Stromstad, 1923

Resulto un otono extrano. Jamas se habia sentido tan exhausto, pero tampoco tan lleno de energia. Era como si ella le infundiese animos, y Anders se preguntaba en ocasiones como habia logrado que su cuerpo funcionase antes de que ella apareciese en su vida.

A partir de aquella primera noche en la que Agnes se armo de valor para presentarse ante su ventana, su existencia cambio por completo. El sol empezaba a brillar cuando ella llegaba y se apagaba cuando se separaban. El primer mes solo intentaron timidos acercamientos. Ella era tan recatada, tan retraida, que aun lo llenaba de asombro que se hubiese atrevido a dar el primer paso. Aquella audacia era tan ajena a su personalidad que le enternecia pensar que Agnes se hubiese apartado hasta tal punto de sus principios solo por el.

Al principio tuvo sus dudas, lo admitia. Avistaba los problemas en el horizonte y solo pudo ver lo imposible de toda aquella historia, pero era tan fuerte su sentimiento que, sin saber como, habia logrado convencerse a si mismo de que al final todo se arreglaria. Y ella se mostraba tan llena de confianza… Cuando apoyaba la cabeza en su hombro y posaba su fragil mano en la de el, se sentia capaz de mover montanas por ella.

No tenian muchas oportunidades de verse. El no llegaba a casa de la cantera hasta muy tarde y debia levantarse muy temprano por la manana para volver al trabajo, pero ella siempre encontraba una solucion, y el la adoraba por ello. Daban largos y numerosos paseos por las afueras del pueblo, al abrigo de la oscuridad y, pese al crudo frio otonal, siempre encontraban algun lugar seco en el que sentarse a besarse. Cuando por fin sus manos se atrevieron a buscar bajo la ropa, ya estaba mediado noviembre y el sabia que habian llegado a una encrucijada.

Saco a relucir el tema del futuro con cautela. No queria que ella cayese en desgracia, la amaba demasiado; pero al mismo tiempo era como si todo su cuerpo le gritase que eligiese el camino que condujera a la union de ambos. Pero ella interrumpia con un beso sus intentos de hablar de aquella angustia.

– No hablemos de eso -le dijo besandolo otra vez-. Manana por la noche, cuando vaya a verte, no salgas: dejame entrar.

– Pero… ?y si la viuda…? -le advirtio el antes de que ella volviese a interrumpirlo con otro beso.

– Shhh. Vamos a guardar silencio -recomendo-, como dos ratones.

Le acaricio la mejilla, antes de proseguir-: Dos ratoncitos callados que se aman.

– Pero imaginate que… -insistia el inquieto y exaltado a un tiempo.

– No imagines tanto -le replico ella sonriente-. Vivamos el momento. Quien sabe, manana podriamos estar muertos.

– ?Uf, no digas eso! -contesto Anders abrazandola con todas sus fuerzas.

Y Agnes tenia razon.

El pensaba demasiado.

* * *

– Bueno, mejor sera acabar con esto de una vez -aseguro Patrik con un suspiro.

– No comprendo de que iba a servir -mascullo Ernst-. Lilian y Kaj llevan enfrentados desde siempre, pero me cuesta creer que ese hombre matase a una nina por ese motivo.

Patrik se sorprendio.

– Oye, parece que los conoces, ?no? Y la misma impresion tuve antes, cuando vimos a Lilian.

– Solo conozco a Kaj -explico Ernst de mala gana-. Un grupo de muchachos nos reunimos para jugar a las cartas de vez en cuando.

Un ceno de preocupacion se formo en la frente de Patrik.

– ?Algo que deba inquietarme? Si he de ser sincero, no estoy seguro de que debas participar en la investigacion, dadas las circunstancias.

– ?Tonterias! -respondio Ernst con acritud-. Si no pudieramos trabajar en un caso por cuestiones de parcialidad, seria imposible investigar un pimiento en este pueblo. Todo el mundo se conoce, lo sabes tan bien como yo. Y que sepas que se distinguir entre el trabajo y la vida privada.

Patrik no se quedo tranquilo con la respuesta, pero sabia que Ernst tenia razon en parte. La comarca no era tan extensa y todos se conocian de un modo u otro, asi que por eso no se podia retirar a nadie de una investigacion. En ese caso, tendria que tratarse de una relacion de parentesco cercano o algo similar. Una pena, desde luego. Por un instante vio el cielo abierto y la oportunidad de librarse de Lundgren.

De modo que ambos se dirigieron a la casa vecina. La cortina de la ventana que habia junto a la puerta aleteo antes de caer con tal rapidez que no tuvieron tiempo de ver quien se escondia detras.

Patrik examino la casa, la fanfarronada, como la llamaba Lilian. La veia a diario cuando iba y venia del trabajo, pero jamas se habia fijado. Y estaba de acuerdo en que no era muy bonita. Era una creacion moderna, con mucho vidrio y angulos extranos. Se notaba que el arquitecto habia tenido carta blanca y Patrik no pudo por menos de admitir que Lilian tenia su parte de razon. Era una casa construida para exhibirla en las revistas de decoracion, pero en la rustica aldea encajaba tan bien como un adolescente en una fiesta de un hogar del jubilados. Aunque, ?quien dijo que el dinero y el buen gusto iban de la mano? Ademas, el arquitecto municipal debia de estar ciego el dia que concedio la licencia de obras. Patrik se volvio a Ernst:

– ?A que se dedica Kaj? Quiero decir, como esta en casa un dia laborable… Lilian comento algo de director ejecutivo, ?no?

– Vendio la empresa y se jubilo anticipadamente -respondio Ernst, aun con ese tono defensivo de aquel que piensa que se ha puesto en duda su profesionalidad-, pero entrena al equipo de futbol desinteresadamente. Y es muy bueno, la verdad. Lo habrian contratado como profesional en sus anos mozos, pero tuvo una especie de accidente que se lo impidio. Y te repito que esto es una perdida de tiempo. Kaj Wiberg es un tipo bueno de verdad y todo el que diga lo contrario miente. Esto es ridiculo.

Patrik desoyo el comentario y siguio subiendo la escalinata. Llamaron al timbre y aguardaron.

Pronto oyeron pasos y les abrio un hombre que Patrik supuso debia de ser Kaj. El hombre sonrio abiertamente al ver a Ernst.

– ?Eh, Lundgren! ?Que tal? ?Hoy no hay partida, no?

Su amplia sonrisa se apago en cuanto vio que ninguno de ellos la correspondia. Kaj levanto hastiado la vista al cielo.

– ?Que se ha inventado ahora esa mujer? -pregunto antes de acompanarlos a la gran sala de estar.

Al llegar se dejo caer en un sillon e invito a los dos policias a acomodarse en el sofa.

– En fin, no es que no lamente lo que les ha ocurrido, es una verdadera tragedia, pero que tenga estomago para seguir dandonos guerra incluso en esas circunstancias… Creo que dice bastante sobre el tipo de persona con la que tenemos que vernoslas.

Patrik no hizo caso del comentario y se dedico a estudiar al hombre que tenia ante si. Era de estatura media, delgado, con cara de galgo y el cabello encanecido en un corte bastante insulso.

En realidad, todo el era bastante insulso, uno de esos hombres a los que un testigo no podria describir de ninguna manera si se le ocurriese, por ejemplo, atracar un banco.

– Estamos preguntandoles a los vecinos, por si vieron algo. Esto no tiene nada que ver con sus disputas.

Patrik habia decidido, antes de llamar, que no diria que Lilian lo habia mencionado.

– Ah, bueno -respondio Kaj casi decepcionado, claro indicio de que las desavenencias con la vecina eran un elemento constante y anorado de su vida cotidiana-. ?Y por que? Cierto que es una tragedia que la nina se haya ahogado, pero no creo que la policia deba dedicarle tantas horas al asunto. No parece que tengan mucho que hacer -comento con una risotada.

La corrigio enseguida al ver que Patrik no hallaba la situacion nada comica. Entonces, poco a poco, empezo a ver la verdad.

– ?Es que no es asi? La gente dice que la nina se ahogo, pero ya sabemos lo que le gusta hablar a la gente. El que la policia vaya preguntando de casa en casa solo puede significar que no fue eso lo que ocurrio. ?Tengo razon, si o si? -pregunto excitado ante el descubrimiento.

Patrik lo miraba displicente. ?Que habia de malo en la gente? ?Y como alguien podia considerar la muerte de una nina algo emocionante? ?No quedaba ya nada de sentido comun en las personas? Cuando le respondio a Kaj, se obligo a mantener un semblante neutral.

– Si, asi es, en parte. No puedo entrar en detalles, pero resulta que Sara Klinga fue asesinada; de ahi que sea

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