– Aproximadamente.
– ?Cuanto bebieron?
– No se. Una botella, tal vez…
– ?Cada uno?
– No, entre los dos.
– ?No mas?
– Bueno, tal vez…
– ?Y luego? Haga el favor de seguir.
– Entramos, acabamos de preparar la cena… y luego nos duchamos.
– ?Cada uno por su lado o…?
– No, juntos.
– ?Siga!
– Vimos la television un rato…
– ?Que programa?
– Las noticias y una pelicula…
– ?Que pelicula era?
– No me acuerdo. Francesa, de los anos sesenta, me parece… la apagamos.
– ?Y luego?
– … Fuimos a la cocina y empezamos a cenar…
– ?Que hora era?
– No se. Supongo que las ocho y media… las nueve…
– ?Por que lo supone?
– La policia me ha mostrado el programa de television de esa noche. La pelicula francesa empezaba a las ocho.
– Pero ?usted no se acuerda?
– No.
– Gracias. Aceptemos que asi sea. Usted esta cenando con su esposa en torno a las nueve…, ?que paso luego?
– No se.
– ?No sabe?
– No… no tengo ningun recuerdo de lo que pasa despues.
– ?No recuerda usted nada mas de esa noche?
– No.
– Pero usted ha declarado a la policia que tambien hizo el amor con su esposa…
– Si…
– ?Es un dato cierto?
– Si…, pero coincide en el tiempo.
– ?Que quiere usted decir?
– Fue al mismo tiempo que cenabamos.
– ?Hicieron el amor mientras cenaban?
Alguien suspiro por el graderio. Ferrati volvio la cabeza.
– Si… mas o menos al mismo tiempo.
Se oyeron mas murmullos y Havel agarro el mazo. Esta vez no tuvo siquiera que levantarlo. Evidentemente tenia controlada la situacion.
– ?Que mas recuerda usted de aquella noche, senor Mitter? -continuo Ferrati.
– Ya he dicho que nada.
– ?Nada?
– Nada.
– ?No recuerda que se desnudo y se fue a la cama… ni que su esposa tomo un bano?
– No… ?quiere hacer el favor de dejar de hacer la misma pregunta todo el tiempo?
– Tranquilo, senor Mitter…, tenga en cuenta que esta acusado de asesinato. Creo que va tambien en su propio interes que seamos un poco minuciosos. Solo una cosa mas antes de pasar a la manana siguiente… ?cuanto bebieron ustedes durante el curso de la noche?
– No se. Seis o siete botellas, quizas… entre los dos.
– ?Vino?
– Si.
– Pero no habian tenido tiempo de beber siete botellas de vino cuando ustedes tuvieron… hicieron… su cena de amor.
Se oyeron risitas otra vez y Ruger protesto.
– ?Se rechaza la protesta! -anuncio Havel-. ?Conteste la pregunta!
– No… no lo creo.
– Asi pues, puedo sacar la conclusion de que usted no fue a acostarse a las nueve de la noche.
– Si, supongo que si…
– En todo caso debia de estar usted bastante borracho, ?no le parece, senor Mitter?
– Si…
– ?No le oigo! -interrumpio Havel.
– ?Si, estaba borracho!
– ?Estaba tambien borracho cuando le dio a su ex esposa dos bofetadas?
– ?Por que pregunta eso?
– ?De verdad que no lo entiende? -sonrio Ferrati.
– ?Protesto! -grito Ruger, pero fue en vano.
– Si, estaba borracho tambien entonces -reconocio Mitter-. Es de esperar que no sea un delito estar borracho.
– En absoluto -contesto Ferrati amablemente-. Y su esposa, me refiero a Eva Ringmar, ?estaba tambien borracha?
– Si.
– ?Era frecuente que bebieran ustedes esas cantidades, senor Mitter? Su esposa tenia una concentracion de alcohol en la sangre de tres por mil.
– A veces.
– ?Es cierto que su esposa tenia problemas con la bebida?
– ?Protesto! -volvio a gritar Ruger.
– ?Formule la pregunta de otra manera! -dijo Havel.
– ?Ha estado su esposa internada por problemas alcoholicos? -matizo Ferrati.
– Si. Eso fue hace seis anos… ingreso a peticion propia. Fue en relacion con una serie de hechos bastante tragicos… me parece que…
– Gracias, ya basta. Eso lo sabemos. ?Cual es el recuerdo siguiente?
– ?Que?
– ?Que recuerda usted despues del guiso y del coito?
– Que me desperte.
– ?A que hora?
– A las ocho y veinte… de la manana.
– Diga lo que hizo.
– Me levante… y encontre a Eva en el cuarto de bano.
– ?Que pasaba con la puerta… con la puerta del bano?
– Estaba cerrada. La abri con un destornillador.
– ?Fue dificil de abrir?
– No, nada.
– Abrio usted la puerta desde fuera sin dificultad. ?Habria podido cerrarla tambien desde fuera?
– ?Protesto! El fiscal obliga a mi cliente…