– ?Haga el favor de repetir la pregunta!
– ?Es usted Janek Mattias Mitter? -preciso Ferrati.
– Si -contesto Mitter.
Algo que podia ser unas risitas se oyo por las gradas y Havel golpeo la mesa con su gran mazo.
Ya estaba irritado. No empezaban bien las cosas. Ruger se sono la nariz y contemplo su boligrafo.
– ?Quiere usted decirnos cuando conocio a Eva Ringmar?
– Fue… en septiembre de 1990. Cuando empezo el trimestre.
– ?Cual fue su primera impresion de ella?
– Ninguna.
– ?Ninguna? ?No le parecio una mujer hermosa?
– Bueno, tal vez si.
– Pero ?no se acuerda muy bien?
– No.
– ?Cuando empezo su relacion?
– En abril.
– ?De que ano?
– De este ano.
– ?Puede usted contar como fue?
– Habiamos ido los dos a un viaje de estudios un fin de semana y habiamos hablado bastante. Yo la invite a ir al cine y luego tomamos una copa.
– ?Y asi empezaron su relacion?
– Si.
– ?Eran los dos… libres?
– Si.
– ?Puedo preguntarle por que empezaron su relacion?
– Me parece que es una pregunta bastante estupida.
– Bueno. La retiro. ?Cuando decidieron casarse?
– En junio. Empezamos a vivir juntos a principios de julio y nos casamos el dia 10.
– ?Poco antes de ir a Grecia?
– Si.
– ?Una especie de viaje de novios, pues?
– Si usted quiere.
– ?Por que se casaron? Espero que no encuentre tambien idiota esta pregunta porque me gustaria tener la respuesta.
Mitter hizo una pequena pausa. Aparto por un momento la mirada de Ferrati y la dirigio al jurado.
– Yo me declare y ella dijo si.
– ?Puede usted desarrollarlo un poco?
– No.
Se oyo un debil murmullo desde las gradas, pero Havel no tuvo que intervenir.
– Los dos han estado casados con anterioridad -continuo el fiscal-. Se conocen y empiezan una relacion. A los tres meses se casan. ?No le parece que resulta un poco… precipitado?
– No.
– ?No tenian prisa por alguna razon especial?
– No.
– ?No estaba embarazada?
– ?Es eso una razon en estos tiempos?
– ?Le ruego que conteste a mi pregunta!
– No, Eva no estaba embarazada.
– Gracias.
Hubo una pequena pausa mientras Ferrati volvia a su mesa y consultaba unas notas.
– Senor Mitter, ?como describiria usted su relacion y su matrimonio con Eva Ringmar?
– ?Que es lo que quiere saber?
– ?Eran ustedes felices? ?Se arrepintieron?
– No, yo no me arrepenti, y Eva tampoco. Estabamos bien juntos.
– ?Eran felices?
– Si.
– ?Amaba usted a su esposa?
– Si.
– ?Ella le amaba?
– Si.
– Tengo aqui un dato del 22 de septiembre, es pues de quince dias antes del asesinato. Estaban ustedes juntos en el restaurante Mefisto. Despues de comer tuvieron ustedes una bronca muy fuerte y su esposa se fue del local…, mas tarde presentaremos testigos que lo confirmaran. ?Es cierto el dato, senor Mitter?
– Si.
– ?Por que rineron?
– No quiero contestar a eso.
– Esta usted acusado de asesinato, senor Mitter. Yo quiero saber por que rineron.
– Nada que tenga la menor importancia aqui.
– ?No deberia usted dejar que eso lo decida el jurado?
Mitter no contesto. Ferrati dejo pasar unos segundos antes de seguir.
– Ruego que conste en acta que el acusado se niega a responder a la pregunta referida a la causa de la rina del restaurante Mefisto el 22 de septiembre… Usted se quedo solo, senor Mitter, despues de que su esposa se marchara… ?Puedo preguntarle cuanto rato?
– No se… un par de horas.
– Hay un testimonio de un vecino suyo -volvio a consultar sus notas-, un tal Kurczak, que dice que se desperto a causa de un ruidoso escandalo en su piso esa misma noche, a las dos y media de la madrugada. ?Seria a esa hora cuando volvio usted a casa?
– Es posible.
– ?Y por que ese escandalo?
– No me acuerdo… estaba un poco bebido.
– ?No se acuerda?
– No.
– ?No sabe por que renian?
– No.
– Pero si sabe la causa de la bronca en el restaurante.
– Si.
– ?Reconoce usted, sin embargo, que rino con su esposa cuando volvio a casa esa noche?
– Si.
– ?Le pego?
– No.
– ?Esta usted seguro o no se acuerda?
– Seguro.
– A su vecino le parecio oir ruidos de golpes.
– ?Si?
– ?Amenazo usted a su esposa?
– No.
– ?Seguro?
– Si.
– Kurczak dice que le oyo a usted gritar… cito: «Si no me lo dices no respondo de lo que pueda pasar». ?Que