– ?A cuanto estaba el lago?
– A cien metros solamente. Nos habiamos banado alli un rato antes, pero Willie sabia que estaba prohibido ir alli solo.
– ?Se hizo una investigacion en regla?
– Si, pero no habia mucho que decir. Probablemente Willie fue andando por el embarcadero y se cayo al agua. Tenia toda la ropa puesta, asi que no habia tenido intencion de banarse… Comisario, ?tenemos que hablar de esto? Ya se lo conte a su colega… Munster se llama, ?no?
Van Veeteren asintio.
– La reaccion de Eva… ?puede referirse a ella tambien? Se que no es divertido para usted, pero estoy tratando de darle caza a un asesino, senor Berger. Alguien ha matado a Eva, alguien ha matado a Janek Mitter, su nuevo marido…, tiene que haber un motivo. Desgraciadamente es necesario tirar de todos los hilos.
– Entiendo. Espero que se de usted cuenta del trauma que supone perder un hijo. Que la gente mayor muera puede aceptarse, incluso cuando ocurre de repente y sin esperarlo, pero cuando le arrebatan a uno un nino de cuatro anos… pues… pues es como si todo…, lo que se dice todo, perdiera importancia. Cualquier reaccion hay que considerarla normal.
– ?Fue Eva la mas afectada?
Berger asintio.
– Si.
Hubo una pausa. Berger se sirvio un dedo de whisky.
– ?Le sirvo?
Van Veeteren nego con la cabeza. Berger hurgo en el cubitero con la pinza, pero no logro coger nada. Dejo la herramienta en la mesa y uso los dedos. Echo en el vaso tres o cuatro cubitos de hielo medio derretidos y se chupo los dedos.
?La educacion?, penso Van Veeteren.
– Eva, bueno… -siguio Berger-. Perdio el control completamente, se puede decir.
– ?De que manera?
– ?De que manera? Se puso histerica, loca de remate. No era posible razonar con ella o sacarle una palabra sensata. Se queria suicidar, tuvimos que vigilarla dia y noche. Y darle medicinas, claro.
– ?Cuanto duro eso?
– Todo el verano. Fue… fue un verdadero infierno, comisario. Yo no tuve la menor posibilidad de sentir mi propio dolor; todas mis fuerzas estaban concentradas en mantener viva a Eva. Como yo era el mas fuerte, tuve que llevar toda la carga. Pero supongo que es asi como hay que hacer…
Se echo a reir.
– Comisario, 1986 no es un ano que quiera recuperar. Todo ocurrio ese ano, tal vez deberia haber ido a visitar a un astrologo para consultar las estrellas. Ha tenido que haber constelaciones terribles.
– ?Estuvo Eva en casa o en el hospital?
– Las dos cosas… al principio mas en el hospital. Es que tenia que estar vigilada todo el tiempo… yo tambien estuve alli casi todo el tiempo. Poco a poco fui trayendola a casa cada vez mas, pero no me atrevia a dejarla sola nunca. No volvi a trabajar hasta el mes de octubre.
– ?Se puso mejor?
– Si, cuando paso el verano comprendi que en todo caso no pensaba quitarse la vida.
– ?Hablaban del accidente?
– Jamas. Lo intente como es natural, pero en ese aspecto era imposible. Jamas mencionamos a Willie, me obligo a tirar todas sus cosas… excepto algunas que escondi para conservarlas yo. Era como si nunca hubiera existido, como si quisiera destruir hasta su recuerdo.
– ?Fotografias?
– Lo mismo… le pedi a un amigo que me las guardara.
– ?No le parecio a usted que su reaccion era rara?
– Desde luego. Hable con varios psicologos y psiquiatras y esta claro que la reaccion de Eva era psicotica. Pero en comparacion con el verano, estaba mejor. Podia pasar algunos dias casi sin problemas.
– ?Tenia ayuda?
– ?Psiquiatrica? Todo el tiempo.
– ?Cuando empezo a beber?
– Pues… cuando yo empece a trabajar de nuevo, creo… tal vez un poco antes. Pero todo se acelero al quedarse sola en casa.
– ?Por que no trabajaba ella?
– Hablamos de ello… ella habia estado en casa, sin trabajar, desde que nacio Willie. Yo pensaba que todo le seria mas facil si tenia algo que hacer. Creo que estaba de acuerdo conmigo, pero fuimos dejandolo para mas adelante. En todo caso no estaba muy en forma para desempenar una catedra…
– No suele ser un impedimento -dijo Van Veeteren, y Berger sonrio con rapidez.
– ?Y el consumo de bebida fue en aumento?
– Si. Fue un proceso muy rapido… de repente era como una esponja. Todos los dias estaba como una cuba cuando yo volvia a casa… era capaz de beberse cuatro o cinco botellas de vino al dia… era terrible. En noviembre, bueno, mas o menos por esta epoca, comprendi que aquello no podia seguir asi. Estaba bebiendo para morir, sencillamente. Llame por telefono a un buen amigo que trabajaba en Rejmershus y la ingresaron inmediatamente. Creo que fue la salvacion, realmente consiguieron ayudarla. Permanecio alli hasta mayo, mayo del 87, y cuando salio, habia vuelto a funcionar.
– ?Cuando se separaron?
– En abril. Eva quiso separarse. Fue inflexible en ese asunto. Ya desde el principio, cuando estaba en lo peor, queria que nos separasemos… ?hay que joderse!
De pronto se le quebro la voz de amargura. Ya era hora, penso Van Veeteren. Rebusco un palillo en el bolsillo de la pechera, pero encontro un cigarrillo. Lo encendio y espero a que Berger continuase. Pero Berger no dijo nada.
– Ha tenido que pasar usted un infierno -dijo Van Veeteren finalmente-. Su mujer le es infiel, su hijo muere, su mujer pierde la cabeza… usted la salva. Y como agradecimiento, ella se separa de usted…
Berger rio secamente.
– ?La amaba?
– ?Que cree usted?
– ?Cuanto tiempo?
– Hasta noviembre mas o menos… fue demasiado, las borracheras, los vomitos, la humillacion…
– Entiendo.
– Acaso renacio la esperanza en enero o febrero, cuando vi que ella estaba mejor, aunque entonces…
– ?Si?
– Entonces ya habia conocido a Leila.
Van Veeteren hizo un gesto de asentimiento. Se quedo callado pensando un rato antes de empezar a levantarse de la butaca. Hizo las ultimas preguntas de pie mientras Berger permanecia sentado dandole vueltas a su vaso de whisky y con la mirada clavada en la chimenea.
Le atormenta, penso Van Veeteren. Todo esto vive aun intensamente en el.
No podia ser de otro modo.
– ?Conoce usted a un psiquiatra llamado Eduard Caen?
– Si, el se ocupo de Eva en Rejmershus. Y luego tambien, me parece.
– ?Que opinion tiene usted de el?
– Es muy bueno, por lo que yo puedo juzgar. Pero no le he visto mucho.
– Ya… y este hombre, el que usted sospecha que tuvo una relacion con su mujer…, ?no volvio a aparecer?
– No… no aparecio mas.
– ?Hablaban ustedes de el?
– No.
– ?Sabe usted de otros hombres que haya habido en la vida de Eva?