la menor sospecha de haber sido descubierto o si, simplemente, sabia fingir muy bien. En fin, no tardarian en comprobarlo.

– Tenemos una orden de registro. Y, ademas, tendra que acompanarnos a comisaria para que lo interroguemos.

Patrik adopto el tono mas formal de que fue capaz, sin revelar ninguno de sus sentimientos.

– ?Una orden de registro? ?Pero que demonios! ?Otra vez cosa de esa vieja bruja? Se va a enterar…

Kaj dio un paso hacia la escalinata, dispuesto a ir a casa de los Florin. Patrik alzo la mano para disuadirlo y Martin se coloco ante el vano de la puerta, bloqueandole la salida.

– Esto no tiene nada que ver con Lilian Florin. Disponemos de cierta informacion que lo relaciona con la pornografia infantil.

Kaj quedo petrificado. Patrik comprendio que antes no habia fingido, sino que, verdaderamente, no se habia imaginado esa posibilidad. Kaj balbuceo una respuesta en un intento de recobrar la serenidad.

– Pero, pero que…, ?que dice, hombre?

Su protesta sono vana y la sorpresa lo dejo fuera de juego.

– Lo dicho, tenemos una orden de registro y si es tan amable de acompanarnos a uno de los coches, pensamos continuar esta conversacion en comisaria, tranquilamente.

El asco que sentia obligaba a Patrik a tragar saliva sin cesar. En realidad, tenia ganas de abalanzarse sobre Kaj y zarandearlo preguntandole como, por que, que era lo que tanto lo atraia de los ninos que no encontrase en una relacion con un adulto. Pero ya llegaria el momento de hacerle esas preguntas. Ahora lo mas importante era encontrar pruebas.

Kaj parecia paralizado por completo y, sin responder y sin coger ningun chaqueton, bajo la escalinata y se sento docilmente en el asiento trasero de uno de los coches.

Patrik se dirigio a los colegas de Uddevalla.

– Nos lo llevamos para empezar a interrogarlo. Haced lo que tengais que hacer y llamad si encontrais algo que pueda sernos util. Ya se que no es necesario que os lo recuerde, pero llevaos todos los ordenadores y no olvideis que la orden incluye tambien la caseta del jardin. Se que alli hay un aparato como minimo.

Los colegas asintieron y entraron en la casa con gesto resuelto.

Lilian paso despacio y encantada junto a los coches de policia cuando iba camino de su casa. Era como si sus suenos se hubiesen hecho realidad. Un monton de policias y de coches policiales ante la casa del vecino y, para colmo, se llevaban a Kaj, alicaido y mustio, en uno de ellos. Una sensacion de profundo gozo la invadio al verlo. Despues de tantos anos de problemas con ese hombre y con su familia, por fin le habia llegado la hora. Ella, por su parte, siempre se habia conducido de un modo absolutamente correcto. ?Como podia evitar su deseo de que las cosas se hiciesen como debian hacerse? ?Como podia evitar que el hubiese hecho cosas que se apartaban de las normas de buena conducta vecinal y que, ademas, le tocaba sufrir a ella? Y encima la gente se atrevia a decir que a Lilian le gustaban las disputas. Porque desde luego habia oido lo que decian de ella en el pueblo. Pero rechazaba toda responsabilidad en los enfrentamientos pasados. Si el no se hubiese dedicado a molestarlos y a inventar historias, Lilian no habria tomado medidas. En condiciones normales, no habia nadie de trato mas dulce y afable que ella. Y, desde luego, no tenia el menor cargo de conciencia por haber hecho que la policia se fijase en ese hijo tan raro que tenian. Ya se sabia, la gente que no esta bien de la cabeza termina causando problemas tarde o temprano y, si era cierto que ella habia exagerado un poco ante la policia al hablarle del espionaje de Morgan, lo hizo solo por evitar problemas futuros. A la gente asi podia ocurrirsele cualquier cosa si se la dejaba campar por sus fueros y tenia un apetito sexual exacerbado, eso lo sabia todo el mundo.

Pero ahora todos verian la verdad; no era a la puerta de su casa adonde acudia un batallon de policias. Se detuvo ante su entrada y observo el espectaculo de brazos cruzados y con una sonrisa satisfecha en los labios.

Cuando el coche policial partio con Kaj, entro por fin, aunque le habria gustado quedarse. Penso por un instante en ir a preguntar que habia ocurrido, como cualquier ciudadana preocupada, pero la policia ya habia entrado en la casa y no queria mostrar mas interes del normal llamando a la puerta.

Mientras se quitaba los zapatos y colgaba el chaqueton, se pregunto si Monica sabia lo que estaba pasando. Tal vez deberia llamar a la biblioteca, como la buena vecina que era, para informarla. Pero la voz de Stig llamandola desde el piso de arriba interrumpio sus pensamientos antes de haberse decidido a hacerlo.

– ?Eres tu, Lilian?

Ella subio la escalera. La voz de Stig sonaba especialmente debil.

– Si, querido, soy yo.

– ?Donde has estado?

Stig la miro indefenso cuando entro en la habitacion. ?Que aspecto tan debil y lastimoso ofrecia! Una oleada de inmensa ternura invadio a Lilian al constatar hasta que punto dependia de sus cuidados. Era muy reconfortante sentirse tan necesitada. Igual que cuando Charlotte era pequena. ?Que sensacion de poder suponia la responsabilidad de una criatura tan desvalida! En realidad fue la epoca que mas le gusto. A medida que Charlotte iba creciendo, se le fue escapando de las manos. Si hubiera podido, habria congelado el tiempo para que no creciera. Pero cuanto mas se esforzaba por atarla, mas se apartaba Charlotte; y, en cambio, fue su padre quien, sin merecerlo, se gano todo el carino y el respeto del que ella se consideraba merecedora, puesto que era la madre. Y un padre debia tener menos valor que una madre. Despues de todo, fue ella quien la trajo al mundo y, durante los primeros anos, quien satisfizo todas sus necesidades. Luego Lennart se hizo con el control. Recogio el fruto de todo el trabajo que ella se habia tomado. Se convirtio en el favorito de Charlotte y, cuando ella se independizo, el empezo a hablarle de separarse, como si solo la nina hubiese contado a lo largo de todos aquellos anos. La indignacion empezo a dominarla y tuvo que hacer un esfuerzo para sonreirle a Stig. El, al menos, si la necesitaba. Y tambien Niclas, en cierta medida, aunque ni el mismo lo comprendiese. Charlotte no tenia ni idea de lo privilegiado de su situacion. Se pasaba los dias quejandose de lo poco que el le ayudaba, de que escurria el bulto con el tema de los ninos. Una ingrata, eso era su hija. Pero Lilian empezaba a sentirse muy decepcionada con Niclas. Quien lo habria dicho, llegar a casa, hablarle de aquel modo y decirle que pensaba mudarse. Claro que ella sabia de donde le venian aquellas ideas, aunque jamas penso que resultase tan facil de convencer.

– ?Vaya, pareces enojada! -exclamo Stig tendiendole la mano.

Ella fingio no ver su gesto y se puso a alisar con esmero la colcha de la cama.

Stig siempre se ponia de parte de Charlotte, de modo que no podia confiarle lo que acababa de pensar. En cambio, le dijo:

– Menudo jaleo hay en casa del vecino. Montones de policias y de coches. La verdad, no me gusta lo mas minimo vivir tan cerca de esa clase de gente.

Stig se incorporo con rapidez. El esfuerzo le pinto una mueca de dolor en la cara y lo obligo a llevarse las manos al estomago. Pero su rostro reflejaba esperanza:

– Debe de ser algo relacionado con Sara. ?Crees que habran averiguado mas?

Lilian asintio vehemente.

– Pues si, a mi no me sorprenderia. ?A que, si no, tal despliegue de medios?

– Seria una bendicion para Charlotte y Niclas si le vieramos el fin a esto.

– Si, y ya sabes como he sufrido yo todo el asunto, Stig. Asi que quiza mi alma encuentre algo de sosiego.

Ahora si permitio que Stig le diese unas palmaditas de consuelo en la mano y, con su habitual ternura, le dijo:

– Desde luego, querida. Tu, con ese corazon que tienes… Para ti ha debido de ser horrible -dijo besandole la palma de la mano.

Ella lo dejo hacer un instante, pero enseguida aparto la mano, antes de anadir un tanto tensa:

– Vaya, que bien que alguien se preocupe por mi para variar. Esperemos que sea asi y que hayan ido a buscar a Kaj por algo relacionado con Sara.

– ?Que iba a ser si no? -pregunto Stig desconcertado.

– Pues, no se. En realidad, no habia pensado en nada concreto, pero nadie como yo sabe de lo que ese hombre es capaz…

– ?Cuando sera el entierro? -la interrumpio Stig.

Lilian se levanto de la cama.

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