrik colgo pensativo.
»El vestido azul es de la talla de Sanna.
– ?Y que? -pregunto Martin, expresando lo que pensaban todos.
– Es un tanto extrano, teniendo en cuenta que su madre pesaba ciento cincuenta kilos. Ese vestido debia de pertenecer a otra persona. Christian le mintio a Sanna cuando le dijo que era de su madre.
– ?Podria ser de Alice? -pregunto Paula.
– Si, podria ser, pero no lo creo. En la vida de Christian ha existido otra mujer.
Erica miraba el reloj. Al parecer, a Patrik se le habia presentado un dia complicado. No sabia nada de el desde que salio aquella manana, pero no queria molestarlo llamando por telefono. La muerte de Christian habria provocado un caos en la comisaria, seguramente. Bueno, ya llegaria.
Esperaba que no siguiera enfadado con ella. Nunca lo habia estado de verdad hasta ahora, y lo ultimo que queria era decepcionarlo o entristecerlo.
Erica se paso la mano por la barriga. Parecia crecer sin control y a veces era tal la angustia que sentia ante todo lo que se le venia encima que se le cortaba la respiracion. Al mismo tiempo, se moria de ganas. Eran tantos sentimientos encontrados. Alegria y preocupacion, panico y expectacion, un lio fenomenal.
Y lo mismo debia de sentir Anna. Tenia remordimientos por no haber estado pendiente de como se encontraba su hermana. Estaba tan ocupada consigo misma… Despues de todo lo que habia ocurrido con Lucas, el que fue marido de Anna y padre de sus dos hijos, el embarazo de otro hombre debia de removerle un sinfin de sentimientos. Erica se avergonzaba de lo egoista que habia sido hablando solo de si misma y de sus cosas, de sus miedos. Llamaria a Anna al dia siguiente para proponerle que se tomaran un cafe o que salieran a dar un paseo. Asi tendrian tiempo de hablar tranquilamente.
Maja se acerco y se le subio a las piernas. Parecia cansada, a pesar de que no eran mas que las seis y hasta las ocho no era hora de acostarse.
– ?Y papa? -pregunto Maja pegando la mejilla a la barriga de Erica.
– Si, papa no tardara en llegar -dijo Erica-. Pero tu y yo tenemos hambre, asi que vamos a prepararnos algo de cenar. ?O a ti que te parece, carino? ?Vamos a cenar las chicas solas?
Maja asintio.
– ?Salchicha y macarrones? ?Con montones de ketchup?
Maja asintio de nuevo. Desde luego, mama sabia preparar una cena solo para chicas.
– ?Como debemos proceder? -dijo Patrik acercando su silla a la de Annika.
Fuera la noche estaba como boca de lobo y todos deberian haberse ido a casa hacia mucho, pero nadie hizo amago siquiera de dirigirse a la puerta. Salvo Mellberg, que se habia marchado silbando hacia un cuarto de hora.
– Empezaremos por los registros libres. Pero dudo de que encontremos nada. Ya los revise cuando estuve indagando sobre el pasado de Christian y me extranaria mucho que se me hubiera pasado nada por alto. -Annika parecia estar disculpandose y Patrik le puso la mano en el hombro.
– Ya se que eres la minuciosidad en persona, pero a veces se nos pasan las cosas. Si los miramos juntos, puede que veamos algo que nos haya pasado inadvertido antes. Creo que Christian debio de vivir con una mujer mientras estuvo en Gotemburgo o, al menos, tuvo una relacion con ella. Y quiza podamos dar con algun dato que nos ponga sobre su pista.
– Si, claro, la esperanza es lo ultimo que se pierde -dijo Annika girando la pantalla para que Patrik tambien la viera-. Ningun matrimonio anterior, ?lo ves?
– ?Hijos?
Annika tecleo rapidamente y senalo la pantalla.
– No, no figura como padre de mas ninos que Melker y Nils.
– Joder. -Patrik se paso la mano por el pelo-. Bueno, puede que esto sea un absurdo. No se por que creo que se nos ha escapado algo. Pero seguramente las respuestas no estan en estos registros.
Se levanto y se dirigio a su despacho, donde se quedo un buen rato absorto mirando la pared. El telefono vino a sacarlo bruscamente de sus cavilaciones.
– Aqui Patrik Hedstrom. -Respondio sin entusiasmo alguno, pero cuando el hombre cuya voz resono en el auricular se presento y le explico el motivo de su llamada, se irguio enseguida en la silla. Veinte minutos mas tarde salia corriendo hacia la recepcion y le gritaba a Annika:
– ?Maria Sjostrom!
– ?Maria Sjostrom?
– Christian tuvo una pareja en Gotemburgo. Maria Sjostrom.
– ?Y como sabes…? -pregunto Annika, pero Patrik no le hizo el menor caso.
– Y hay un nino, Emil Sjostrom. O lo habia, mejor dicho.
– ?Que quieres decir?
– Estan muertos. Tanto Maria como Emil. Y hay una investigacion de asesinato que se inicio y esta estancada.
– Pero ?que pasa? -Martin aparecio apresuradamente al oir a Patrik, que lo llamo a gritos desde el puesto de Annika. Tambien Gosta aparecio a una velocidad nunca vista. Todos se agolparon en la entrada de la recepcion.
– Acabo de hablar con un hombre llamado Sture Bogh. Es comisario jubilado de Gotemburgo. -Patrik hizo una pausa artistica antes de proseguir-. Habia leido las noticias sobre Christian y las amenazas y reconocio el nombre de uno de los casos que el llevaba. Y cree que posee informacion que podria sernos de utilidad.
Patrik dio cuenta de la conversacion con el viejo comisario. Habian transcurrido muchos anos, pero Sture Bogh no habia podido olvidar la tragedia y puso a su disposicion todos los datos relevantes de la investigacion.
Aquello causo impacto. Todos estaban boquiabiertos.
– ?Pueden enviarnos el material? -pregunto Martin ansioso.
– Bueno, ha pasado mucho tiempo. Yo creo que no sera facil -respondio Patrik.
– No perdemos nada por intentarlo -dijo Annika-. Aqui tengo el numero de Gotemburgo.